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Los derivados de créditos, virus que causó la crisis, vuelven a mercados de EEUU

Redacción República
20 de agosto, 2013

Los derivados de créditos de riesgo vuelven a los mercados estadounidenses, tras haberse casi extinguido durante la crisis financiera que ayudaron a incubar, aunque ahora están sobre todo adosados a préstamos para empresas y no a hipotecas inmobiliarias.

Estos productos financieros conocidos como CDO (obligaciones de deuda colateralizada o adosada a créditos), fueron calificados por el magnate Warren Buffett como ‘armas financieras de destrucción masiva’.

Hasta antes de la crisis financiera, estos derivados eran muy populares en los mercados y estaban adosados a préstamos hipotecarios estadounidenses, incluyendo a hipotecas de riesgo otorgadas a hogares insolventes.

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Cuando explotó la burbuja inmobiliaria en 2008, el valor de estos títulos se hundió, lo que generó pérdidas por miles de millones de dólares para los inversores y ayudó a propagar la peor crisis financiera desde 1929.

El mercado de los CDO pasó de mover 520.000 millones de dólares en 2006 a 4.300 millones en 2009 y surgió un nuevo tipo de derivado denominado CLO, que funciona adosado a préstamos a empresas.

‘Hay una mejoría del mercado pero está lejos de volver a los volúmenes de antes de la crisis’, destacó Campbell Harvey, profesor de finanzas en la universidad de Duke.

-IMPULSAR LOS RENDIMIENTOS DE LOS FONDOS ESPECULATIVOS-

Cada CLO funciona como una pequeña empresa, que tiene en su cartera, por un lado, los créditos de las empresas a los cuales está adosado, y por otro, porciones comprados por los inversores, cuyo rendimiento varía en función del riesgo.

El tramo más riesgoso es el denominado ‘junior’, que es el primero en asumir las pérdidas en caso de una mora, que suele ser comprado por los fondos especulativos.

Después está el segmento medio, denominado ‘mezzanine’ (intermedio) y al final se sitúa el tramo ‘senior’, que suele ser comprado por aseguradoras y bancos.

El problema es que antes de la crisis, los segmentos senior de muchos productos de este tipo contaban con excelentes calificaciones de las agencias crediticias, por lo que los inversores los compraron a ojos cerrados.

Un experto de un importante banco británico explicó que cuando los activos están interrelacionados en un mismo mercado, si hay un problema con un activo, ningún tramo es seguro, ni siquiera el segmento senior.

Para este analista los CLO son más seguros ya que reagrupan los préstamos de empresas de diferentes sectores, por lo que los riesgos evolucionan en diferente sentido.

Sin embargo, el experto destacó que los compradores son bastante prudentes y tienden a contratar especialistas independientes para evaluar los CLO, sin depender tanto de las agencias crediticias.

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Los derivados de créditos, virus que causó la crisis, vuelven a mercados de EEUU

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20 de agosto, 2013

Los derivados de créditos de riesgo vuelven a los mercados estadounidenses, tras haberse casi extinguido durante la crisis financiera que ayudaron a incubar, aunque ahora están sobre todo adosados a préstamos para empresas y no a hipotecas inmobiliarias.

Estos productos financieros conocidos como CDO (obligaciones de deuda colateralizada o adosada a créditos), fueron calificados por el magnate Warren Buffett como ‘armas financieras de destrucción masiva’.

Hasta antes de la crisis financiera, estos derivados eran muy populares en los mercados y estaban adosados a préstamos hipotecarios estadounidenses, incluyendo a hipotecas de riesgo otorgadas a hogares insolventes.

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Cuando explotó la burbuja inmobiliaria en 2008, el valor de estos títulos se hundió, lo que generó pérdidas por miles de millones de dólares para los inversores y ayudó a propagar la peor crisis financiera desde 1929.

El mercado de los CDO pasó de mover 520.000 millones de dólares en 2006 a 4.300 millones en 2009 y surgió un nuevo tipo de derivado denominado CLO, que funciona adosado a préstamos a empresas.

‘Hay una mejoría del mercado pero está lejos de volver a los volúmenes de antes de la crisis’, destacó Campbell Harvey, profesor de finanzas en la universidad de Duke.

-IMPULSAR LOS RENDIMIENTOS DE LOS FONDOS ESPECULATIVOS-

Cada CLO funciona como una pequeña empresa, que tiene en su cartera, por un lado, los créditos de las empresas a los cuales está adosado, y por otro, porciones comprados por los inversores, cuyo rendimiento varía en función del riesgo.

El tramo más riesgoso es el denominado ‘junior’, que es el primero en asumir las pérdidas en caso de una mora, que suele ser comprado por los fondos especulativos.

Después está el segmento medio, denominado ‘mezzanine’ (intermedio) y al final se sitúa el tramo ‘senior’, que suele ser comprado por aseguradoras y bancos.

El problema es que antes de la crisis, los segmentos senior de muchos productos de este tipo contaban con excelentes calificaciones de las agencias crediticias, por lo que los inversores los compraron a ojos cerrados.

Un experto de un importante banco británico explicó que cuando los activos están interrelacionados en un mismo mercado, si hay un problema con un activo, ningún tramo es seguro, ni siquiera el segmento senior.

Para este analista los CLO son más seguros ya que reagrupan los préstamos de empresas de diferentes sectores, por lo que los riesgos evolucionan en diferente sentido.

Sin embargo, el experto destacó que los compradores son bastante prudentes y tienden a contratar especialistas independientes para evaluar los CLO, sin depender tanto de las agencias crediticias.