El pasado domingo 1ro de junio, dejó la Presidencia de la República de El Salvador, Mauricio Funes y entregó el poder al recién electo Presidente Sánchez Cerén. A primera vista, todo pareció una transición normal, un traspaso presidencial más, y con el mismo partido continuando al frente del Poder Ejecutivo. Sin embargo si miramos más a fondo, la realidad es que Mauricio Funes le devuelve la corbata prestada al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), la cual uso desde que ganó las elecciones del 15 de marzo del 2009, y que sus propietarios estaban ansiosos por que les fuera devuelta. El FLMN venía de tres derrotas consecutivas desde su conversión a un partido político y dos de esas derrotas fueron con excomandantes guerrilleros emblemáticos, Facundo Guardado en 1999 y Shafick Handal en el 2004, por lo cual temían arriesgarse a una derrota más y optaron por un candidato externo, decidiéndose por el periodista que contaba con un amplio reconocimiento popular, gracias a su exposición mediática.
El pasado domingo 1ro de junio, dejó la Presidencia de la República de El Salvador, Mauricio Funes y entregó el poder al recién electo Presidente Sánchez Cerén. A primera vista, todo pareció una transición normal, un traspaso presidencial más, y con el mismo partido continuando al frente del Poder Ejecutivo. Sin embargo si miramos más a fondo, la realidad es que Mauricio Funes le devuelve la corbata prestada al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), la cual uso desde que ganó las elecciones del 15 de marzo del 2009, y que sus propietarios estaban ansiosos por que les fuera devuelta. El FLMN venía de tres derrotas consecutivas desde su conversión a un partido político y dos de esas derrotas fueron con excomandantes guerrilleros emblemáticos, Facundo Guardado en 1999 y Shafick Handal en el 2004, por lo cual temían arriesgarse a una derrota más y optaron por un candidato externo, decidiéndose por el periodista que contaba con un amplio reconocimiento popular, gracias a su exposición mediática.