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Nos hemos equivocado de enemigos

Redacción República
04 de septiembre, 2014

¿Es
usted de derecha o de izquierda? Perfecto. En este momento eso poco importa, tenemos
que admitir que nos hemos equivocado de enemigos. Ciudadano de izquierda, su
enemigo no es el ciudadano de la derecha. Ciudadano de derecha, sus enemigos no
son los izquierdistas. Todos nosotros nos encontramos en el mismo bando,
nuestro enemigo es en realidad la casta política guatemalteca pero sobretodo
las instituciones públicas que han permitido que ella florezca y se nutra.


¿Exagero?
No. El miércoles pasado, la CICIG, el MP y Gobernación dieron a conocer que el
reo Byron Lima, junto con autoridades del Sistema Penitenciario (SP), ha creado
un imperio criminal de millones de dólares que incluyen delitos como lavado de dinero,
asociación ilícita, tráfico de influencias, cohecho pasivo y activo. Según la
investigación, Byron Lima cobraba US$ 7 mil por cada traslado de reos,
operación en la que también participaba el director de presidios, Sergio
Camargo, ahora detenido. Lima también permitía el ingreso de celulares y
visitas conyugales a la prisión, a cambio de dinero que repartía entre las
autoridades.


Byron
Lima es un privado de libertad. Eso en un país civilizado significaría que el
reo está apartado de la sociedad y sometido a un estrictísimo régimen de
control: se duerme cuando las autoridades se lo ordenan, se baña cuando las
autoridades se lo ordenan y se recrea cuando las autoridades se lo ordenan. Siempre
hay unos ojos observándolo, hasta cuando recibe visitas. En Guatemala no sucede
así.

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Según
las investigaciones, Byron Lima, un convicto, ha adquirido varias propiedades
que van desde carros de lujo (BMW, Porsche, Jaguar), casas en la playa y
condominios, hasta caballos pura sangre. Los reos no pueden tener computadoras ni
teléfonos en las cárceles, pero Lima maneja sus páginas en las redes sociales
desde prisión, incluso tiene un sitio
Web en el que manifiesta su intención de ser ¡presidente de Guatemala! En
febrero del año pasado fue capturado fuera de la cárcel sin tener autorización
judicial y admitió haber salido 37 veces de prisión. Lima se encuentra en una prisión preventiva
(donde permanecen los que aún no han sido condenados por un delito), cuando por
mandato constitucional debería estar en una prisión para cumplir penas. Sin
embargo, su poder es tal que su traslado ha sido imposible, tal como lo admite
el Ministro de Gobernación, Mauricio López. También se le conoce sus vínculos
con el partido oficial, al que le confeccionó artículos promocionales durante
la campaña electoral.


Un
Estado ha fracasado rotundamente si aquella institución que debe apartar a los
criminales de los ciudadanos, el sistema penitenciario, se ha convertido en
todo lo contrario: un centro de estudios y operaciones criminales. Pero la controversia de Lima sólo es una
noticia más en este país caótico. Por ejemplo, está semana también se dio a
conocer que los narcotraficantes de Colombia y México se han unido para
instalar en Guatemala laboratorios para producir drogas de diseño y cocaína. ¿No
le asusta?


Sí,
este es el país en el que usted vive, uno de anarquía y violencia aunque usted
tenga la sensación de estar seguro. Pero la responsabilidad también es nuestra.
Si nosotros los ciudadanos continuamos despreocupados o necios en discusiones
ideológicas secundarías, Guatemala seguirá su marcha en la espiral descendente.
Para revertir esta tendencia los ciudadanos tendremos que portarnos humildes,
dejar el debate ideológico por un momento y ponernos de acuerdo en hacer importantes
reformas a las instituciones del país, principalmente todo cuanto concierne al
sistema penal, desde la policía hasta presidios, pasando por el Ministerio Público
y los tribunales.


Nos hemos equivocado de enemigos

Redacción República
04 de septiembre, 2014

¿Es
usted de derecha o de izquierda? Perfecto. En este momento eso poco importa, tenemos
que admitir que nos hemos equivocado de enemigos. Ciudadano de izquierda, su
enemigo no es el ciudadano de la derecha. Ciudadano de derecha, sus enemigos no
son los izquierdistas. Todos nosotros nos encontramos en el mismo bando,
nuestro enemigo es en realidad la casta política guatemalteca pero sobretodo
las instituciones públicas que han permitido que ella florezca y se nutra.


¿Exagero?
No. El miércoles pasado, la CICIG, el MP y Gobernación dieron a conocer que el
reo Byron Lima, junto con autoridades del Sistema Penitenciario (SP), ha creado
un imperio criminal de millones de dólares que incluyen delitos como lavado de dinero,
asociación ilícita, tráfico de influencias, cohecho pasivo y activo. Según la
investigación, Byron Lima cobraba US$ 7 mil por cada traslado de reos,
operación en la que también participaba el director de presidios, Sergio
Camargo, ahora detenido. Lima también permitía el ingreso de celulares y
visitas conyugales a la prisión, a cambio de dinero que repartía entre las
autoridades.


Byron
Lima es un privado de libertad. Eso en un país civilizado significaría que el
reo está apartado de la sociedad y sometido a un estrictísimo régimen de
control: se duerme cuando las autoridades se lo ordenan, se baña cuando las
autoridades se lo ordenan y se recrea cuando las autoridades se lo ordenan. Siempre
hay unos ojos observándolo, hasta cuando recibe visitas. En Guatemala no sucede
así.

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Según
las investigaciones, Byron Lima, un convicto, ha adquirido varias propiedades
que van desde carros de lujo (BMW, Porsche, Jaguar), casas en la playa y
condominios, hasta caballos pura sangre. Los reos no pueden tener computadoras ni
teléfonos en las cárceles, pero Lima maneja sus páginas en las redes sociales
desde prisión, incluso tiene un sitio
Web en el que manifiesta su intención de ser ¡presidente de Guatemala! En
febrero del año pasado fue capturado fuera de la cárcel sin tener autorización
judicial y admitió haber salido 37 veces de prisión. Lima se encuentra en una prisión preventiva
(donde permanecen los que aún no han sido condenados por un delito), cuando por
mandato constitucional debería estar en una prisión para cumplir penas. Sin
embargo, su poder es tal que su traslado ha sido imposible, tal como lo admite
el Ministro de Gobernación, Mauricio López. También se le conoce sus vínculos
con el partido oficial, al que le confeccionó artículos promocionales durante
la campaña electoral.


Un
Estado ha fracasado rotundamente si aquella institución que debe apartar a los
criminales de los ciudadanos, el sistema penitenciario, se ha convertido en
todo lo contrario: un centro de estudios y operaciones criminales. Pero la controversia de Lima sólo es una
noticia más en este país caótico. Por ejemplo, está semana también se dio a
conocer que los narcotraficantes de Colombia y México se han unido para
instalar en Guatemala laboratorios para producir drogas de diseño y cocaína. ¿No
le asusta?


Sí,
este es el país en el que usted vive, uno de anarquía y violencia aunque usted
tenga la sensación de estar seguro. Pero la responsabilidad también es nuestra.
Si nosotros los ciudadanos continuamos despreocupados o necios en discusiones
ideológicas secundarías, Guatemala seguirá su marcha en la espiral descendente.
Para revertir esta tendencia los ciudadanos tendremos que portarnos humildes,
dejar el debate ideológico por un momento y ponernos de acuerdo en hacer importantes
reformas a las instituciones del país, principalmente todo cuanto concierne al
sistema penal, desde la policía hasta presidios, pasando por el Ministerio Público
y los tribunales.