Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Se agota plazo de ultimátum que puede frenar la ampliación del canal de Panamá

Redacción República
19 de enero, 2014

El plazo dado por el consorcio que realiza la ampliación del canal de Panamá para recibir más recursos o frenar la obra se agota el lunes, en medio de esfuerzos de diálogo de última hora para evitar la paralización de los trabajos.

El consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC), encabezado por la constructora española Sacyr, y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) han mantenido contactos en los últimos días sin alcanzar un acuerdo.

‘Hemos mantenido comunicación con el líder del Consorcio (Manuel Manrique, presidente de Sacyr) durante el fin de semana’, aseguró este domingo a la AFP el administrador del canal Jorge Quijano, sin entrar en detalles sobre el contenido de las conversaciones.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

‘Creo que hasta mañana (lunes) en la tarde no sabremos el desenlace de esta situación’, añadió el funcionario del canal, la vía interocéanica por la que pasa el 5% del comercio mundial.

Las declaraciones de Quijano se producen a menos de 24 horas para que finalice el plazo dado por el consorcio GUPC, que además de Sacyr de España también está integrado por Impregilo de Italia, Jan de Nul de Bélgica y Constructora Urbana (CUSA) de Panamá.

El consorcio advirtió que a partir del lunes suspenderá la construcción del tercer juego de esclusas -el proyecto más importante de la ampliación del canal- si no se le reconoce un sobrecosto de 1.600 millones de dólares sobre el monto del contrato original (3.200 millones).

GUPC asegura que hay sobrecostos por ‘imprevistos’ e informes geológicos erróneos. Por otro lado, la ACP considera que el consorcio tuvo el tiempo suficiente para hacer sus propios estudios del proyecto.

‘Nosotros esperamos que GUPC encuentre un camino que les permita seguir adelante con la obra y continuar presentando y sustentando sus reclamos mediante las vías establecidas en el contrato’, manifestó Quijano, quien agregó que los trabajos se concluirán ‘con o sin’ el consorcio actual.

La ampliación del canal comenzó en 2009 y estaba previsto que finalizara en 2014, cuando la vía cumple 100 años. Sin embargo, los trabajos llevan un retraso de nueve meses y ahora está previsto que las obras terminen en junio de 2015.

Una nueva demora implica para Panamá un retraso en los ingresos proyectados por el paso de los superbuques por el canal ampliado.

‘Vamos a esperar a mañana para ver si el contratista abandona o no la obra’, dijo a la AFP el ministro del canal, Roberto Roy.

El funcionario se mostró ‘optimista’ de que pueda encontrarse una solución a la disputa, aunque ‘hay que ir con pies de plomo’, advirtió.

La estrategia del consorcio

Con la crisis desatada en las obras del canal, son muchos los expertos que ahora ponen en duda la adjudicación de los trabajos a este consorcio liderado por Sacyr.

‘En el mercado español y en esta empresa en particular (Sacyr) es costumbre hacer ofertas temerarias para lograr una adjudicación que a todas luces no guarda proporción con lo que el mercado está diciendo’, dijo a la AFP Francisco Bustamante, economista jubilado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El 8 de julio de 2009 GUPC ganó la licitación al presentar la mejor evaluación técnica y el menor precio, 3.118 millones de dólares, inferior en 363 millones al precio presupuestado por la ACP para realizar las obras.

Además, la oferta de GUPC fue muy inferior a la de otros competidores, por ejemplo, el consorcio Bechtel -integrado por estadounidenses y japoneses- solicitó 4.185 millones de dólares y el consorcio CANAL -encabezado también por españoles- pidió 5.981 millones de dólares.

‘Ellos han gastado más de lo que habían programado y no tienen cash flow ni financiamiento tampoco para poder esperar el fallo del arbitraje. Es un problema real’, dijo a la AFP Fernando Aramburú, exministro panameño de Economía y presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE).

‘Aquí caben preguntas fundamentales: ‘¿Cómo pudo contratarse a una empresa que ya había indicios que no tenía ni la solvencia financiera para concluir la obra?’, dijo a la AFP el economista Horacio Estribí.

El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, aseguró hace días que el consorcio ‘bajo ningún concepto va a abandonar la obra’.

El exadministrador del canal, Alberto Alemán, también echó esta semana un capote al consorcio y defendió la contratación bajo su mandato.

‘Ellos han demostrado que tienen capacidad para hacer la obra’ y Sacyr e Impregilo ‘cerraron el año con buenos resultados y su capacidad financiera está comprobada’, aseguró Alemán a la prensa local.

Según el gobierno panameño y los sindicatos, en los últimos meses más del 50% de los aproximadamente 5.000 trabajadores con los que contaba el consorcio han abandonado sus labores.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

Se agota plazo de ultimátum que puede frenar la ampliación del canal de Panamá

Redacción República
19 de enero, 2014

El plazo dado por el consorcio que realiza la ampliación del canal de Panamá para recibir más recursos o frenar la obra se agota el lunes, en medio de esfuerzos de diálogo de última hora para evitar la paralización de los trabajos.

El consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC), encabezado por la constructora española Sacyr, y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) han mantenido contactos en los últimos días sin alcanzar un acuerdo.

‘Hemos mantenido comunicación con el líder del Consorcio (Manuel Manrique, presidente de Sacyr) durante el fin de semana’, aseguró este domingo a la AFP el administrador del canal Jorge Quijano, sin entrar en detalles sobre el contenido de las conversaciones.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

‘Creo que hasta mañana (lunes) en la tarde no sabremos el desenlace de esta situación’, añadió el funcionario del canal, la vía interocéanica por la que pasa el 5% del comercio mundial.

Las declaraciones de Quijano se producen a menos de 24 horas para que finalice el plazo dado por el consorcio GUPC, que además de Sacyr de España también está integrado por Impregilo de Italia, Jan de Nul de Bélgica y Constructora Urbana (CUSA) de Panamá.

El consorcio advirtió que a partir del lunes suspenderá la construcción del tercer juego de esclusas -el proyecto más importante de la ampliación del canal- si no se le reconoce un sobrecosto de 1.600 millones de dólares sobre el monto del contrato original (3.200 millones).

GUPC asegura que hay sobrecostos por ‘imprevistos’ e informes geológicos erróneos. Por otro lado, la ACP considera que el consorcio tuvo el tiempo suficiente para hacer sus propios estudios del proyecto.

‘Nosotros esperamos que GUPC encuentre un camino que les permita seguir adelante con la obra y continuar presentando y sustentando sus reclamos mediante las vías establecidas en el contrato’, manifestó Quijano, quien agregó que los trabajos se concluirán ‘con o sin’ el consorcio actual.

La ampliación del canal comenzó en 2009 y estaba previsto que finalizara en 2014, cuando la vía cumple 100 años. Sin embargo, los trabajos llevan un retraso de nueve meses y ahora está previsto que las obras terminen en junio de 2015.

Una nueva demora implica para Panamá un retraso en los ingresos proyectados por el paso de los superbuques por el canal ampliado.

‘Vamos a esperar a mañana para ver si el contratista abandona o no la obra’, dijo a la AFP el ministro del canal, Roberto Roy.

El funcionario se mostró ‘optimista’ de que pueda encontrarse una solución a la disputa, aunque ‘hay que ir con pies de plomo’, advirtió.

La estrategia del consorcio

Con la crisis desatada en las obras del canal, son muchos los expertos que ahora ponen en duda la adjudicación de los trabajos a este consorcio liderado por Sacyr.

‘En el mercado español y en esta empresa en particular (Sacyr) es costumbre hacer ofertas temerarias para lograr una adjudicación que a todas luces no guarda proporción con lo que el mercado está diciendo’, dijo a la AFP Francisco Bustamante, economista jubilado del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El 8 de julio de 2009 GUPC ganó la licitación al presentar la mejor evaluación técnica y el menor precio, 3.118 millones de dólares, inferior en 363 millones al precio presupuestado por la ACP para realizar las obras.

Además, la oferta de GUPC fue muy inferior a la de otros competidores, por ejemplo, el consorcio Bechtel -integrado por estadounidenses y japoneses- solicitó 4.185 millones de dólares y el consorcio CANAL -encabezado también por españoles- pidió 5.981 millones de dólares.

‘Ellos han gastado más de lo que habían programado y no tienen cash flow ni financiamiento tampoco para poder esperar el fallo del arbitraje. Es un problema real’, dijo a la AFP Fernando Aramburú, exministro panameño de Economía y presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE).

‘Aquí caben preguntas fundamentales: ‘¿Cómo pudo contratarse a una empresa que ya había indicios que no tenía ni la solvencia financiera para concluir la obra?’, dijo a la AFP el economista Horacio Estribí.

El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, aseguró hace días que el consorcio ‘bajo ningún concepto va a abandonar la obra’.

El exadministrador del canal, Alberto Alemán, también echó esta semana un capote al consorcio y defendió la contratación bajo su mandato.

‘Ellos han demostrado que tienen capacidad para hacer la obra’ y Sacyr e Impregilo ‘cerraron el año con buenos resultados y su capacidad financiera está comprobada’, aseguró Alemán a la prensa local.

Según el gobierno panameño y los sindicatos, en los últimos meses más del 50% de los aproximadamente 5.000 trabajadores con los que contaba el consorcio han abandonado sus labores.