La estadounidense Serena Williams y la china Li Na, dos mujeres entradas en sus 30 años, disputarán la semifinal del Abierto de tenis de Estados Unidos, lo que demuestra que para ellas la edad sólo son números, lo demás es tenis y deseos de retar el tiempo.
Serena, la número uno del mundo y campeona defensora, cumplirá 32 años justo al finalizar este último Gran Slam de la temporada, de los cuales ha ganado cuatro.
Es criterio generalizado que la estadounidense está en el mejor momento de su gloriosa carrera, y está camino de ganar el US Open 15 años después de haberse coronado por primera vez en Flushing Meadows. También terminará la temporada como número 1 mundial, 11 años después de haberlo conseguido por vez primera.
‘Siempre pienso que tengo espacio para mejorar. ¿Soy perfeccionista?. No lo sé, pero me esfuerzo por serlo’, declaró Serena en una de sus muchas intervenciones en este Abierto neoyorquino.
Esta temporada ha sido fabulosa para Serena, con ocho títulos, incluyendo el de Roland Garros, su 16º de Gran Slam, más que ninguna otra jugadora en activo.
Su rival, la china de 31 años Li Na, busca convertirse en la primera tenista de su país en avanzar a semifinales de un Abierto de EEUU. Campeona del Roland Garros de 2011, su único título de Gran Slam, Li ya ha firmado su mejor resultado en nueve apariciones en las pistas de Flushing Meadows, y esta es la quinta vez en su carrera que accede a las semifinales de un torneo ‘Major’.
‘Yo siempre trato de ser la primera’, afirma Li. ‘Y jugar contra Serena será un reto, porque ella es la primera del ránking y la mejor jugadora de esta generación’.
– LOS HOMBRES DETRÁS DE SERENA Y LI –
Parafraseando el refrán, se podría decir que detrás de cada una de estas dos mujeres hay un gran hombre. Aunque en el caso de Li son tres.
Williams ha asegurado que su renacer tenístico, después de varias temporadas de altibajos entre lesiones y problemas de salud, se debe a su nuevo entrenador, el francés Patrick Mouratoglou. La prensa le llama ‘El hombre detrás de Serena’, aunque según algunas revistas del corazón, en los últimos tiempos se le ha visto con más frecuencia a su lado.
Desde su fracaso en el Roland Garros de 2012, Serena se compró un apartamento en París para trabajar bajo la tutoría de Mouratoglou, un entrenador de tenistas de élite como Marcos Baghdatis, Anastasia Pavlyuchenkova, Aravane Rezaï y Laura Robson, entre otros. Desde entonces, ganó en 2012 el Abierto de Wimbledon, los Juegos Olímpicos de Londres y el US Open y se desquitó en el Roland Garros de este año.
Serena ha confesado que Mouratoglou es como su padre, Richard Williams, quien la guió en los primeros años de su carrera. ‘Tenemos la misma idea de lo que es el tenis, y pensamos hacia futuro’, declaró Serena.
En el caso de Li, tres hombres son la base de su exitosa carrera. Su exentrenador y esposo Jiang Shan, el preparador físico Alex Stober y el entrenador argentino Carlos Rodríguez, quien comenzó a guiarla después de Wimbledon el año pasado.
Li da crédito Rodríguez, mentor de la retirada estrella Justine Henin, y dice le salvó su matrimonio, porque tenía problemas con el equilibrio de su doble papel como tenista y esposa. ‘Carlos salvó mi matrimonio’, dijo Li. ‘No sé cómo es para otras mujeres, pero para mí es difícil encontrar un equilibrio entre el marido y el entrenador’.
Serena le ha ganado a Li 8 de los 9 partidos que han jugado, dos de ellos en pista dura esta temporada: en cuartos de final en Miami y las semifinales de Cinicinnati. Será un enfrentamiento de estilos diferentes, entre el tenis de poder de Serena contra el tenis paciente y calculador de Li. Si la estadounidense es como un huracán que arrasa con todo a su paso, la china es como una arañita que va tejiendo su tela para atrapar a sus rivales. La tela de araña es de las pocas cosas que sobreviven al paso de un ciclón, pero no por su resistencia, sino por su ductilidad. Y Li Na ha demostrado ser más dúctil que un junco del río Yangtsé.
La estadounidense Serena Williams y la china Li Na, dos mujeres entradas en sus 30 años, disputarán la semifinal del Abierto de tenis de Estados Unidos, lo que demuestra que para ellas la edad sólo son números, lo demás es tenis y deseos de retar el tiempo.
Serena, la número uno del mundo y campeona defensora, cumplirá 32 años justo al finalizar este último Gran Slam de la temporada, de los cuales ha ganado cuatro.
Es criterio generalizado que la estadounidense está en el mejor momento de su gloriosa carrera, y está camino de ganar el US Open 15 años después de haberse coronado por primera vez en Flushing Meadows. También terminará la temporada como número 1 mundial, 11 años después de haberlo conseguido por vez primera.
‘Siempre pienso que tengo espacio para mejorar. ¿Soy perfeccionista?. No lo sé, pero me esfuerzo por serlo’, declaró Serena en una de sus muchas intervenciones en este Abierto neoyorquino.
Esta temporada ha sido fabulosa para Serena, con ocho títulos, incluyendo el de Roland Garros, su 16º de Gran Slam, más que ninguna otra jugadora en activo.
Su rival, la china de 31 años Li Na, busca convertirse en la primera tenista de su país en avanzar a semifinales de un Abierto de EEUU. Campeona del Roland Garros de 2011, su único título de Gran Slam, Li ya ha firmado su mejor resultado en nueve apariciones en las pistas de Flushing Meadows, y esta es la quinta vez en su carrera que accede a las semifinales de un torneo ‘Major’.
‘Yo siempre trato de ser la primera’, afirma Li. ‘Y jugar contra Serena será un reto, porque ella es la primera del ránking y la mejor jugadora de esta generación’.
– LOS HOMBRES DETRÁS DE SERENA Y LI –
Parafraseando el refrán, se podría decir que detrás de cada una de estas dos mujeres hay un gran hombre. Aunque en el caso de Li son tres.
Williams ha asegurado que su renacer tenístico, después de varias temporadas de altibajos entre lesiones y problemas de salud, se debe a su nuevo entrenador, el francés Patrick Mouratoglou. La prensa le llama ‘El hombre detrás de Serena’, aunque según algunas revistas del corazón, en los últimos tiempos se le ha visto con más frecuencia a su lado.
Desde su fracaso en el Roland Garros de 2012, Serena se compró un apartamento en París para trabajar bajo la tutoría de Mouratoglou, un entrenador de tenistas de élite como Marcos Baghdatis, Anastasia Pavlyuchenkova, Aravane Rezaï y Laura Robson, entre otros. Desde entonces, ganó en 2012 el Abierto de Wimbledon, los Juegos Olímpicos de Londres y el US Open y se desquitó en el Roland Garros de este año.
Serena ha confesado que Mouratoglou es como su padre, Richard Williams, quien la guió en los primeros años de su carrera. ‘Tenemos la misma idea de lo que es el tenis, y pensamos hacia futuro’, declaró Serena.
En el caso de Li, tres hombres son la base de su exitosa carrera. Su exentrenador y esposo Jiang Shan, el preparador físico Alex Stober y el entrenador argentino Carlos Rodríguez, quien comenzó a guiarla después de Wimbledon el año pasado.
Li da crédito Rodríguez, mentor de la retirada estrella Justine Henin, y dice le salvó su matrimonio, porque tenía problemas con el equilibrio de su doble papel como tenista y esposa. ‘Carlos salvó mi matrimonio’, dijo Li. ‘No sé cómo es para otras mujeres, pero para mí es difícil encontrar un equilibrio entre el marido y el entrenador’.
Serena le ha ganado a Li 8 de los 9 partidos que han jugado, dos de ellos en pista dura esta temporada: en cuartos de final en Miami y las semifinales de Cinicinnati. Será un enfrentamiento de estilos diferentes, entre el tenis de poder de Serena contra el tenis paciente y calculador de Li. Si la estadounidense es como un huracán que arrasa con todo a su paso, la china es como una arañita que va tejiendo su tela para atrapar a sus rivales. La tela de araña es de las pocas cosas que sobreviven al paso de un ciclón, pero no por su resistencia, sino por su ductilidad. Y Li Na ha demostrado ser más dúctil que un junco del río Yangtsé.