Pocas personas pueden criticar la importancia que tiene el trabajo entre sector público y privado, para cooperar activamente en acciones que permitan generar mayor desarrollo económico y social. En materia de crecimiento económico, Guatemala ha crecido de forma estable, sin embargo, no ha sido suficiente para reducir la pobreza. Este año, según las últimas estimaciones del Banco de Guatemala, el crecimiento económico llegará a un 3.5 por ciento.
Para reducir la pobreza, necesitamos que el país crezca como mínimo por encima del seis por ciento anual. Es por ello que este año se empezó a trabajar de forma conjunta sector público y privado, a través de la iniciativa Mejoremos Guate, el proyecto Aceleración del Crecimiento Económico, con cuatro grandes áreas: generar un fondo para microcrédito, fortalecer el crédito enfocado hacia vivienda, inversiones inclusivas a través de 25 sectores de la economía, y proyectos dinamizadores en los territorios.
El fondo para microcrédito es un trabajo importante con el Ministerio de Economía, para impulsar más emprendimientos rurales y encadenamientos productivos. En el tema de vivienda, ha habido importantes avances que se materializaron hace algunos días, con las reformas que ocurrieron en la Ley de Actualización Tributaria, que permitirá crear más empleos en el sector de la construcción y que ayudará a reducir el déficit habitacional de 1.7 millones de viviendas. Cada año crece el déficit en 50 mil viviendas y lo más que se ha logrado construir han sido 12 mil unidades al año. Necesitamos un fideicomiso destinado a la vivienda, apoyado por el Gobierno, para fortalecer el crédito y reactivar un sector económico que crea mucho empleo para el país.
El tercer eje de inversiones inclusivas, tiene dos proyectos específicos en dos de los 25 sectores que se han analizado: aumentar el inglés para ‘Call centers’ y empresas de ‘outsourcing’, que permitirá que un sector que hoy genera 20 mil empleos formales, crezca a 50 mil en menos de cinco años. Adicionalmente un proyecto de mini riego para el sector agrícola, que ayude a fortalecer el desarrollo rural.
Por último, fomentar programas dinamizadores en los territorios, a través de la creación de una Estructuradora de Proyectos, que permita la pre inversión de grandes inversiones de infraestructura, tan necesarios tales como ferrocarriles, carreteras, puertos y aeropuertos en el área rural.
Todas estas iniciativas son viables y tendrán mucho éxito, siempre y cuando el siguiente Gobierno también continúe trabajando de forma conjunta sector público y privado.
Pocas personas pueden criticar la importancia que tiene el trabajo entre sector público y privado, para cooperar activamente en acciones que permitan generar mayor desarrollo económico y social. En materia de crecimiento económico, Guatemala ha crecido de forma estable, sin embargo, no ha sido suficiente para reducir la pobreza. Este año, según las últimas estimaciones del Banco de Guatemala, el crecimiento económico llegará a un 3.5 por ciento.
Para reducir la pobreza, necesitamos que el país crezca como mínimo por encima del seis por ciento anual. Es por ello que este año se empezó a trabajar de forma conjunta sector público y privado, a través de la iniciativa Mejoremos Guate, el proyecto Aceleración del Crecimiento Económico, con cuatro grandes áreas: generar un fondo para microcrédito, fortalecer el crédito enfocado hacia vivienda, inversiones inclusivas a través de 25 sectores de la economía, y proyectos dinamizadores en los territorios.
El fondo para microcrédito es un trabajo importante con el Ministerio de Economía, para impulsar más emprendimientos rurales y encadenamientos productivos. En el tema de vivienda, ha habido importantes avances que se materializaron hace algunos días, con las reformas que ocurrieron en la Ley de Actualización Tributaria, que permitirá crear más empleos en el sector de la construcción y que ayudará a reducir el déficit habitacional de 1.7 millones de viviendas. Cada año crece el déficit en 50 mil viviendas y lo más que se ha logrado construir han sido 12 mil unidades al año. Necesitamos un fideicomiso destinado a la vivienda, apoyado por el Gobierno, para fortalecer el crédito y reactivar un sector económico que crea mucho empleo para el país.
El tercer eje de inversiones inclusivas, tiene dos proyectos específicos en dos de los 25 sectores que se han analizado: aumentar el inglés para ‘Call centers’ y empresas de ‘outsourcing’, que permitirá que un sector que hoy genera 20 mil empleos formales, crezca a 50 mil en menos de cinco años. Adicionalmente un proyecto de mini riego para el sector agrícola, que ayude a fortalecer el desarrollo rural.
Por último, fomentar programas dinamizadores en los territorios, a través de la creación de una Estructuradora de Proyectos, que permita la pre inversión de grandes inversiones de infraestructura, tan necesarios tales como ferrocarriles, carreteras, puertos y aeropuertos en el área rural.
Todas estas iniciativas son viables y tendrán mucho éxito, siempre y cuando el siguiente Gobierno también continúe trabajando de forma conjunta sector público y privado.