Los expertos encargados de enderezar al crucero ‘Costa Concordia’ se muestran optimistas antes del comienzo de la operación, prevista para el lunes, pero no descartan que se produzcan imprevistos durante el desarrollo de esta maniobra, que se realiza por primera vez en el mundo.
‘Hemos estudiado los imprevistos y programado intervenciones de urgencia, pero no se puede calcular todo’, reconoció el responsable de la agencia de protección civil que supervisa el proyecto, Franco Gabrielli.
Situaciones posibles previstas:
– Rotación conseguida:
La colocación vertical (‘parbuckling’) del crucero ‘Costa Concordia’ comienza, como está previsto, sobre las 04H00 GMT. Cuatro o cinco horas más tarde el barco alcanza una inclinación de 40 grados (punto de no retorno). La operación termina entre 10 o 12 horas después, sin causar daños importantes en el medio ambiente.
– Problemas en el casco:
El casco podría sufrir ‘ligeras’ deformaciones y curvarse adquiriendo la forma de una ‘banana’, advirtió el experto sudafricano en reflotamientos, Nick Sloane. En uno de los casos más pesimistas, el casco podría incluso romperse por el efecto combinado de la presión del agua y de la gravedad. Pero Gabrielli ‘excluyó totalmente’ que pueda partirse en dos.
– Rotación fallida:
Es posible que el barco ‘no logre pivotar’, según Gabrielli. El ‘Costa Concordia’ de 290 metros (casi tan largo como el ‘Titanic’) y alto como un edificio de once pisos podría ser muy pesado (114.000 toneladas) y no conseguir separarse de las rocas sobre las que actualmente está apoyado, a pesar de los cálculos de los ingenieros. Algunas de las enormes cadenas que tiren (o sujeten) del barco podrían romperse.
– Bascular:
El barco supera el punto de equilibrio y vuelca hacia el otro lado. Se trata de un escenario catastrófico muy improbable, según Sloane, ya que las estructuras flotantes colocadas actualmente en la parte que no está sumergida deberían frenar los movimientos del crucero. A continuación, estas estructuras se llenarán de agua para controlar el resto de la rotación y hacer que el barco descienda hasta una plataforma situada a 30 metros del fondo.
– Contaminación tóxica:
Los ecologistas están preocupados por la posible salida de todo tipo de residuos (moquetas, muebles…) y de agua contaminada durante la colocación vertical del barco en el centro de la reserva marina protegida de Giglio. Los responsables del proyecto están tranquilos, ya que se colocaron sistemas de bombeo.
– Ola contra el puerto:
Una rotación muy rápida o fallida podría desencadenar una ola que rompiera contra el pequeño puerto de Giglio donde habrá cientos de personas. Sin embargo, según los cálculos de los operadores, las olas no superarían el metro de altura.
Los expertos encargados de enderezar al crucero ‘Costa Concordia’ se muestran optimistas antes del comienzo de la operación, prevista para el lunes, pero no descartan que se produzcan imprevistos durante el desarrollo de esta maniobra, que se realiza por primera vez en el mundo.
‘Hemos estudiado los imprevistos y programado intervenciones de urgencia, pero no se puede calcular todo’, reconoció el responsable de la agencia de protección civil que supervisa el proyecto, Franco Gabrielli.
Situaciones posibles previstas:
– Rotación conseguida:
La colocación vertical (‘parbuckling’) del crucero ‘Costa Concordia’ comienza, como está previsto, sobre las 04H00 GMT. Cuatro o cinco horas más tarde el barco alcanza una inclinación de 40 grados (punto de no retorno). La operación termina entre 10 o 12 horas después, sin causar daños importantes en el medio ambiente.
– Problemas en el casco:
El casco podría sufrir ‘ligeras’ deformaciones y curvarse adquiriendo la forma de una ‘banana’, advirtió el experto sudafricano en reflotamientos, Nick Sloane. En uno de los casos más pesimistas, el casco podría incluso romperse por el efecto combinado de la presión del agua y de la gravedad. Pero Gabrielli ‘excluyó totalmente’ que pueda partirse en dos.
– Rotación fallida:
Es posible que el barco ‘no logre pivotar’, según Gabrielli. El ‘Costa Concordia’ de 290 metros (casi tan largo como el ‘Titanic’) y alto como un edificio de once pisos podría ser muy pesado (114.000 toneladas) y no conseguir separarse de las rocas sobre las que actualmente está apoyado, a pesar de los cálculos de los ingenieros. Algunas de las enormes cadenas que tiren (o sujeten) del barco podrían romperse.
– Bascular:
El barco supera el punto de equilibrio y vuelca hacia el otro lado. Se trata de un escenario catastrófico muy improbable, según Sloane, ya que las estructuras flotantes colocadas actualmente en la parte que no está sumergida deberían frenar los movimientos del crucero. A continuación, estas estructuras se llenarán de agua para controlar el resto de la rotación y hacer que el barco descienda hasta una plataforma situada a 30 metros del fondo.
– Contaminación tóxica:
Los ecologistas están preocupados por la posible salida de todo tipo de residuos (moquetas, muebles…) y de agua contaminada durante la colocación vertical del barco en el centro de la reserva marina protegida de Giglio. Los responsables del proyecto están tranquilos, ya que se colocaron sistemas de bombeo.
– Ola contra el puerto:
Una rotación muy rápida o fallida podría desencadenar una ola que rompiera contra el pequeño puerto de Giglio donde habrá cientos de personas. Sin embargo, según los cálculos de los operadores, las olas no superarían el metro de altura.