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Presidentes con corbata prestada

Redacción
06 de junio, 2014

El pasado domingo 1ro de junio, dejó la Presidencia de la República de El Salvador, Mauricio Funes y entregó el poder al recién electo Presidente Sánchez Cerén. A primera vista, todo pareció una transición normal, un traspaso presidencial más, y con el mismo partido continuando al frente del Poder Ejecutivo. Sin embargo si miramos más a fondo, la realidad es que Mauricio Funes le devuelve la corbata prestada al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), la cual uso desde que ganó las elecciones del 15 de marzo del 2009, y que sus propietarios estaban ansiosos por que les fuera devuelta. El FLMN venía de tres derrotas consecutivas desde su conversión a un partido político y dos de esas derrotas fueron con excomandantes guerrilleros emblemáticos, Facundo Guardado en 1999 y Shafick Handal en el 2004, por lo cual temían arriesgarse a una derrota más y optaron por un candidato externo, decidiéndose por el periodista que contaba con un amplio reconocimiento popular, gracias a su exposición mediática. 

Las marcadas diferencias entre el Partido y Funes se manifestaron inmediatamente desde que asumió el poder, las discrepancias no solo fueron a lo interno de las políticas públicas del país y en torno a algunas destituciones y cambios en Secretarías y Ministerios importantes, dejando fuera a personas militantes del FMLN; sino que también en la política exterior, destacando entre ellas el distanciamiento de Venezuela y del ALBA, y la postura frente a la crisis institucional en Honduras en el 2009, entre otras. 
Como ejemplo más reciente, la confrontación verbal el pasado 18 de mayo, entre Funes y el ahora nuevo secretario Técnico de la Presidencia, Roberto Lorenza, evidenció esas diferencias entre el FMLN y el Presidente, cuando le dijo: “En ningún momento he dejado de lado mis facultades presidenciales para hacer nombramientos y para presentar iniciativas de ley”, después de que Lorenzana criticara un nombramiento de última hora hecho por el Presidente. Esta última actitud de soberbia, demostró lo aferrado que estaba Mauricio Funes al poder y que no le será fácil acostumbrarse nuevamente a no tenerlo. Como era de esperarse, al dejar la Presidencia ha optado por ocupar una Curul que el Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) le garantiza, y de esa manera se aleja del País por un tiempo y gozará de la tan codiciada Inmunidad Parlamentaria por cinco años. 
A pesar de las diferencias, al final el FMLN supo hábilmente sacar provecho de lo poco rescatable de la gestión de Mauricio Funes, entre ellos la popularidad de la ex Primera Dama Vanda Pignato, quien acorde a la última encuesta de CID Gallup de Mayo del 2014, deja la Casa Presidencial con un 90 % de aceptación popular, algo que rápidamente el FMLN traspasó a su favor, ratificándola al frente de la Secretaría de Inclusión Social. 
El caso de Funes no es el único en El Salvador, Antonio Elías Saca ganó la presidencia en el 2004 sin haber pertenecido nunca al Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), él también fue un Periodista y fungía como un alto dirigente Gremial cuando ARENA lo convenció de unirse a su organización. Sin embargo, ahora se encuentra no solo expulsado de ARENA, sino que también declarado persona non grata vitaliciamente. 
La lección que debemos de tomar de estos casos, los cuales ojalá no se vuelvan a repetir en El Salvador y que también sirvan de ejemplo para los demás países centroamericanos, es que nuevamente podamos ver a los partidos políticos cumplir eficazmente con la función olvidada de generar líderes, en vez de solo alquilarlos, ya que al final el costo de prestar la corbata puede resultar muy alto.

Presidentes con corbata prestada

Redacción
06 de junio, 2014

El pasado domingo 1ro de junio, dejó la Presidencia de la República de El Salvador, Mauricio Funes y entregó el poder al recién electo Presidente Sánchez Cerén. A primera vista, todo pareció una transición normal, un traspaso presidencial más, y con el mismo partido continuando al frente del Poder Ejecutivo. Sin embargo si miramos más a fondo, la realidad es que Mauricio Funes le devuelve la corbata prestada al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), la cual uso desde que ganó las elecciones del 15 de marzo del 2009, y que sus propietarios estaban ansiosos por que les fuera devuelta. El FLMN venía de tres derrotas consecutivas desde su conversión a un partido político y dos de esas derrotas fueron con excomandantes guerrilleros emblemáticos, Facundo Guardado en 1999 y Shafick Handal en el 2004, por lo cual temían arriesgarse a una derrota más y optaron por un candidato externo, decidiéndose por el periodista que contaba con un amplio reconocimiento popular, gracias a su exposición mediática. 

Las marcadas diferencias entre el Partido y Funes se manifestaron inmediatamente desde que asumió el poder, las discrepancias no solo fueron a lo interno de las políticas públicas del país y en torno a algunas destituciones y cambios en Secretarías y Ministerios importantes, dejando fuera a personas militantes del FMLN; sino que también en la política exterior, destacando entre ellas el distanciamiento de Venezuela y del ALBA, y la postura frente a la crisis institucional en Honduras en el 2009, entre otras. 
Como ejemplo más reciente, la confrontación verbal el pasado 18 de mayo, entre Funes y el ahora nuevo secretario Técnico de la Presidencia, Roberto Lorenza, evidenció esas diferencias entre el FMLN y el Presidente, cuando le dijo: “En ningún momento he dejado de lado mis facultades presidenciales para hacer nombramientos y para presentar iniciativas de ley”, después de que Lorenzana criticara un nombramiento de última hora hecho por el Presidente. Esta última actitud de soberbia, demostró lo aferrado que estaba Mauricio Funes al poder y que no le será fácil acostumbrarse nuevamente a no tenerlo. Como era de esperarse, al dejar la Presidencia ha optado por ocupar una Curul que el Tratado Constitutivo del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) le garantiza, y de esa manera se aleja del País por un tiempo y gozará de la tan codiciada Inmunidad Parlamentaria por cinco años. 
A pesar de las diferencias, al final el FMLN supo hábilmente sacar provecho de lo poco rescatable de la gestión de Mauricio Funes, entre ellos la popularidad de la ex Primera Dama Vanda Pignato, quien acorde a la última encuesta de CID Gallup de Mayo del 2014, deja la Casa Presidencial con un 90 % de aceptación popular, algo que rápidamente el FMLN traspasó a su favor, ratificándola al frente de la Secretaría de Inclusión Social. 
El caso de Funes no es el único en El Salvador, Antonio Elías Saca ganó la presidencia en el 2004 sin haber pertenecido nunca al Partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), él también fue un Periodista y fungía como un alto dirigente Gremial cuando ARENA lo convenció de unirse a su organización. Sin embargo, ahora se encuentra no solo expulsado de ARENA, sino que también declarado persona non grata vitaliciamente. 
La lección que debemos de tomar de estos casos, los cuales ojalá no se vuelvan a repetir en El Salvador y que también sirvan de ejemplo para los demás países centroamericanos, es que nuevamente podamos ver a los partidos políticos cumplir eficazmente con la función olvidada de generar líderes, en vez de solo alquilarlos, ya que al final el costo de prestar la corbata puede resultar muy alto.