La estadounidense Brianna Rollins venció este sábado en la final de 100 metros vallas del Mundial de Moscú-2013 con un tiempo de 12 segundos y 44 centésimas (viento: -0,6 m/s).
Rollins, que cumplirá 22 años el domingo, terminó por delante de la australiana Sally Pearson, plata con 12.50 segundos, y de la británica Tiffany Porter (12.55), en el tercer lugar del podio.
Rollins culminó con el premio supremo una primera temporada al más alto nivel, después de haberse dedicado plenamente a la disciplina.
En las selecciones de su país, Rollins, estudiante a comienzos de año, fue la mejor con un crono de 12.26, a sólo cinco centésimas del récord del mundo establecido por la búlgara Yordanka Donkova en 1988.
La vigente campeona del mundo y olímpica, Sally Pearson, no pudo con Rollins, pero se mostró muy sonriente tras la llegada.
La australiana sufrió varias lesiones al comienzo de la temporada en los músculos isquiotibiales, y tuvo menos tiempo para preparar la cita moscovita, por lo que no pudo llegar al mismo nivel que en los Juegos de Londres-2012 o el mundial de Daegu-2011.
La estadounidense Brianna Rollins venció este sábado en la final de 100 metros vallas del Mundial de Moscú-2013 con un tiempo de 12 segundos y 44 centésimas (viento: -0,6 m/s).
Rollins, que cumplirá 22 años el domingo, terminó por delante de la australiana Sally Pearson, plata con 12.50 segundos, y de la británica Tiffany Porter (12.55), en el tercer lugar del podio.
Rollins culminó con el premio supremo una primera temporada al más alto nivel, después de haberse dedicado plenamente a la disciplina.
En las selecciones de su país, Rollins, estudiante a comienzos de año, fue la mejor con un crono de 12.26, a sólo cinco centésimas del récord del mundo establecido por la búlgara Yordanka Donkova en 1988.
La vigente campeona del mundo y olímpica, Sally Pearson, no pudo con Rollins, pero se mostró muy sonriente tras la llegada.
La australiana sufrió varias lesiones al comienzo de la temporada en los músculos isquiotibiales, y tuvo menos tiempo para preparar la cita moscovita, por lo que no pudo llegar al mismo nivel que en los Juegos de Londres-2012 o el mundial de Daegu-2011.