El cubano Pedro Pablo Pichardo dio a Latinoamérica la sexta medalla en el Mundial de Moscú-2013 al lograr la plata este domingo en triple salto, con una marca de 17,68, siendo solo superado por el francés Teddy Tamgho, entrenado por otro cubano, Iván Pedroso, que se impuso con 18,04.
Pichardo, de solo 20 años, logró 17,68 en el segundo salto, y parecía encaminado al oro, pero el francés igualó esa marca en su cuarto intento, e hizo después 18,04 en el sexto y último, mejor registro de la temporada y récord de Francia, mientras que el bronce fue para el estadounidense Will Claye (17.52).
‘Llegaba sabiendo que podía estar en las medallas (después de su buena temporada). Hasta hubo un instante en que estuve en primera posición. Estoy muy contento con cómo ha ido hoy’, dijo Pichardo.
‘Teddy, en competencias anteriores, había dado muchos nulos. Esperaba de él que saltara mucho, pero no pensé que saltaría 18 metros en este Mundial’, añadió.
Tamgho entrena desde 2011 con el cubano Iván Pedroso, cuádruple campeón mundial de salto largo y oro olímpico en Sídney-2000, y el saltador francés de origen camerunés se fue a abrazarlo a la tribuna tras realizar el salto que le acercaba a la victoria.
Pedroso, con una camiseta de la selección francesa, no podía esconder su felicidad, por este quinto título en su palmarés.
‘Entre nosotros es el maestro. Me enseña a saltar, a administrar la competición. Trata de que no cometa los errores que él cometió en las competiciones’, señaló Tamgho en una ocasión sobre Pedroso.
Tamgho, campeón del mundo en sala en 2010, participaba por primera vez en un evento importante tras una grave lesión de tobillo en 2011, que le impidió estar en el Mundial de Daegu-2011 y en los Juegos de Londres-2012, hasta su reaparición en la competición en marzo de 2013.
Es la primera vez desde hace 17 años que un saltador de triple supera los 18 metros.
‘Estoy muy contento. Fue un concurso muy difícil. Pichardo me puso las cosas difíciles. Quiero dar las gracias a los que me han apoyado en estos dos años lesionado. Doy las gracias a todos los franceses desde el fondo de mi corazón’, señaló Tamgho.
Pichardo consiguió la sexta medalla latinoamericana en Moscú-2013 y la tercera para Cuba.
Las dos medallas de mayor importancia para la región llegaron en las pruebas de triple salto con el oro de la colombiana Caterine Ibargüen y la plata de Pichardo, mientras que las cuatro restantes fueron de bronce.
Los bronces fueron conseguidos por el mexicano Luis Alberto Rivera en longitud, el dominicano Luguelín Santos en 400 metros, y las cubanas Yarelis Barrios y Yarisley Silva, en lanzamiento de disco y salto con pértiga, respectivamente.
Pichardo, campeón del mundo juvenil en 2012 en Barcelona, consigue un año después de ganar ser plata en el absoluto.
‘Yo compito por mí, no por lo que hacen mis compañeros. Miro lo que hago yo y estoy muy contento con lo que he conseguido’, dijo Pichardo cuando se le preguntó por la actuación cubana en este Mundial.
‘Sólo tengo 20 años, tengo que seguir preparándome para mejorar este resultado. Ha sido un gran debut’, resumió el cubano.
El estadounidense Christian Taylor, que poseía el segundo mejor registro del año, con 17,66, campeón del mundo hace dos años y oro olímpico en 2012, quedó en la cuarta posición, con 17,20.
Pese a esta sexta medalla latinoamericana conseguido por Pichardo, la región no consiguió el mismo número de medallas que en Daegu-2011, en que cosechó ocho.
El cubano Pedro Pablo Pichardo dio a Latinoamérica la sexta medalla en el Mundial de Moscú-2013 al lograr la plata este domingo en triple salto, con una marca de 17,68, siendo solo superado por el francés Teddy Tamgho, entrenado por otro cubano, Iván Pedroso, que se impuso con 18,04.
Pichardo, de solo 20 años, logró 17,68 en el segundo salto, y parecía encaminado al oro, pero el francés igualó esa marca en su cuarto intento, e hizo después 18,04 en el sexto y último, mejor registro de la temporada y récord de Francia, mientras que el bronce fue para el estadounidense Will Claye (17.52).
‘Llegaba sabiendo que podía estar en las medallas (después de su buena temporada). Hasta hubo un instante en que estuve en primera posición. Estoy muy contento con cómo ha ido hoy’, dijo Pichardo.
‘Teddy, en competencias anteriores, había dado muchos nulos. Esperaba de él que saltara mucho, pero no pensé que saltaría 18 metros en este Mundial’, añadió.
Tamgho entrena desde 2011 con el cubano Iván Pedroso, cuádruple campeón mundial de salto largo y oro olímpico en Sídney-2000, y el saltador francés de origen camerunés se fue a abrazarlo a la tribuna tras realizar el salto que le acercaba a la victoria.
Pedroso, con una camiseta de la selección francesa, no podía esconder su felicidad, por este quinto título en su palmarés.
‘Entre nosotros es el maestro. Me enseña a saltar, a administrar la competición. Trata de que no cometa los errores que él cometió en las competiciones’, señaló Tamgho en una ocasión sobre Pedroso.
Tamgho, campeón del mundo en sala en 2010, participaba por primera vez en un evento importante tras una grave lesión de tobillo en 2011, que le impidió estar en el Mundial de Daegu-2011 y en los Juegos de Londres-2012, hasta su reaparición en la competición en marzo de 2013.
Es la primera vez desde hace 17 años que un saltador de triple supera los 18 metros.
‘Estoy muy contento. Fue un concurso muy difícil. Pichardo me puso las cosas difíciles. Quiero dar las gracias a los que me han apoyado en estos dos años lesionado. Doy las gracias a todos los franceses desde el fondo de mi corazón’, señaló Tamgho.
Pichardo consiguió la sexta medalla latinoamericana en Moscú-2013 y la tercera para Cuba.
Las dos medallas de mayor importancia para la región llegaron en las pruebas de triple salto con el oro de la colombiana Caterine Ibargüen y la plata de Pichardo, mientras que las cuatro restantes fueron de bronce.
Los bronces fueron conseguidos por el mexicano Luis Alberto Rivera en longitud, el dominicano Luguelín Santos en 400 metros, y las cubanas Yarelis Barrios y Yarisley Silva, en lanzamiento de disco y salto con pértiga, respectivamente.
Pichardo, campeón del mundo juvenil en 2012 en Barcelona, consigue un año después de ganar ser plata en el absoluto.
‘Yo compito por mí, no por lo que hacen mis compañeros. Miro lo que hago yo y estoy muy contento con lo que he conseguido’, dijo Pichardo cuando se le preguntó por la actuación cubana en este Mundial.
‘Sólo tengo 20 años, tengo que seguir preparándome para mejorar este resultado. Ha sido un gran debut’, resumió el cubano.
El estadounidense Christian Taylor, que poseía el segundo mejor registro del año, con 17,66, campeón del mundo hace dos años y oro olímpico en 2012, quedó en la cuarta posición, con 17,20.
Pese a esta sexta medalla latinoamericana conseguido por Pichardo, la región no consiguió el mismo número de medallas que en Daegu-2011, en que cosechó ocho.