Entre otros pasajeros se menciona a la abuela del primer ministro malasio, algunas monjas y varios turistas que iban a pasar las vacaciones en el Sudeste Asiáticos. Todos ellos tuvieron que pagar con su vida la ineptitud del mundo occidental que no supo frenar a tiempo las desmedidas ambiciones criminales del ilegítimo presidente ruso Putin. 

Desde las 4 de la tarde del jueves, hora de Kiev, cuando la noticia del siniestro se conoció por el mundo, los impostores rusos de las organizaciones terroristas “República Popular de Donetsk” y “República Popular de Lugansk” – a los que la prensa rusa llama “insurgentes ucranianos” – que mantienen aterrorizado el este de Ucrania donde cayó el avión, comenzaron a culpar al ejército ucraniano y al gobierno de Kiev de derribar el aparato malasio. Hasta ahora la prensa rusa, controlada por el gobierno casi en su totalidad, sigue mintiendo a los rusos con los títulos de sus noticias poniendo “accidente provocado por el ejército ucraniano”. Nada nuevo en esta manipulación tomando en cuenta que la propaganda dentro de Rusia es una de las máquinas políticas putinistas más poderosas. 

Sin embargo y por cuestiones obvias, los medios de la propaganda rusa prefirieron hacerse los locos y de un día para el otro olvidaron que dos horas antes de la noticia internacional sobre el ataque terrorista hacia el avión, ellos mismos copiaron de una red social, de la cuenta del dirigente de los terroristas quien, prematuramente y de manera más subnormal, alardeaba haber derribado un avión militar ucraniano. En el mismo momento y en el mismo lugar donde cayó el avión de pasajeros malasio. Incluso, el retrógrada puso una foto que ahora sale en los medios de comunicación como la foto de la caída del derribado avión de pasajeros. Precisamente a las 4 y media de la tarde los terroristas del este de Ucrania y la prensa rusa se apresuraron a borrar este mensaje y la noticia pero cientos de usuarios rusos y ucranianos la guardaron. 

El gobierno de Ucrania antes de conocerse el crimen de los terroristas rusos en el cielo de Donetsk, comunicó que aquel día ningún avión militar suyo no solo no fue derribado sino que no había despegado de ningún aeródromo. Los mismos terroristas el 29 de junio regaron por internet la noticia con una foto de su nueva “adquisición”: el sistema de misiles antiaéreos Buk capaz de alcanzar las alturas de hasta 14 kilómetros. A nadie le cupo ninguna duda la procedencia de este sistema. 

Además, en la mañana del mismo día del ataque terrorista, los habitantes de varias localidades de Donetsk, ocupadas por los impostores autoproclamados “gobierno popular”, lograron publicar en sus redes sociales la información de que los terroristas llevaban por las calles y las carreteras este sistema. Por cierto, el viernes los habitantes de estas mismas localidades avisaban de que los terroristas llevaban el sistema hacia la frontera con Rusia. 

Putin, quien a la misma hora del derribo del avión malasio regresaba de su viaje a la reunión del BRICS en Brasil y en aquel momento volaba sobre el oriente de Polonia, de inmediato acusó al gobierno de Ucrania del crimen sangriento. No obstante, esta pataleta fascistoide del que mantiene a los terroristas rusos en Ucrania, no encontró ningún apoyo en el mundo civilizado.

Gran Bretaña convocó el Consejo de Seguridad de la ONU en el que el viernes, los EEUU anunciaron que los satélites estadounidenses registraron el lugar desde el que se lanzó el misil – exactamente el mismo territorio del que alardeó el líder de los terroristas en Ucrania el día anterior y lo que borró de su red social después.
A su vez, Ucrania presentó las conversaciones telefónicas interceptadas en las que los terroristas deciden qué hacer con más de doscientos cuerpos que cayeron del cielo después de derribar un avión (se puede leer la transcripción en español en la página de BBC: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/07/140718_avion_ucrania_grabaciones_lp.shtml)… 

 [email protected]