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Reducir 10% la desnutrición: Una meta aspiracional que será incumplida

Redacción
15 de julio, 2014
Era un 16 de febrero de 2012, cuando San JuanAtitán, Huehuetenango, el municipio con el mayor índice de desnutrición enniños menores de 5 años a nivel nacional, con un 91.4%, era escenario dellanzamiento del Pacto Hambre Cero. Una política que se posicionaba comohistórica porque movilizaría en un mismo objetivo a varios sectores bajo elcriterio de la sensibilización sobre el problema de la desnutrición enGuatemala. El Gobierno Patriota lanzó uno de los tres ejesprincipales de la administración de Otto Pérez Molina. El problema de la desnutriciónse posicionó en la agenda pública y se recordó a la población que el 49.8% deniños padecen de desnutrición crónica. El ofrecimiento fue reducir en un 10%ese porcentaje, en los cuatro años de Gobierno.
Aunque los programas sociales no fueron unainiciativa del partido naranja sino seguimiento de lo implementado por elGobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza, con un sello particular, lameta auto impuesta fue criticada por diversos sectores de la sociedadcuestionando la viabilidad de la misma.Algunos países sudamericanos como Chile tardaronhasta cinco décadas para erradicar la desnutrición, con el condicionante de continuidaden los programas durante ese tiempo.Según el Fondo de las Naciones Unidas para laInfancia (Unicef), cuatro de cada diez niños y niñas (43.4%) menores de cincoaños presentan desnutrición crónica (la que mide la altura en relación a laedad), condición que provoca menos retención escolar, propensión a adquirirenfermedades, hasta pérdida del coeficiente intelectual. Asimismo,  indica que ladesnutrición crónica afecta a ocho de cada diez (80%) de los niños y las niñasindígenas“El 10%, unameta aspiracional para suscitar admiración mundial”

Algunos analistas consideran que la actual administración
se caracteriza por dar números al azar e imponerse metas con datos difíciles de
respaldar ya que no cuentan con bases científicas. Renzo Rosal, Director de
Incidencia Política de la Universidad Rafael Landívar, menciona que el anuncio
de la reducción del 10% en la desnutrición es un claro ejemplo.

Lo anterior lo confirman las declaraciones de LuisEnrique Monterroso, titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria yNutricional (SESAN), quien al consultarle indicó que la cifra (reducir en un10% la desnutrición crónica) fue resultado de un acuerdo entre diversos actores.“Había debate por el porcentaje correcto y se plantea que tenía que ser unameta aspiracional que tuviera una visión ambiciosa de cambio: el 10% es unameta de relevancia para que suscitara admiración mundial”, afirma elfuncionario.Monterroso comenta que aproximadamente 440 personastrabajan diariamente en la institución para erradicar la desnutrición y muestraesperanzas de llegar a la meta. Pero el funcionario se contradice: el pasado 26de mayo en declaraciones a la prensa afirmó  que “ningún país en el mundo ha reducido (la desnutrición)un 10% en cuatro años, y el reto es enorme para los guatemaltecos; para haceruna clarificación, lograr reducir un punto porcentual es una gran hazaña y esvista por especialistas como un gran logro”.Por su parte, la vicepresidente Roxana Baldetticonfirmó que no se llegará a la meta pactada pese a los esfuerzos que serealizan. Las declaraciones las hizo durante una entrevista en un programaradial cuando la vicemandataria hizo alarde que, por segundo año consecutivo,Guatemala recibió el premio como uno de los países más comprometidos con lareducción del hambre y la desnutrición, que se basa en el estudio de Índice deCompromisos de Políticas a nivel mundial.Pocacoordinación, baja ejecución y clientelismoAlgunos estudios revelan que, en años anteriores, ladesnutrición se reducía en un 1.4% anualmente. Sin embargo, “se podría lograrentre un 3 ó 4%”, afirma Byron Garoz, directivo del Colectivo de EstudiosRurales Ixim, quien asegura que la “meta no se va a lograr”. Sus cálculos sebasan en la evaluación del trabajo desempeñado por las instituciones deGobierno. Asimismo, un estudio del colectivo denominado “El combate a ladesnutrición y la reactivación de la economía campesina en Guatemala”,presentado en este mes de julio, muestra cómo la poca coordinación en elterreno, la baja ejecución presupuestaria y la dificultad para disponer derecursos financieros, obstaculizan la meta propuesta de reducción de ladesnutrición.
La Comisión de Seguridad Alimentaria del Congreso dela República encontró similar problemática, y agrega la politización y clientelismoen la entrega y desarrollo de los programas sociales. Hugo Morán, presidente dedicha Comisión, coincide que “es una meta que no se va a cumplir en ningún paísdel mundo. Cuando han tenido todas las condiciones políticas, asignaciónpresupuestaria y todo lo que se necesita para cumplir, apenas han logradoreducir un 2.5% anual la desnutrición crónica”.Por la baja ejecución de los programas sociales, labancada Encuentro por Guatemala realiza un estudio, donde se evidencia losproblemas de implementación. “Podemos ver que el porcentaje de ejecución esbajo; no llega al 50%, y hay dudas reflejándose en los niveles de ladesnutrición”, comentó la diputada Nineth Montenegro, quien comentó que losresultados generales del estudio se presentará la próxima semana.Pacto HambreCero: Q8,200 millones en el 2015Inicialmente, el presupuesto para el Plan del PactoHambre Cero fue de Q4 mil 631 millones. Para el siguiente año se solicitará Q8mil 200 millones. Dicha cantidad fue aprobada por el Consejo Nacional deSeguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan), pero debe ser aprobada por elCongreso de la República en el Presupuesto General de la Nación. Sudistribución mayoritaria será para el Ministerio de Salud Pública y AsistenciaSocial (MSPAS), por la implementación de la Ventana de los Mil Días. Sefocalizan 10 intervenciones por el MSPAS en zonas especialmente pobres yvulnerables.Hasta la fecha no se conoce una cifra aproximada dela reducción del 10% de la desnutrición; por ello, la SESAN efectuó un estudiopara conocer el avance. Los primeros resultados estarán el 25 de julio. Éste contabilizará166 municipios y 62 indicadores; además, servirá para evaluar la ejecución ydistribución del presupuesto para el próximo año.Mientras se conoce si la política pública aplicadapara reducir la desnutrición en Guatemala está funcionando, un reporte hechopor la Comisión Presidencial Interinstitucional de Análisis de la Morbilidad yMortalidad indica que hasta el pasado 20 de junio, 53 niños fallecieron pordesnutrición en 43 municipios. Además, se reportan 7 mil 43 casos de desnutrición aguda.Otrosproblemas detectadosEn el Pacto Hambre Cero, se organizan 21instituciones de Gobierno y 30 actores de otros sectores (sociales, empresas). Enel caso de las dependencias gubernamentales, se evidencian deficiencias entrabajar conjuntamente, particularmente porque los Ministros no concuerdan niaceptan las órdenes emanadas por un secretario, comenta Garoz.Además de las dificultades en comunicación y malaejecución de programas, se registra el clientelismo político-partidario. Esdecir que solamente cierto grupo de población recibe los beneficios de losprogramas sociales porque tienen algún tipo de acercamiento partidista con laactual administración.Las autoridades de la SESAN argumentan que, porprimera vez, se logró que varios ministros se sentaran y trabajaran unidos,especialmente por un tema social donde la meta es acabar con la desnutrición.Se califica la interacción de buena. “Estamos haciendo que 16 y 18 entidades públicassalgan con un solo objetivo y traigan resultados exitosos”, dice Monterroso,quien explica que estas dependencias participan en los barridos nutricionales,que es un monitoreo de peso y talla.En cuanto a la Ventana de los Mil Días, laproblemática recae en la mala atención, falta de insumos, equipamiento y pocacapacitación para el personal, según la Alianza por la Nutrición. Esta Alianza laintegra organizaciones privadas y sociedad civil y recomienda capacitaciones,mantener actualizada la información en carnés, mejoramiento de lainfraestructura de los centros y puestos de salud, así como la creación de unmodelo de gestión en la logística de insumos.Lo anterior es parte del monitoreo que la Alianzarealizó en 126 centros de atención médica del 7 de noviembre al 13 de diciembredel año pasado. Durante ese tiempo y por medio de la observación, inventario deinsumos, verificación de fichas de control y entrevistas, recopilaron lainformación.Para la vicepresidente Roxana Baldetti, este estudiono es trascendental. ‘Haceruna medición por encima es fácil pero no sirve’, dice la funcionaria,quien llamó a visitar los 166 municipios priorizados donde hay más de 20 milaldeas. Sobrelas declaraciones de Baldetti, la Fundación para el Desarrollo de Guatemala, (FUNDESA),integrante de la Alianza, aclaró que han trabajado con el Ministerio de Salud yla SESAN, en el seguimiento al informe presentado, y que han solicitado unareunión con la vicemandataria, pero ésta no se ha concretado.

Reducir 10% la desnutrición: Una meta aspiracional que será incumplida

Redacción
15 de julio, 2014
Era un 16 de febrero de 2012, cuando San JuanAtitán, Huehuetenango, el municipio con el mayor índice de desnutrición enniños menores de 5 años a nivel nacional, con un 91.4%, era escenario dellanzamiento del Pacto Hambre Cero. Una política que se posicionaba comohistórica porque movilizaría en un mismo objetivo a varios sectores bajo elcriterio de la sensibilización sobre el problema de la desnutrición enGuatemala. El Gobierno Patriota lanzó uno de los tres ejesprincipales de la administración de Otto Pérez Molina. El problema de la desnutriciónse posicionó en la agenda pública y se recordó a la población que el 49.8% deniños padecen de desnutrición crónica. El ofrecimiento fue reducir en un 10%ese porcentaje, en los cuatro años de Gobierno.
Aunque los programas sociales no fueron unainiciativa del partido naranja sino seguimiento de lo implementado por elGobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza, con un sello particular, lameta auto impuesta fue criticada por diversos sectores de la sociedadcuestionando la viabilidad de la misma.Algunos países sudamericanos como Chile tardaronhasta cinco décadas para erradicar la desnutrición, con el condicionante de continuidaden los programas durante ese tiempo.Según el Fondo de las Naciones Unidas para laInfancia (Unicef), cuatro de cada diez niños y niñas (43.4%) menores de cincoaños presentan desnutrición crónica (la que mide la altura en relación a laedad), condición que provoca menos retención escolar, propensión a adquirirenfermedades, hasta pérdida del coeficiente intelectual. Asimismo,  indica que ladesnutrición crónica afecta a ocho de cada diez (80%) de los niños y las niñasindígenas“El 10%, unameta aspiracional para suscitar admiración mundial”

Algunos analistas consideran que la actual administración
se caracteriza por dar números al azar e imponerse metas con datos difíciles de
respaldar ya que no cuentan con bases científicas. Renzo Rosal, Director de
Incidencia Política de la Universidad Rafael Landívar, menciona que el anuncio
de la reducción del 10% en la desnutrición es un claro ejemplo.

Lo anterior lo confirman las declaraciones de LuisEnrique Monterroso, titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria yNutricional (SESAN), quien al consultarle indicó que la cifra (reducir en un10% la desnutrición crónica) fue resultado de un acuerdo entre diversos actores.“Había debate por el porcentaje correcto y se plantea que tenía que ser unameta aspiracional que tuviera una visión ambiciosa de cambio: el 10% es unameta de relevancia para que suscitara admiración mundial”, afirma elfuncionario.Monterroso comenta que aproximadamente 440 personastrabajan diariamente en la institución para erradicar la desnutrición y muestraesperanzas de llegar a la meta. Pero el funcionario se contradice: el pasado 26de mayo en declaraciones a la prensa afirmó  que “ningún país en el mundo ha reducido (la desnutrición)un 10% en cuatro años, y el reto es enorme para los guatemaltecos; para haceruna clarificación, lograr reducir un punto porcentual es una gran hazaña y esvista por especialistas como un gran logro”.Por su parte, la vicepresidente Roxana Baldetticonfirmó que no se llegará a la meta pactada pese a los esfuerzos que serealizan. Las declaraciones las hizo durante una entrevista en un programaradial cuando la vicemandataria hizo alarde que, por segundo año consecutivo,Guatemala recibió el premio como uno de los países más comprometidos con lareducción del hambre y la desnutrición, que se basa en el estudio de Índice deCompromisos de Políticas a nivel mundial.Pocacoordinación, baja ejecución y clientelismoAlgunos estudios revelan que, en años anteriores, ladesnutrición se reducía en un 1.4% anualmente. Sin embargo, “se podría lograrentre un 3 ó 4%”, afirma Byron Garoz, directivo del Colectivo de EstudiosRurales Ixim, quien asegura que la “meta no se va a lograr”. Sus cálculos sebasan en la evaluación del trabajo desempeñado por las instituciones deGobierno. Asimismo, un estudio del colectivo denominado “El combate a ladesnutrición y la reactivación de la economía campesina en Guatemala”,presentado en este mes de julio, muestra cómo la poca coordinación en elterreno, la baja ejecución presupuestaria y la dificultad para disponer derecursos financieros, obstaculizan la meta propuesta de reducción de ladesnutrición.
La Comisión de Seguridad Alimentaria del Congreso dela República encontró similar problemática, y agrega la politización y clientelismoen la entrega y desarrollo de los programas sociales. Hugo Morán, presidente dedicha Comisión, coincide que “es una meta que no se va a cumplir en ningún paísdel mundo. Cuando han tenido todas las condiciones políticas, asignaciónpresupuestaria y todo lo que se necesita para cumplir, apenas han logradoreducir un 2.5% anual la desnutrición crónica”.Por la baja ejecución de los programas sociales, labancada Encuentro por Guatemala realiza un estudio, donde se evidencia losproblemas de implementación. “Podemos ver que el porcentaje de ejecución esbajo; no llega al 50%, y hay dudas reflejándose en los niveles de ladesnutrición”, comentó la diputada Nineth Montenegro, quien comentó que losresultados generales del estudio se presentará la próxima semana.Pacto HambreCero: Q8,200 millones en el 2015Inicialmente, el presupuesto para el Plan del PactoHambre Cero fue de Q4 mil 631 millones. Para el siguiente año se solicitará Q8mil 200 millones. Dicha cantidad fue aprobada por el Consejo Nacional deSeguridad Alimentaria y Nutricional (Conasan), pero debe ser aprobada por elCongreso de la República en el Presupuesto General de la Nación. Sudistribución mayoritaria será para el Ministerio de Salud Pública y AsistenciaSocial (MSPAS), por la implementación de la Ventana de los Mil Días. Sefocalizan 10 intervenciones por el MSPAS en zonas especialmente pobres yvulnerables.Hasta la fecha no se conoce una cifra aproximada dela reducción del 10% de la desnutrición; por ello, la SESAN efectuó un estudiopara conocer el avance. Los primeros resultados estarán el 25 de julio. Éste contabilizará166 municipios y 62 indicadores; además, servirá para evaluar la ejecución ydistribución del presupuesto para el próximo año.Mientras se conoce si la política pública aplicadapara reducir la desnutrición en Guatemala está funcionando, un reporte hechopor la Comisión Presidencial Interinstitucional de Análisis de la Morbilidad yMortalidad indica que hasta el pasado 20 de junio, 53 niños fallecieron pordesnutrición en 43 municipios. Además, se reportan 7 mil 43 casos de desnutrición aguda.Otrosproblemas detectadosEn el Pacto Hambre Cero, se organizan 21instituciones de Gobierno y 30 actores de otros sectores (sociales, empresas). Enel caso de las dependencias gubernamentales, se evidencian deficiencias entrabajar conjuntamente, particularmente porque los Ministros no concuerdan niaceptan las órdenes emanadas por un secretario, comenta Garoz.Además de las dificultades en comunicación y malaejecución de programas, se registra el clientelismo político-partidario. Esdecir que solamente cierto grupo de población recibe los beneficios de losprogramas sociales porque tienen algún tipo de acercamiento partidista con laactual administración.Las autoridades de la SESAN argumentan que, porprimera vez, se logró que varios ministros se sentaran y trabajaran unidos,especialmente por un tema social donde la meta es acabar con la desnutrición.Se califica la interacción de buena. “Estamos haciendo que 16 y 18 entidades públicassalgan con un solo objetivo y traigan resultados exitosos”, dice Monterroso,quien explica que estas dependencias participan en los barridos nutricionales,que es un monitoreo de peso y talla.En cuanto a la Ventana de los Mil Días, laproblemática recae en la mala atención, falta de insumos, equipamiento y pocacapacitación para el personal, según la Alianza por la Nutrición. Esta Alianza laintegra organizaciones privadas y sociedad civil y recomienda capacitaciones,mantener actualizada la información en carnés, mejoramiento de lainfraestructura de los centros y puestos de salud, así como la creación de unmodelo de gestión en la logística de insumos.Lo anterior es parte del monitoreo que la Alianzarealizó en 126 centros de atención médica del 7 de noviembre al 13 de diciembredel año pasado. Durante ese tiempo y por medio de la observación, inventario deinsumos, verificación de fichas de control y entrevistas, recopilaron lainformación.Para la vicepresidente Roxana Baldetti, este estudiono es trascendental. ‘Haceruna medición por encima es fácil pero no sirve’, dice la funcionaria,quien llamó a visitar los 166 municipios priorizados donde hay más de 20 milaldeas. Sobrelas declaraciones de Baldetti, la Fundación para el Desarrollo de Guatemala, (FUNDESA),integrante de la Alianza, aclaró que han trabajado con el Ministerio de Salud yla SESAN, en el seguimiento al informe presentado, y que han solicitado unareunión con la vicemandataria, pero ésta no se ha concretado.