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Brasil: multas a clubes y suspensión de árbitro tras partido con brutal enfrentamiento

Redacción República
10 de diciembre, 2013

El tribunal brasileño de Justicia Deportiva (STJD) juzgará al árbitro y los clubes involucrados en el partido de fútbol entre Vasco y Atlético Paranaense que terminó en un brutal enfrentamiento entre sus hinchas que dejó cuatro heridos, uno aún hospitalizado.

Las impactantes imágenes del domingo en el estadio Arena Joinville de esa ciudad del estado de Santa Catarina (sur), que mostraron a fanáticos de estos clubes dándose empujones, patadas y puñetazos, usando inclusive palos metálicos, encendieron las alarmas sobre la seguridad a seis meses del Mundial-2014.

‘Por la gravedad del caso tenemos que juzgar (el hecho), ahora porque todos quieren una respuesta. Ya estoy viendo si se hace una sesión extraordinaria. No lo vamos a dejar para 2014’, dijo este martes Flavio Zveiter, presidente del STJD, que depende de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), al sitio Globo Esporte.

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El fiscal deportivo Paulo Schmitt pidió multas de hasta 100.000 reales (USD 43.400) para los clubes y la suspensión por 120 días del árbitro Ricardo Ribeiro por reiniciar el partido -que terminó 5-1 a favor del Paranaense y decretó el descenso de Vasco a la segunda división- ‘sin la seguridad adecuada’.

La pelea -dos días después del sorteo de grupos del Mundial de 2014- comenzó en las gradas donde las ‘barras bravas’ estaban separadas sólo por una cuerda y eran vigiladas apenas por unos pocos guardias privados.

La policía militar señaló que tardó en reaccionar porque al ser un evento privado, la seguridad dentro del estadio estaba a cargo de una empresa y no de la institución.

Esa fuerza de seguridad estaba concentrada en las afueras del estadio e intervino varios minutos después disparando gases y balas de goma. Un helicóptero de la policía aterrizó en el medio del campo para rescatar a los heridos.

Brasil se empeña en mejorar su imagen y su seguridad pública, ante la celebración del Mundial de 2014. La FIFA dijo el lunes que confiaba en el ‘plan integral’ de las autoridades que operará con policía y seguridad privada.

La presidenta Dilma Rousseff condenó la violencia en los estadios, que ‘va contra todo lo que consideramos fútbol’.

La fiscalía pidió también que el Paranaense no pueda jugar por 20 partidos en su estadio, mientras que el Vasco perdería la localía por 10. El Arena Joinville fue temporalmente cerrado y las federaciones de Santa Catarina y Paraná pueden ser también multadas.

Schmitt descartó el martes cualquier posibilidad de aceptar la solicitud de Vasco de repetir el partido bajo el argumento de que fue interrumpido por más de una hora.

La CBF estipula que un partido debe ser anulado después de una interrupción de más una hora, pero Schmitt consideró que la paralización respondió a una táctica del Vasco.

El presidente del Paranaense dijo incluso en una entrevista radial que los aficionados del Vasco ‘buscaron premeditadamente causar problemas’, en una ‘última esperanza para no ellos no regresaran a su lugar, la segunda división’.

Vasco descendió junto al campeón brasileño de 2012, Fluminense, Naútico y Ponte Preta.

Brasil tiene algunas hinchadas reconocidas por incidentes violentos. Según un recuento del diario deportivo Lance, este año han muerto 30 personas en incidentes entre hinchadas en Brasil.

El pasado 25 de agosto, hinchas del Vasco y del Corinthians, otro equipo con enorme hinchada, se enfrentaron a golpes en las gradas del estadio Mané Garrincha de Brasilia, que a diferencia del de Joinville sí es mundialista.

Uno de los tres ‘torcedores’ aún detenidos es Jonathan Fernandes dos Santos (29 años), que según la televisión Sportv, también participó en el tumulto en Brasilia.

Dos Santos, miembro de la organización ‘Força Jovem’ (fuerza joven) del Vasco, fue imputado junto a otras siete personas en 2007 como uno de los responsables del asesinato a golpes de un dirigente de la hinchada del club Flamengo, también de Rio de Janeiro. Pero la justicia no logró identificarlo como uno de los agresores.

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Brasil: multas a clubes y suspensión de árbitro tras partido con brutal enfrentamiento

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10 de diciembre, 2013

El tribunal brasileño de Justicia Deportiva (STJD) juzgará al árbitro y los clubes involucrados en el partido de fútbol entre Vasco y Atlético Paranaense que terminó en un brutal enfrentamiento entre sus hinchas que dejó cuatro heridos, uno aún hospitalizado.

Las impactantes imágenes del domingo en el estadio Arena Joinville de esa ciudad del estado de Santa Catarina (sur), que mostraron a fanáticos de estos clubes dándose empujones, patadas y puñetazos, usando inclusive palos metálicos, encendieron las alarmas sobre la seguridad a seis meses del Mundial-2014.

‘Por la gravedad del caso tenemos que juzgar (el hecho), ahora porque todos quieren una respuesta. Ya estoy viendo si se hace una sesión extraordinaria. No lo vamos a dejar para 2014’, dijo este martes Flavio Zveiter, presidente del STJD, que depende de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), al sitio Globo Esporte.

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El fiscal deportivo Paulo Schmitt pidió multas de hasta 100.000 reales (USD 43.400) para los clubes y la suspensión por 120 días del árbitro Ricardo Ribeiro por reiniciar el partido -que terminó 5-1 a favor del Paranaense y decretó el descenso de Vasco a la segunda división- ‘sin la seguridad adecuada’.

La pelea -dos días después del sorteo de grupos del Mundial de 2014- comenzó en las gradas donde las ‘barras bravas’ estaban separadas sólo por una cuerda y eran vigiladas apenas por unos pocos guardias privados.

La policía militar señaló que tardó en reaccionar porque al ser un evento privado, la seguridad dentro del estadio estaba a cargo de una empresa y no de la institución.

Esa fuerza de seguridad estaba concentrada en las afueras del estadio e intervino varios minutos después disparando gases y balas de goma. Un helicóptero de la policía aterrizó en el medio del campo para rescatar a los heridos.

Brasil se empeña en mejorar su imagen y su seguridad pública, ante la celebración del Mundial de 2014. La FIFA dijo el lunes que confiaba en el ‘plan integral’ de las autoridades que operará con policía y seguridad privada.

La presidenta Dilma Rousseff condenó la violencia en los estadios, que ‘va contra todo lo que consideramos fútbol’.

La fiscalía pidió también que el Paranaense no pueda jugar por 20 partidos en su estadio, mientras que el Vasco perdería la localía por 10. El Arena Joinville fue temporalmente cerrado y las federaciones de Santa Catarina y Paraná pueden ser también multadas.

Schmitt descartó el martes cualquier posibilidad de aceptar la solicitud de Vasco de repetir el partido bajo el argumento de que fue interrumpido por más de una hora.

La CBF estipula que un partido debe ser anulado después de una interrupción de más una hora, pero Schmitt consideró que la paralización respondió a una táctica del Vasco.

El presidente del Paranaense dijo incluso en una entrevista radial que los aficionados del Vasco ‘buscaron premeditadamente causar problemas’, en una ‘última esperanza para no ellos no regresaran a su lugar, la segunda división’.

Vasco descendió junto al campeón brasileño de 2012, Fluminense, Naútico y Ponte Preta.

Brasil tiene algunas hinchadas reconocidas por incidentes violentos. Según un recuento del diario deportivo Lance, este año han muerto 30 personas en incidentes entre hinchadas en Brasil.

El pasado 25 de agosto, hinchas del Vasco y del Corinthians, otro equipo con enorme hinchada, se enfrentaron a golpes en las gradas del estadio Mané Garrincha de Brasilia, que a diferencia del de Joinville sí es mundialista.

Uno de los tres ‘torcedores’ aún detenidos es Jonathan Fernandes dos Santos (29 años), que según la televisión Sportv, también participó en el tumulto en Brasilia.

Dos Santos, miembro de la organización ‘Força Jovem’ (fuerza joven) del Vasco, fue imputado junto a otras siete personas en 2007 como uno de los responsables del asesinato a golpes de un dirigente de la hinchada del club Flamengo, también de Rio de Janeiro. Pero la justicia no logró identificarlo como uno de los agresores.