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Un saludo a los EE.UU. en el mes de su cumpleaños

Redacción
10 de julio, 2014

Este mes, hace 238 años, un puñado de rebeldes de 13 colonias británicas en América declaraba su independencia de Inglaterra. El gesto no era poca cosa, se estaban separando de la primera potencia militar del mundo, el imperio con la marina más temible que hasta ese entonces vigilaba los mares. Los americanos no contaban con un ejército profesional, de hecho pelearon la revolución de manera desorganizada y sufrieron varias derrotas, pero siendo los aconteceres humanos tan impredecibles como son, la historia se puso de su lado, ganaron la guerra y de allí nació Estados Unidos de América. 

¿Qué es Estados Unidos? Para la izquierda es el gran imperio de nuestros tiempos, una potencia militar demoledora que ha impuesto por la fuerza su hegemonía alrededor del mundo, violando rutinariamente la soberanía de países más débiles y la autodeterminación de los pueblos, todo para no perder su supremacía económica capitalista. Para muchos liberales EE.UU. fue una vez un increíble experimento de libertad individual y de mercados libres que ahora ha perdido su rumbo a favor de ideas colectivistas –por no decir socialistas–, apartándose de una economía capitalista y mostrando un enorme irrespeto a sus instituciones públicas. 
Estados Unidos no es ni lo uno ni lo otro, aunque la izquierda como los liberales tienen parte de razón: EE.UU tiene presencia militar alrededor del mundo y muchas veces apoya a grupos armados que son de poco fiar (como Obama a los rebeldes sirios terroristas) o toman medidas que no respetan a otros países (detener el avión de Evo Morales en Europa). Por el otro lado, EE.UU. ha mostrado una enorme falta de disciplina fiscal y un corporativismo de Estado con sus mega millonarios planes de rescate. 
A pesar de todo ello, EE.UU. ha hecho del mundo un mejor lugar. Su independencia inspiró al resto de América para independizarse de España. La Francia de la revolución encontró inspiración moral en la joven república. La fuerza militar de EE.UU. protegió de la amenaza imperial europea a las frágiles repúblicas latinas, que por anarquía política y falta de institucionalidad nunca consolidaron ejércitos fuertes. La Doctrina Monroe, tan criticada por la izquierda, tuvo mucho que ver en este aspecto. Entrado el siglo XX, EE.UU. contribuyó enormemente a vencer los imperialismos y despotismos que originaron las dos guerras más sangrientas de la humanidad y acabada la Segunda Guerra Mundial, impidió que el comunismo echara raíces en muchos lados del mundo. 
El mejor invento de EE.UU. no fue la producción en masa, la industria del cine, los jeans, la cultura pop o el aire acondicionado. Su mejor invento hasta hoy ha sido su constitución federal, la revisión judicial, la república y democracia modernas, inventos que le permitieron a ese país crear tanta riqueza material, inventos que han sido copiados alrededor del mundo. Estados Unidos es un imperio, pero un imperio que se ha expandido por la fuerza de su cultura y no tanto de las armas. 
Probablemente a usted le disguste EE.UU. y sin embargo viste jeans y camisetas, le gusta el cine de Hollywood, escucha música de artistas gringos y le gusta el beisbol, tiene un iphone o una Mac y una cuenta en Facebook, sigue las tendencias de la moda que ellos crean, habla inglés y come en sus restaurantes de comida rápida. Es esa expansión cultural la que hace de EE.UU. la primera potencia mundial. Como dice George Friedman: la fortaleza de ese país no radica en su potencial militar o en el Pentágono, sino en su industria, su gente trabajadora, su capacidad de empresa.

Un saludo a los EE.UU. en el mes de su cumpleaños

Redacción
10 de julio, 2014

Este mes, hace 238 años, un puñado de rebeldes de 13 colonias británicas en América declaraba su independencia de Inglaterra. El gesto no era poca cosa, se estaban separando de la primera potencia militar del mundo, el imperio con la marina más temible que hasta ese entonces vigilaba los mares. Los americanos no contaban con un ejército profesional, de hecho pelearon la revolución de manera desorganizada y sufrieron varias derrotas, pero siendo los aconteceres humanos tan impredecibles como son, la historia se puso de su lado, ganaron la guerra y de allí nació Estados Unidos de América. 

¿Qué es Estados Unidos? Para la izquierda es el gran imperio de nuestros tiempos, una potencia militar demoledora que ha impuesto por la fuerza su hegemonía alrededor del mundo, violando rutinariamente la soberanía de países más débiles y la autodeterminación de los pueblos, todo para no perder su supremacía económica capitalista. Para muchos liberales EE.UU. fue una vez un increíble experimento de libertad individual y de mercados libres que ahora ha perdido su rumbo a favor de ideas colectivistas –por no decir socialistas–, apartándose de una economía capitalista y mostrando un enorme irrespeto a sus instituciones públicas. 
Estados Unidos no es ni lo uno ni lo otro, aunque la izquierda como los liberales tienen parte de razón: EE.UU tiene presencia militar alrededor del mundo y muchas veces apoya a grupos armados que son de poco fiar (como Obama a los rebeldes sirios terroristas) o toman medidas que no respetan a otros países (detener el avión de Evo Morales en Europa). Por el otro lado, EE.UU. ha mostrado una enorme falta de disciplina fiscal y un corporativismo de Estado con sus mega millonarios planes de rescate. 
A pesar de todo ello, EE.UU. ha hecho del mundo un mejor lugar. Su independencia inspiró al resto de América para independizarse de España. La Francia de la revolución encontró inspiración moral en la joven república. La fuerza militar de EE.UU. protegió de la amenaza imperial europea a las frágiles repúblicas latinas, que por anarquía política y falta de institucionalidad nunca consolidaron ejércitos fuertes. La Doctrina Monroe, tan criticada por la izquierda, tuvo mucho que ver en este aspecto. Entrado el siglo XX, EE.UU. contribuyó enormemente a vencer los imperialismos y despotismos que originaron las dos guerras más sangrientas de la humanidad y acabada la Segunda Guerra Mundial, impidió que el comunismo echara raíces en muchos lados del mundo. 
El mejor invento de EE.UU. no fue la producción en masa, la industria del cine, los jeans, la cultura pop o el aire acondicionado. Su mejor invento hasta hoy ha sido su constitución federal, la revisión judicial, la república y democracia modernas, inventos que le permitieron a ese país crear tanta riqueza material, inventos que han sido copiados alrededor del mundo. Estados Unidos es un imperio, pero un imperio que se ha expandido por la fuerza de su cultura y no tanto de las armas. 
Probablemente a usted le disguste EE.UU. y sin embargo viste jeans y camisetas, le gusta el cine de Hollywood, escucha música de artistas gringos y le gusta el beisbol, tiene un iphone o una Mac y una cuenta en Facebook, sigue las tendencias de la moda que ellos crean, habla inglés y come en sus restaurantes de comida rápida. Es esa expansión cultural la que hace de EE.UU. la primera potencia mundial. Como dice George Friedman: la fortaleza de ese país no radica en su potencial militar o en el Pentágono, sino en su industria, su gente trabajadora, su capacidad de empresa.