España se presenta en el Mundial de atletismo de Moscú, que comienza el sábado, con una delegación de 41 representantes con la cual intentará conseguir medallas que permitan corregir el rumbo de la crisis por la que atraviesa el país en las últimas grandes citas de este deporte.
Los españoles se fueron de vacío en las pruebas de atletismo de los Juegos Olímpicos de Pekín-2008 y Londres-2012, y en el Mundial de Daegu-2011 apenas se llevó un metal, el bronce de Natalia Rodríguez en los 1.500 metros.
El último título mundial conseguido por España fue en Berlín en 2009 en los 3.000 metros obstáculos femeninos con Marta Domínguez, salpicada luego en el escándalo de dopaje de la ‘Operación Galgo’, que hizo temblar los cimientos de este deporte en 2010 y 2011.
En esta ocasión la representación es similar a la que acudió a Daegu en 2011 (42) y la más baja desde Stuttgart-1993, donde el país consiguió de todas formas cinco metales.
De todos ellos, la opción de medalla que por los resultados de este año parece más al alcance es la de salto de longitud, donde Eusebio Cáceres, con 8,37 metros, ostenta la tercera marca del año, sólo superado por el mexicano Luis Rivera (8,46 m) y el ruso Aleksandr Menkov (8,42 m).
‘Está bien colocado para lograr una medalla. No quiero meterle presión, aunque la soporta bien’, dijo Ramón Cid, director técnico de la Federación Española de Atletismo (RFEA), sobre Cáceres, en la presentación oficial del equipo seleccionado para Moscú.
‘El objetivo es lograr entre siete y diez finalistas’, subrayó, intentando no fijar ningún reto de número de medallas.
Junto a Cáceres, Cid subrayó las posibilidades que puede haber en la marcha, donde España contará en los 20 kilómetros masculinos con Miguel Ángel López, Álvaro Martín y Francisco Arcilla, y en los femeninos con Beatriz Pascual, Julia Takacs y Lorena Luaces.
En los 50 kilómetros se vivirá un hecho histórico cuando Jesús Ángel García Bragado, con cuatro medallas en Mundiales -una de oro, la de Stuttgart-1993-, dispute su undécimo Mundial, igualando el récord al que la marchadora portuguesa Susana Feitor llegó en Daegu hace dos años.
Junto a él estarán en esa distancia larga de la marcha Claudio Villanueva y José Ignacio Díaz.
En el resto de participantes, Natalia Rodríguez defenderá su medalla de bronce de hace dos años en los 1.500 metros, una distancia donde España ha sido tradicionalmente fuerte en las últimas citas, aunque en la prueba masculina sólo contará con un representante en el kilómetro y medio, David Bustos.
‘Es una pequeña crisis’, admitió Cid, que subrayó que las marcas mínimas exigidas por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) habían resultado difíciles en esta ocasión.
Los capitanes de la delegación española serán el discóbolo Mario Pestano y la saltadora de altura Ruth Beitia, ésta última uno de los nombres más destacados del atletismo español en los últimos años, además de vigente campeona de Europa al aire libre y en pista cubierta.
En caso de irse de vacío en Moscú, sería la peor actuación histórica del país en este evento, ya que en las trece ediciones anteriores ha conseguido, en el peor de los casos, una medalla.
España se presenta en el Mundial de atletismo de Moscú, que comienza el sábado, con una delegación de 41 representantes con la cual intentará conseguir medallas que permitan corregir el rumbo de la crisis por la que atraviesa el país en las últimas grandes citas de este deporte.
Los españoles se fueron de vacío en las pruebas de atletismo de los Juegos Olímpicos de Pekín-2008 y Londres-2012, y en el Mundial de Daegu-2011 apenas se llevó un metal, el bronce de Natalia Rodríguez en los 1.500 metros.
El último título mundial conseguido por España fue en Berlín en 2009 en los 3.000 metros obstáculos femeninos con Marta Domínguez, salpicada luego en el escándalo de dopaje de la ‘Operación Galgo’, que hizo temblar los cimientos de este deporte en 2010 y 2011.
En esta ocasión la representación es similar a la que acudió a Daegu en 2011 (42) y la más baja desde Stuttgart-1993, donde el país consiguió de todas formas cinco metales.
De todos ellos, la opción de medalla que por los resultados de este año parece más al alcance es la de salto de longitud, donde Eusebio Cáceres, con 8,37 metros, ostenta la tercera marca del año, sólo superado por el mexicano Luis Rivera (8,46 m) y el ruso Aleksandr Menkov (8,42 m).
‘Está bien colocado para lograr una medalla. No quiero meterle presión, aunque la soporta bien’, dijo Ramón Cid, director técnico de la Federación Española de Atletismo (RFEA), sobre Cáceres, en la presentación oficial del equipo seleccionado para Moscú.
‘El objetivo es lograr entre siete y diez finalistas’, subrayó, intentando no fijar ningún reto de número de medallas.
Junto a Cáceres, Cid subrayó las posibilidades que puede haber en la marcha, donde España contará en los 20 kilómetros masculinos con Miguel Ángel López, Álvaro Martín y Francisco Arcilla, y en los femeninos con Beatriz Pascual, Julia Takacs y Lorena Luaces.
En los 50 kilómetros se vivirá un hecho histórico cuando Jesús Ángel García Bragado, con cuatro medallas en Mundiales -una de oro, la de Stuttgart-1993-, dispute su undécimo Mundial, igualando el récord al que la marchadora portuguesa Susana Feitor llegó en Daegu hace dos años.
Junto a él estarán en esa distancia larga de la marcha Claudio Villanueva y José Ignacio Díaz.
En el resto de participantes, Natalia Rodríguez defenderá su medalla de bronce de hace dos años en los 1.500 metros, una distancia donde España ha sido tradicionalmente fuerte en las últimas citas, aunque en la prueba masculina sólo contará con un representante en el kilómetro y medio, David Bustos.
‘Es una pequeña crisis’, admitió Cid, que subrayó que las marcas mínimas exigidas por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) habían resultado difíciles en esta ocasión.
Los capitanes de la delegación española serán el discóbolo Mario Pestano y la saltadora de altura Ruth Beitia, ésta última uno de los nombres más destacados del atletismo español en los últimos años, además de vigente campeona de Europa al aire libre y en pista cubierta.
En caso de irse de vacío en Moscú, sería la peor actuación histórica del país en este evento, ya que en las trece ediciones anteriores ha conseguido, en el peor de los casos, una medalla.