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México vuelve al mapa del básquet americano

Redacción República
12 de septiembre, 2013

Tras décadas de ser el ‘hazmerreír’ en el básquet del continente americano, deporte de poco arraigo entre los mexicanos y que arrastra crónicos problemas estructurales, México ha hecho historia al coronarse campeón del FIBA Américas en Caracas el miércoles y volver a un Mundial 40 años después.

‘Éramos el hazmerreír de estos torneos, éramos un equipo desorganizado, llegábamos tarde, todo eso se ha cambiado desde el primer día de la concentración’, declaró eufórico el pívot Gustavo Ayón, de los Atlanta Hawks, tras la frenética final ante Puerto Rico, el gran favorito.

México no juega en un Mundial de básquet desde 1974 -precisamente en Puerto Rico-, en los premundiales nunca pasó del quinto lugar y su mayor éxito olímpico se remonta al bronce de Berlín en 1936.

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Así que no figuraba en las apuestas como candidato ni a llevarse uno de los cuatro cupos al Mundial de España-2014 ni a colgarse la medalla de oro. Enfrente tenía a grandes como Puerto Rico, Dominicana, Brasil -la primera gran sorpresa al caer en la primera fase- e incluso a la anfitriona Venezuela.

Además, el hecho de que México llegara a Caracas a última hora, invitada por la FIBA en sustitución de la suspendida Panamá, realza la hazaña.

‘Es el logro deportivo más relevante en la historia del básquetbol nacional desde que se ganó la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936’, destacó Cancha, el suplemento deportivo del diario Reforma, que compara el oro con el mediocre rendimiento del equipo de fútbol, que tiene complicada la clasificación al Mundial Brasil-2014.

Los analistas destacan sobre todo tres causas para explicar el éxito: el liderazgo de Ayón, declarado el jugador más valioso del torneo con un promedio de 17,5 puntos por partido, la unidad dentro del equipo y el carácter que le imprimió al equipo el técnico español Sergio Valdeolmillos.

‘Quizás podríamos mencionar algunos méritos individuales: los números de Ayón, el liderazgo del coach Valdeolmillos, las ganas y energía de Mata, la experiencia de Gutiérrez, la astucia de Stoll, etc. Pero la verdad es que estos resultados no se consiguen si no hay un grupo, si no hay unión. Eso se notó’, escribe Julián García, columnista del diario deportivo Récord.

A diferencia de otros equipos, en los que el juego giró en torno de sus NBA, como la Argentina de Luis Scola, México repartió la responsabilidad de su juego, que iba deslumbrado a medida que iba arrollando a los grandes equipos.

‘Lo que mas me gustó fue la unidad que se vio en todos lados. Ayón, aunque destacó por encima del resto, siempre tenía la palabra equipo en sus declaraciones’, opina Freddy Chavier, comentarista venezolano y autor de ‘La vinotinto del básquet’, una historia de este deporte el país sudamericano.

‘Antes México jugaba mucho a la carrera, poco cuidado de posesión del balón, en los primeros segundos buscaban el tiro tras un pase. Ahora, en cambio, se ven más disciplinados tácticamente, y aquí está la mano de Valdeolmillos’, agregó.

El técnico español, que al revés que la mayoría de equipos del premundial contó con casi todas sus estrellas, llegó a México en 2011 procedente de su Granada natal, donde dirigió al equipo de esa ciudad en la ACB, y ese año tomó las riendas de la selección nacional tricolor. Su trabajo comenzó a hacerse visible al conseguir la plata en los Juegos Panamericanos.

Pero el gran reto que tiene por delante el técnico es mantener ese nivel en un deporte con una popularidad en México muy inferior a la del fútbol, el béisbol o el boxeo y que cuenta con muy poca publicidad y patrocinio.

Además, hay un conflicto entre las dos federaciones existentes, la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (ADEMEBA) y la Federación Mexicana de Baloncesto (FMB).

‘Ahora hay razones para volver a sentir miedo, la realidad es que hay muchos pendientes por arreglar en el tema federativo, en la liga nacional, en el trato al básquetbol de las bases. Sin embargo, es tiempo de confiar y presionar para que vuelvan a poner como se debe al básquet en el mapa’, escribe el columnista de Récord.

‘Ojalá que eso haga que las autoridades, las empresas, los mismos diarios le dediquen más tiempo al básquet. Material tienen, pero se necesita el apoyo de todos. Este título puede ser el punto de

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México vuelve al mapa del básquet americano

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12 de septiembre, 2013

Tras décadas de ser el ‘hazmerreír’ en el básquet del continente americano, deporte de poco arraigo entre los mexicanos y que arrastra crónicos problemas estructurales, México ha hecho historia al coronarse campeón del FIBA Américas en Caracas el miércoles y volver a un Mundial 40 años después.

‘Éramos el hazmerreír de estos torneos, éramos un equipo desorganizado, llegábamos tarde, todo eso se ha cambiado desde el primer día de la concentración’, declaró eufórico el pívot Gustavo Ayón, de los Atlanta Hawks, tras la frenética final ante Puerto Rico, el gran favorito.

México no juega en un Mundial de básquet desde 1974 -precisamente en Puerto Rico-, en los premundiales nunca pasó del quinto lugar y su mayor éxito olímpico se remonta al bronce de Berlín en 1936.

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Así que no figuraba en las apuestas como candidato ni a llevarse uno de los cuatro cupos al Mundial de España-2014 ni a colgarse la medalla de oro. Enfrente tenía a grandes como Puerto Rico, Dominicana, Brasil -la primera gran sorpresa al caer en la primera fase- e incluso a la anfitriona Venezuela.

Además, el hecho de que México llegara a Caracas a última hora, invitada por la FIBA en sustitución de la suspendida Panamá, realza la hazaña.

‘Es el logro deportivo más relevante en la historia del básquetbol nacional desde que se ganó la presea de bronce en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936’, destacó Cancha, el suplemento deportivo del diario Reforma, que compara el oro con el mediocre rendimiento del equipo de fútbol, que tiene complicada la clasificación al Mundial Brasil-2014.

Los analistas destacan sobre todo tres causas para explicar el éxito: el liderazgo de Ayón, declarado el jugador más valioso del torneo con un promedio de 17,5 puntos por partido, la unidad dentro del equipo y el carácter que le imprimió al equipo el técnico español Sergio Valdeolmillos.

‘Quizás podríamos mencionar algunos méritos individuales: los números de Ayón, el liderazgo del coach Valdeolmillos, las ganas y energía de Mata, la experiencia de Gutiérrez, la astucia de Stoll, etc. Pero la verdad es que estos resultados no se consiguen si no hay un grupo, si no hay unión. Eso se notó’, escribe Julián García, columnista del diario deportivo Récord.

A diferencia de otros equipos, en los que el juego giró en torno de sus NBA, como la Argentina de Luis Scola, México repartió la responsabilidad de su juego, que iba deslumbrado a medida que iba arrollando a los grandes equipos.

‘Lo que mas me gustó fue la unidad que se vio en todos lados. Ayón, aunque destacó por encima del resto, siempre tenía la palabra equipo en sus declaraciones’, opina Freddy Chavier, comentarista venezolano y autor de ‘La vinotinto del básquet’, una historia de este deporte el país sudamericano.

‘Antes México jugaba mucho a la carrera, poco cuidado de posesión del balón, en los primeros segundos buscaban el tiro tras un pase. Ahora, en cambio, se ven más disciplinados tácticamente, y aquí está la mano de Valdeolmillos’, agregó.

El técnico español, que al revés que la mayoría de equipos del premundial contó con casi todas sus estrellas, llegó a México en 2011 procedente de su Granada natal, donde dirigió al equipo de esa ciudad en la ACB, y ese año tomó las riendas de la selección nacional tricolor. Su trabajo comenzó a hacerse visible al conseguir la plata en los Juegos Panamericanos.

Pero el gran reto que tiene por delante el técnico es mantener ese nivel en un deporte con una popularidad en México muy inferior a la del fútbol, el béisbol o el boxeo y que cuenta con muy poca publicidad y patrocinio.

Además, hay un conflicto entre las dos federaciones existentes, la Asociación Deportiva Mexicana de Baloncesto (ADEMEBA) y la Federación Mexicana de Baloncesto (FMB).

‘Ahora hay razones para volver a sentir miedo, la realidad es que hay muchos pendientes por arreglar en el tema federativo, en la liga nacional, en el trato al básquetbol de las bases. Sin embargo, es tiempo de confiar y presionar para que vuelvan a poner como se debe al básquet en el mapa’, escribe el columnista de Récord.

‘Ojalá que eso haga que las autoridades, las empresas, los mismos diarios le dediquen más tiempo al básquet. Material tienen, pero se necesita el apoyo de todos. Este título puede ser el punto de