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La OMC se reúne en Bali con escasas posibilidades de reactivar Doha

Redacción República
03 de diciembre, 2013

La Organización Mundial de Comercio (OMC) inició este martes en la isla indonesia de Bali una crucial reunión ministerial, en un desesperado intento de reactivar la Ronda de Doha y, con ella, el multilateralismo en el comercio mundial.

Tras los fracasos de Cancún en 2003, Hong Kong en 2005 y Ginebra en 2009 y 2011, los ministros de Comercio de la OMC se reúnen en Bali con la sensación de que se trata de la ‘última oportunidad’ para reactivar este ambicioso proyecto que pretende eliminar trabas al comercio, en particular el agrícola.

‘Hay que concluir aquí. Es ahora o nunca’, lanzó Roberto Azevedo, director general de la OMC, al inaugurar la conferencia. ‘Un acuerdo es posible’, aseguró el brasileño.

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‘La OMC atraviesa una larga noche y espero que en Bali podamos percibir el alba de un nuevo mundo’, declaró en un breve discurso.

‘Si fracasamos, no sólamente estará perdido el paquete de medidas debatido en Bali. Lo que está en juego es el propio multilateralismo’, advirtió el nuevo director, que despliega esfuerzos desesperados para reactivar las negociaciones de la Ronda de Doha, en punto muerto desde su lanzamiento en 2001.

Azevedo intenta un éxito que no pudo coronar su predecesor en el cargo, el francés Pascal Lamy, a quien sucedió en septiembre.

‘Sería un resultado trágico’ no conseguir un acuerdo, dijo Azevedo al dar por iniciadas las negociaciones, en las que participan hasta el viernes los ministros de los 159 estados miembros de la OMC.

Sin embargo, pese a meses de negociaciones, los ministros no encontrarán en la mesa ningún preacuerdo, por lo que es poco probable que lleguen a algún compromiso en Bali.

En la turística isla indonesia no sólo se trata de adoptar ‘medidas para incentivar la economía mundial’, había advertido el director general de la OMC en una carta abierta publicada el domingo en el Wall Street Journal, sino de definir el ‘papel de la OMC y del multilateralismo’ como sistema.

Un nuevo fracaso en Bali podría poner fin a las negociaciones multilaterales sobre la apertura del comercio, ahora que se multiplican los acuerdos bilaterales o regionales, como el de la Unión Europea y Canadá, por ejemplo.

‘No podemos olvidar la importancia que tendría un resultado tangible en Bali para nuestra fe en el sistema multilateral’, había afirmado el lunes el ministro indonesio de Comercio, Gita Wirjawan, presidente de la reunión ministerial.

Aunque un eventual acuerdo sólo represente del ‘5 al 10%’ de los objetivos de liberalización del comercio mundial que la OMC definió en Doha en 2001, eso sería ‘infinitamente mejor que lo que hemos tenido en los últimos doce años’, subrayó.

En un nuevo llamamiento realizado este martes por la mañana, el ministro instó a los Estados miembros a que no sean ‘rehenes de las divergencias entre unos y otros’, en referencia a la espinosa cuestión de la seguridad alimentaria, manzana de la discordia de las discusiones.

Los países en desarrollo del G33 quieren más subvenciones para los productos agrícolas, con el fin de ayudar a sus agricultores para que los más pobres tengan acceso a los alimentos, pero la OMC lo ve como una forma de ‘dumping’.

El gobierno indio, que lidera este combate, ha reiterado su determinación para conseguirlo. ‘No podemos permitir más que los intereses de nuestros agricultores se vean sacrificados por las ambiciones mercantilistas de los ricos’, declaró el combativo ministro indio de Comercio, Anand Sharma, citado el lunes en la prensa de su país.

Delhi, que se prepara para elecciones nacionales, ha anunciado un programa para ofrecer a precios bajos alimentos básicos para más de 800 millones de pobres.

La posibilidad de un compromiso con India parece condicionar cualquier acuerdo en Bali, lo que hizo que Roberto Azevedo invocara un gesto ‘político’ horas antes de iniciarse la reunión. ‘Es una cuestión de voluntad política. La decisión está en manos de los ministros’, zanjó.

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La OMC se reúne en Bali con escasas posibilidades de reactivar Doha

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03 de diciembre, 2013

La Organización Mundial de Comercio (OMC) inició este martes en la isla indonesia de Bali una crucial reunión ministerial, en un desesperado intento de reactivar la Ronda de Doha y, con ella, el multilateralismo en el comercio mundial.

Tras los fracasos de Cancún en 2003, Hong Kong en 2005 y Ginebra en 2009 y 2011, los ministros de Comercio de la OMC se reúnen en Bali con la sensación de que se trata de la ‘última oportunidad’ para reactivar este ambicioso proyecto que pretende eliminar trabas al comercio, en particular el agrícola.

‘Hay que concluir aquí. Es ahora o nunca’, lanzó Roberto Azevedo, director general de la OMC, al inaugurar la conferencia. ‘Un acuerdo es posible’, aseguró el brasileño.

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‘La OMC atraviesa una larga noche y espero que en Bali podamos percibir el alba de un nuevo mundo’, declaró en un breve discurso.

‘Si fracasamos, no sólamente estará perdido el paquete de medidas debatido en Bali. Lo que está en juego es el propio multilateralismo’, advirtió el nuevo director, que despliega esfuerzos desesperados para reactivar las negociaciones de la Ronda de Doha, en punto muerto desde su lanzamiento en 2001.

Azevedo intenta un éxito que no pudo coronar su predecesor en el cargo, el francés Pascal Lamy, a quien sucedió en septiembre.

‘Sería un resultado trágico’ no conseguir un acuerdo, dijo Azevedo al dar por iniciadas las negociaciones, en las que participan hasta el viernes los ministros de los 159 estados miembros de la OMC.

Sin embargo, pese a meses de negociaciones, los ministros no encontrarán en la mesa ningún preacuerdo, por lo que es poco probable que lleguen a algún compromiso en Bali.

En la turística isla indonesia no sólo se trata de adoptar ‘medidas para incentivar la economía mundial’, había advertido el director general de la OMC en una carta abierta publicada el domingo en el Wall Street Journal, sino de definir el ‘papel de la OMC y del multilateralismo’ como sistema.

Un nuevo fracaso en Bali podría poner fin a las negociaciones multilaterales sobre la apertura del comercio, ahora que se multiplican los acuerdos bilaterales o regionales, como el de la Unión Europea y Canadá, por ejemplo.

‘No podemos olvidar la importancia que tendría un resultado tangible en Bali para nuestra fe en el sistema multilateral’, había afirmado el lunes el ministro indonesio de Comercio, Gita Wirjawan, presidente de la reunión ministerial.

Aunque un eventual acuerdo sólo represente del ‘5 al 10%’ de los objetivos de liberalización del comercio mundial que la OMC definió en Doha en 2001, eso sería ‘infinitamente mejor que lo que hemos tenido en los últimos doce años’, subrayó.

En un nuevo llamamiento realizado este martes por la mañana, el ministro instó a los Estados miembros a que no sean ‘rehenes de las divergencias entre unos y otros’, en referencia a la espinosa cuestión de la seguridad alimentaria, manzana de la discordia de las discusiones.

Los países en desarrollo del G33 quieren más subvenciones para los productos agrícolas, con el fin de ayudar a sus agricultores para que los más pobres tengan acceso a los alimentos, pero la OMC lo ve como una forma de ‘dumping’.

El gobierno indio, que lidera este combate, ha reiterado su determinación para conseguirlo. ‘No podemos permitir más que los intereses de nuestros agricultores se vean sacrificados por las ambiciones mercantilistas de los ricos’, declaró el combativo ministro indio de Comercio, Anand Sharma, citado el lunes en la prensa de su país.

Delhi, que se prepara para elecciones nacionales, ha anunciado un programa para ofrecer a precios bajos alimentos básicos para más de 800 millones de pobres.

La posibilidad de un compromiso con India parece condicionar cualquier acuerdo en Bali, lo que hizo que Roberto Azevedo invocara un gesto ‘político’ horas antes de iniciarse la reunión. ‘Es una cuestión de voluntad política. La decisión está en manos de los ministros’, zanjó.