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Es el momento

María Dolores Arias
13 de octubre, 2014

Déjà vu en francés significa ya visto, es la experiencia de
sentir algo nuevo como que aparentemente
ya se ha vivido antes. Esta es la
sensación que deja el proceso actual de la elección de magistrados a la Suprema
Corte de Justicia (CSJ) y de magistrados a las Salas de Apelaciones.

Este déjà vu personal, inició en marzo de este año con la
elección de magistrados al Tribunal Supremo Electoral (TSE) cuando expuse que
si la Comisión Postuladora ya había seleccionado a los “mejores candidatos” a
ocupar el puesto ¿por qué entonces los diputados en el Congreso no hacían un
sorteo para elegirlos y así acabar de una vez por todas con las componendas que
dicen no hacer y por las que argumentan ser injustamente acusados?

Las comisiones de postulación fueron un intento por
quitarles discrecionalidad a los diputados del Congreso para elegir a quienes
ocuparían puestos tan importantes como las magistraturas en el Tribunal Supremo
Electoral (TSE), CSJ, Corte de Apelaciones, entre otros. Desafortunadamente la
jauría en busca de privilegios y poder en las cortes afiló sus colmillos para
encajarlos en cualquier posible “aliado” en las comisiones para colar a sus
“candidatos” y después rematar certeramente con la elección en el Congreso.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

La actual situación en la cual renuncia una magistrada a su
reelección, jueces denuncian presiones para emitir sus sentencias, jueces que son
acusados de corrupción, diputados
acusados de presionar a jueces son sólo un ejemplo de la necesidad de
reformar el sistema judicial, de buscar (por el bien de todos) un sistema
judicial plegado al Estado de Derecho y a nada más. Un sistema judicial donde
nadie esté por encima de la Ley, nadie, ni jueces ni magistrados.

Es el momento de interesarse por el proceso que quienes
conocen de leyes y de la Constitución se involucren en la discusión y expongan sus puntos de vista. Es momento de
hablar, escuchar y analizar los argumentos vertidos para buscar tener un
sistema de justicia que nos permita limitar el poder a los gobernantes, limitar
la discrecionalidad y depurar a jueces deshonestos para poder vivir en paz.

Es momento de manifestarle a los políticos, a los diputados
del Congreso, que no estamos dispuestos a seguir tolerando la corrupción
rampante y el reparto de botín descarado. Es momento de luchar por un sistema
de justicia independiente, es momento que las personas honestas, de principios,
nos hagamos cuestionamientos legítimos en búsqueda de la verdad. Preguntas como
¿es posible obtener este sistema de justicia independiente con las leyes
actuales? ¿Existen los mecanismos de fiscalización de jueces para castigar a
los corruptos y premiar a los jueces que hacen su trabajo apegados a Derecho?
¿Se puede corregir la ley al pedir que se incumpla?

Es el momento que se cuestione, que haga las preguntas, que
busque las respuestas, que argumente, que encuentre la verdad. Es el momento de
cambiar las cosas para bien y no solo por cambiarlas y terminar siendo el tonto
útil de cualquier grupo de presión.

Es el momento de reflexionar, de actuar con prudencia y
sabiduría. Es por eso que citando La
rebelión de Atlas, te pido que:

“En nombre de lo mejor que hay en ti, no sacrifiques este
mundo a los peores. En nombre de los valores que te mantienen con vida, no
permitas que tu visión del hombre sea distorsionada por lo feo, lo cobarde, lo
inconsciente en aquellos que nunca han conseguido el título de humanos. No olvides
que el estado natural del hombre es una postura erguida, una mente
intransigente y un paso vivaz capaz de recorrer caminos ilimitados. No permitas
que se extinga tu fuego, chispa a chispa, cada una de ellas irremplazable, en
los pantanos sin esperanza de lo aproximado, lo casi, lo no aún, lo nunca
jamás. No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria
frustración por la vida que merecías pero que nunca pudiste alcanzar. Revisa tu
ruta y la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseas puede ser ganado,
existe, es real y posible; es tuyo.” La rebelión de Atlas, Ayn Rand

@Md30

Es el momento

María Dolores Arias
13 de octubre, 2014

Déjà vu en francés significa ya visto, es la experiencia de
sentir algo nuevo como que aparentemente
ya se ha vivido antes. Esta es la
sensación que deja el proceso actual de la elección de magistrados a la Suprema
Corte de Justicia (CSJ) y de magistrados a las Salas de Apelaciones.

Este déjà vu personal, inició en marzo de este año con la
elección de magistrados al Tribunal Supremo Electoral (TSE) cuando expuse que
si la Comisión Postuladora ya había seleccionado a los “mejores candidatos” a
ocupar el puesto ¿por qué entonces los diputados en el Congreso no hacían un
sorteo para elegirlos y así acabar de una vez por todas con las componendas que
dicen no hacer y por las que argumentan ser injustamente acusados?

Las comisiones de postulación fueron un intento por
quitarles discrecionalidad a los diputados del Congreso para elegir a quienes
ocuparían puestos tan importantes como las magistraturas en el Tribunal Supremo
Electoral (TSE), CSJ, Corte de Apelaciones, entre otros. Desafortunadamente la
jauría en busca de privilegios y poder en las cortes afiló sus colmillos para
encajarlos en cualquier posible “aliado” en las comisiones para colar a sus
“candidatos” y después rematar certeramente con la elección en el Congreso.

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reelección, jueces denuncian presiones para emitir sus sentencias, jueces que son
acusados de corrupción, diputados
acusados de presionar a jueces son sólo un ejemplo de la necesidad de
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judicial plegado al Estado de Derecho y a nada más. Un sistema judicial donde
nadie esté por encima de la Ley, nadie, ni jueces ni magistrados.

Es el momento de interesarse por el proceso que quienes
conocen de leyes y de la Constitución se involucren en la discusión y expongan sus puntos de vista. Es momento de
hablar, escuchar y analizar los argumentos vertidos para buscar tener un
sistema de justicia que nos permita limitar el poder a los gobernantes, limitar
la discrecionalidad y depurar a jueces deshonestos para poder vivir en paz.

Es momento de manifestarle a los políticos, a los diputados
del Congreso, que no estamos dispuestos a seguir tolerando la corrupción
rampante y el reparto de botín descarado. Es momento de luchar por un sistema
de justicia independiente, es momento que las personas honestas, de principios,
nos hagamos cuestionamientos legítimos en búsqueda de la verdad. Preguntas como
¿es posible obtener este sistema de justicia independiente con las leyes
actuales? ¿Existen los mecanismos de fiscalización de jueces para castigar a
los corruptos y premiar a los jueces que hacen su trabajo apegados a Derecho?
¿Se puede corregir la ley al pedir que se incumpla?

Es el momento que se cuestione, que haga las preguntas, que
busque las respuestas, que argumente, que encuentre la verdad. Es el momento de
cambiar las cosas para bien y no solo por cambiarlas y terminar siendo el tonto
útil de cualquier grupo de presión.

Es el momento de reflexionar, de actuar con prudencia y
sabiduría. Es por eso que citando La
rebelión de Atlas, te pido que:

“En nombre de lo mejor que hay en ti, no sacrifiques este
mundo a los peores. En nombre de los valores que te mantienen con vida, no
permitas que tu visión del hombre sea distorsionada por lo feo, lo cobarde, lo
inconsciente en aquellos que nunca han conseguido el título de humanos. No olvides
que el estado natural del hombre es una postura erguida, una mente
intransigente y un paso vivaz capaz de recorrer caminos ilimitados. No permitas
que se extinga tu fuego, chispa a chispa, cada una de ellas irremplazable, en
los pantanos sin esperanza de lo aproximado, lo casi, lo no aún, lo nunca
jamás. No permitas que perezca el héroe que llevas en tu alma, en solitaria
frustración por la vida que merecías pero que nunca pudiste alcanzar. Revisa tu
ruta y la naturaleza de tu batalla. El mundo que deseas puede ser ganado,
existe, es real y posible; es tuyo.” La rebelión de Atlas, Ayn Rand

@Md30