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Empieza discusión para presupuesto de año electoral

Redacción República
21 de agosto, 2014

El presupuesto de la Nación que prepara el Ministerio de Finanzas (MINFIN) para el 2015 tiene la característica que será utilizado en un año electoral. “Es nuestra responsabilidad como diputados analizarlo bien y definir qué es lo que más conviene al país. Debemos evitar que se use para hacer campaña oficial”, señala el diputado Carlos Barreda, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

El analista Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), considera que ese riesgo efectivamente existe y constituye un abuso y una ilegalidad. “Las entidades responsables del control, como el Tribunal Supremo Electoral y la Contraloría General de Cuentas deben velar por evitar y sancionar estos abusos. La sociedad civil debe ejercer auditoría social estricta y técnica para denunciar en caso se detecte uso del presupuesto público para fines electorales”, refiere.

Por su parte, el economista Rodrigo Ponce, ex miembro de la Junta Monetaria, considera que precisamente por ser un año electoral el presupuesto para el 2015 sí va a ser aprobado. “Aunque LIDER tiene la bancada más grande, el PP puede sumar apoyos para aprobarlo”, señala. Además “siempre en el último año de gobierno se incluyen más fondos en el renglón 0 que son usados en campaña. Por ejemplo el Plan Nacional de la Juventud contrata muchos jóvenes con ese fin”, opina el ex funcionario.

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Al Partido Patriota (PP) se le complica el panorama en la aprobación del presupuesto porque LIDER encabeza la fuerza legislativa con 52 diputados y el oficialismo cuenta con 47 parlamentarios, por lo que está sujeto a negociar con bancadas minoritarias. El año pasado no logró la aprobación del presupuesto. 

Ya lo están socializando 

Según dio a conocer la bancada de la UNE, acerca del Presupuesto General 2015 hay dos escenarios para definirlo en el proceso que está actualmente en marcha. “Uno es alto, que pasa de los Q72 mil millones y otro es de alrededor de Q70 mil millones”, explica Barreda. Se obtuvo esta información luego de citar a autoridades del MINFIN y de la Superintendencia Administración Tributaria (SAT), teniendo acceso además a las actas de la mesa técnica donde se discuten las bases macroeconómicas que sostienen la propuesta.

Ponce señala que originalmente la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) había proyectado un presupuesto que pasaba de los Q80 mil millones, con una recaudación de Q54,000 y un déficit a Q26 mil millones que se cubrirían con financiamiento por medio de bonos y préstamos. “Conforme va pasando por las instituciones que lo analizan va cambiando, por lo visto en este caso ha bajado”, informa.

La primera socialización que ha hecho la cartera de Finanzas fue ayer en la Cámara de Industria de Guatemala, donde presentó su propuesta a este sector empresarial como parte de las reuniones mensuales que hacen con funcionarios de Gobierno.

“Uno de los temas fue el presupuesto 2015, que se nos dijo podría pasar de los Q73 mil millones, pero que todavía se está calculando”, informa Fernando López, presidente de esa cámara. También se les informó que la meta de recaudación debería crecer aproximadamente 7% más en comparación con la de 2014.

¿Debe subir?

Aunque la opinión pública se asombre por los montos solicitados para el presupuesto, analistas económicos señalan que Guatemala tiene uno de los presupuestos más pequeños de la región y una de las cargas tributarias más bajas. Los gastos siempre están por encima de lo recaudado.

“La impresión que el presupuesto aumenta cada año es una falacia porque muchas cosas crecen en un país y en una economía: el número de empresas, la producción, los precios, la población”, explica Barrientos. Para evaluar si realmente el presupuesto está creciendo o no, los economistas relativizan el tamaño del presupuesto respecto al tamaño de la producción medida por el Producto Interno Bruto (PIB), es decir, analizan el presupuesto como porcentaje del PIB.

“El presupuesto crece en términos nominales, pero al ‘descontar’ el crecimiento de la economía como porcentaje del PIB el presupuesto en realidad no ha crecido, y de hecho en algunos años hasta se ha contraído”, explica Barrientos. Es por eso que como porcentaje del PIB al compararlo con el de otros países es el más pequeño de Centroamérica.

Sin embargo, el rechazo de la población hacia el presupuesto del Gobierno tiene que ver el manejo que se hace de los recursos. “Al proponer los montos no proponen mejorar el gasto, hay instituciones que reciben presupuesto y no cumplen con su trabajo. Ejemplos son el ICTA e Indeca, que deberían ayudar a combatir la sequía ”, señala Ponce.

Rumbo a la discusión y aprobación

“El proceso para presentar la propuesta final al Congreso de la República el 2 de septiembre va atrasado, ya que en años anteriores en estas fechas ya se estaban discutiendo los montos asignados a cada ministerio”, considera Barreda. Sin embargo, por tratarse de una decisión política, considera que sí lo presentarán en tiempo.

Según el MINFIN, el proyecto en mención contempla un nivel de gasto coherente con el nivel de ingresos. Según el ministro de Finanzas, Dorval Carías, en 2015 se tratará que los nuevos endeudamientos que no afecten de forma negativa la estabilidad macroeconómica ni los indicadores de deuda pública.

“Lo que resalta este año es la pugna que existe entre Finanzas y la SAT acerca de la recaudación, eso es algo que no había sucedido antes, o por lo menos no se había hecho público”, asegura el diputado Barreda. Y es que para poder hacer una propuesta final, debe establecerse cuál será la meta de ingresos fiscales para el próximo año y de allí poder asignar los recursos. “Al parecer, la pugna tiene se origina porque la SAT no quiere una meta tan alta, pero es muy probable que Finanzas se imponga”, dice.

Ponce opina que uno de los problemas es que la SAT se ha politizado. “Por recibir el 2% de lo que se recauda, perdió su claridad como institución. La pelea es entre el Directorio y el Ministro, que no es del partido oficial.

Finanzas deberá presentar el 2 de septiembre el proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos para 2015 al Congreso para que se apruebe, o no, antes del 30 de noviembre. El año pasado el presupuesto propuesto no fue aprobado y por esa razón el Ejecutivo solicitó una ampliación por Q1.5 millardos, con lo que elevó el techo de gasto a Q69.7 millardos.

El legislador señala que siempre es negativo que no se apruebe un presupuesto, pues afecta a todo el funcionamiento del Gobierno. “Cuando se presente oficialmente al pleno, las bancadas discutirán si lo aprueban o no, esto llevará algún tiempo, debemos ser responsables”, refiere.

Según la Constitución Política de la República, si no se aprueba se regirá con el presupuesto del año anterior. “En este caso, si el Congreso no aprueba el proyecto de presupuesto que presente el Ejecutivo, se usará el vigente en 2014, es decir, de nuevo el de 2013”, explica Barrientos. “En caso esto ocurra, lo que debe corregirse es que el endeudamiento público que se llegue a contratar en 2015 debe ser aprobado por el Congreso”, dice refiriéndose a que en 2014 hubo emisión y colocación de bonos del Tesoro por parte del Ejecutivo sin la autorización del Congreso, argumentando que se los autorizaba Constitución ante la no aprobación del presupuesto de 2014.

Ponce agrega que una de las ventajas de aprobarse un presupuesto, es que la solicitud de financiamiento se remite a la Junta Monetaria para que apruebe préstamos y bonos. El déficit fiscal del 2014 y las proyecciones para el 2015 empiezan a levantar las alertas ante un escenario de crisis fiscal que requiera mucho más deuda y, en casos extremos, aumento de impuestos. 

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21 de agosto, 2014

El presupuesto de la Nación que prepara el Ministerio de Finanzas (MINFIN) para el 2015 tiene la característica que será utilizado en un año electoral. “Es nuestra responsabilidad como diputados analizarlo bien y definir qué es lo que más conviene al país. Debemos evitar que se use para hacer campaña oficial”, señala el diputado Carlos Barreda, de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE).

El analista Ricardo Barrientos, del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), considera que ese riesgo efectivamente existe y constituye un abuso y una ilegalidad. “Las entidades responsables del control, como el Tribunal Supremo Electoral y la Contraloría General de Cuentas deben velar por evitar y sancionar estos abusos. La sociedad civil debe ejercer auditoría social estricta y técnica para denunciar en caso se detecte uso del presupuesto público para fines electorales”, refiere.

Por su parte, el economista Rodrigo Ponce, ex miembro de la Junta Monetaria, considera que precisamente por ser un año electoral el presupuesto para el 2015 sí va a ser aprobado. “Aunque LIDER tiene la bancada más grande, el PP puede sumar apoyos para aprobarlo”, señala. Además “siempre en el último año de gobierno se incluyen más fondos en el renglón 0 que son usados en campaña. Por ejemplo el Plan Nacional de la Juventud contrata muchos jóvenes con ese fin”, opina el ex funcionario.

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Al Partido Patriota (PP) se le complica el panorama en la aprobación del presupuesto porque LIDER encabeza la fuerza legislativa con 52 diputados y el oficialismo cuenta con 47 parlamentarios, por lo que está sujeto a negociar con bancadas minoritarias. El año pasado no logró la aprobación del presupuesto. 

Ya lo están socializando 

Según dio a conocer la bancada de la UNE, acerca del Presupuesto General 2015 hay dos escenarios para definirlo en el proceso que está actualmente en marcha. “Uno es alto, que pasa de los Q72 mil millones y otro es de alrededor de Q70 mil millones”, explica Barreda. Se obtuvo esta información luego de citar a autoridades del MINFIN y de la Superintendencia Administración Tributaria (SAT), teniendo acceso además a las actas de la mesa técnica donde se discuten las bases macroeconómicas que sostienen la propuesta.

Ponce señala que originalmente la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (SEGEPLAN) había proyectado un presupuesto que pasaba de los Q80 mil millones, con una recaudación de Q54,000 y un déficit a Q26 mil millones que se cubrirían con financiamiento por medio de bonos y préstamos. “Conforme va pasando por las instituciones que lo analizan va cambiando, por lo visto en este caso ha bajado”, informa.

La primera socialización que ha hecho la cartera de Finanzas fue ayer en la Cámara de Industria de Guatemala, donde presentó su propuesta a este sector empresarial como parte de las reuniones mensuales que hacen con funcionarios de Gobierno.

“Uno de los temas fue el presupuesto 2015, que se nos dijo podría pasar de los Q73 mil millones, pero que todavía se está calculando”, informa Fernando López, presidente de esa cámara. También se les informó que la meta de recaudación debería crecer aproximadamente 7% más en comparación con la de 2014.

¿Debe subir?

Aunque la opinión pública se asombre por los montos solicitados para el presupuesto, analistas económicos señalan que Guatemala tiene uno de los presupuestos más pequeños de la región y una de las cargas tributarias más bajas. Los gastos siempre están por encima de lo recaudado.

“La impresión que el presupuesto aumenta cada año es una falacia porque muchas cosas crecen en un país y en una economía: el número de empresas, la producción, los precios, la población”, explica Barrientos. Para evaluar si realmente el presupuesto está creciendo o no, los economistas relativizan el tamaño del presupuesto respecto al tamaño de la producción medida por el Producto Interno Bruto (PIB), es decir, analizan el presupuesto como porcentaje del PIB.

“El presupuesto crece en términos nominales, pero al ‘descontar’ el crecimiento de la economía como porcentaje del PIB el presupuesto en realidad no ha crecido, y de hecho en algunos años hasta se ha contraído”, explica Barrientos. Es por eso que como porcentaje del PIB al compararlo con el de otros países es el más pequeño de Centroamérica.

Sin embargo, el rechazo de la población hacia el presupuesto del Gobierno tiene que ver el manejo que se hace de los recursos. “Al proponer los montos no proponen mejorar el gasto, hay instituciones que reciben presupuesto y no cumplen con su trabajo. Ejemplos son el ICTA e Indeca, que deberían ayudar a combatir la sequía ”, señala Ponce.

Rumbo a la discusión y aprobación

“El proceso para presentar la propuesta final al Congreso de la República el 2 de septiembre va atrasado, ya que en años anteriores en estas fechas ya se estaban discutiendo los montos asignados a cada ministerio”, considera Barreda. Sin embargo, por tratarse de una decisión política, considera que sí lo presentarán en tiempo.

Según el MINFIN, el proyecto en mención contempla un nivel de gasto coherente con el nivel de ingresos. Según el ministro de Finanzas, Dorval Carías, en 2015 se tratará que los nuevos endeudamientos que no afecten de forma negativa la estabilidad macroeconómica ni los indicadores de deuda pública.

“Lo que resalta este año es la pugna que existe entre Finanzas y la SAT acerca de la recaudación, eso es algo que no había sucedido antes, o por lo menos no se había hecho público”, asegura el diputado Barreda. Y es que para poder hacer una propuesta final, debe establecerse cuál será la meta de ingresos fiscales para el próximo año y de allí poder asignar los recursos. “Al parecer, la pugna tiene se origina porque la SAT no quiere una meta tan alta, pero es muy probable que Finanzas se imponga”, dice.

Ponce opina que uno de los problemas es que la SAT se ha politizado. “Por recibir el 2% de lo que se recauda, perdió su claridad como institución. La pelea es entre el Directorio y el Ministro, que no es del partido oficial.

Finanzas deberá presentar el 2 de septiembre el proyecto de Presupuesto de Ingresos y Egresos para 2015 al Congreso para que se apruebe, o no, antes del 30 de noviembre. El año pasado el presupuesto propuesto no fue aprobado y por esa razón el Ejecutivo solicitó una ampliación por Q1.5 millardos, con lo que elevó el techo de gasto a Q69.7 millardos.

El legislador señala que siempre es negativo que no se apruebe un presupuesto, pues afecta a todo el funcionamiento del Gobierno. “Cuando se presente oficialmente al pleno, las bancadas discutirán si lo aprueban o no, esto llevará algún tiempo, debemos ser responsables”, refiere.

Según la Constitución Política de la República, si no se aprueba se regirá con el presupuesto del año anterior. “En este caso, si el Congreso no aprueba el proyecto de presupuesto que presente el Ejecutivo, se usará el vigente en 2014, es decir, de nuevo el de 2013”, explica Barrientos. “En caso esto ocurra, lo que debe corregirse es que el endeudamiento público que se llegue a contratar en 2015 debe ser aprobado por el Congreso”, dice refiriéndose a que en 2014 hubo emisión y colocación de bonos del Tesoro por parte del Ejecutivo sin la autorización del Congreso, argumentando que se los autorizaba Constitución ante la no aprobación del presupuesto de 2014.

Ponce agrega que una de las ventajas de aprobarse un presupuesto, es que la solicitud de financiamiento se remite a la Junta Monetaria para que apruebe préstamos y bonos. El déficit fiscal del 2014 y las proyecciones para el 2015 empiezan a levantar las alertas ante un escenario de crisis fiscal que requiera mucho más deuda y, en casos extremos, aumento de impuestos.