Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Se acercan las tradiciones que inician el fin de año

Redacción República
10 de octubre, 2014

En estos días se empieza a sentir que el clima cambia, el viento sopla más fuerte y trae un delicioso frío. Cualquier época del año es buena para visitar los diferentes destinos de Guatemala. Pero si lo que se busca es compartir momentos inolvidables, es buena idea hacerlo en fechas especiales. ¿Por qué? Las comunidades en esos días se visten de gala y viven de corazón sus tradiciones, pues las llevan muy dentro como parte de su identidad.

El visitante puede impregnar todos sus sentidos con características únicas. Sonidos, bebidas, comidas, olores, bellas creaciones y el contacto fraterno están en el aire y se da por iniciada la temporada de celebraciones del fin de año.

Santidad y muerte

En las tradiciones religiosas católicas el 1 de noviembre se conoce como el Día de los Santos. Se instituyó en honor de todos los que son considerados así, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier olvido de sus fiestas individuales, es decir, para no dejar afuera a ninguno se les dedica un día a todos. Algo muy práctico.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Por su parte, el Día de Muertos o Fieles Difuntos, según la tradición católica, se celebra el 2 de noviembre. Se instituyó para orar por aquellos que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que aún se encuentran en estado de purificación en el Purgatorio. Es como darles una ‘ayudadita’ para que de verdad descansen en paz.

Ambas tradiciones, que son celebradas en muchas partes del mundo, tienen orígenes muy antiguos. Fueron cambiando conforme se desarrollaban las sociedades modernas y fueron absorbiendo las características propias de cada región. Con la herencia de la cultura indígena, los latinoamericanos que festejan el Día de los Muertos aprovechan esta ocasión para acercarse a sus queridos difuntos y celebrar la vida.

Personalidad propia

En Guatemala, quizá debido a que el asueto oficial se otorga únicamente el 1 de noviembre, ambas celebraciones se dan en el mismo día.

Se tiene la creencia que las ánimas benditas salen de los cementerios y aparecen en algunos lugares. Las abuelas cuentan que salen a “apuntar” a quienes les tocará partir hacia el más allá en el próximo año. Así que es mejor quedar bien con ellas. Muchos dejan los altares caseros con un vaso de agua, una veladora y una fotografía del difunto. Desde días antes de la festividad decoran las tumbas o las limpian.

El 1 de noviembre se realizan visitas a los familiares que descansan en los cementerios dejando usualmente flores y a veces comida a los difuntos. Los camposantos dejan su solemnidad y en medio del colorido se viven escenas dignas de cualquier fiesta. Esto es especialmente hermoso en Sumpango y Santiago Sacatepéquez, donde se vuelan los increíbles y famosos barriletes gigantes. Además, cualquier colina o campo es aprovechada por los “patojos” para volar cometas con los vientos de la época.

Las familias guatemaltecas se reúnen alrededor de la mesa para comer los platillos propios de la época: el fiambre y postres como el ayote, jocote o manzanilla en miel, y así recuerdan a los que ya no están y toman conciencia que la vida hay que disfrutarla a diario.

Un recorrido diferente

En todo el mundo se acostumbra visitar tumbas como parte de las actividades turísticas. Cada 1 y 2 de noviembre la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Guatemala, ubicada en la Plaza Central, abre sus criptas, llamadas popularmente “bóvedas” o “catacumbas”. Cada una posee un nombre distinto de acuerdo con su ubicación y las personas allí enterradas.

Están comunicadas por tres grandes bóvedas que corren paralelas y que se encuentra bajo la nave central y las naves procesionales del templo. En la mayoría de estas criptas hay enterramientos aunque algunos no están debidamente identificados, otros carecen de lápidas.

Entre las personalidades más importantes que se encuentran enterradas en las criptas de la Catedral están varios arzobispos, obispos y otros miembros del clero, así como algunos familiares. Además, algunos gobernantes y sus concejales, entre los que destacan Rafael Carrera y José María Reina Barrios, así como el mariscal Serapio Cruz, entre otros.

Planifique con tiempo

Si quiere salir de la ciudad desde ya puede organizar su viaje para el fin de semana largo que nos espera a finales de octubre. Aquí tres opciones:

1. Sumpango

En esta localidad ubicada en Sacatepéquez se realiza un Festival cada año durante todo el día, incluye la exposición y vuelo de Barriletes Gigantes, los cuales desde 1998 son Patrimonio Cultural de Guatemala. Se cree que alejan a los malos espíritus.

2. Santiago Sacatepéquez

En esta localidad, también ubicada en Sacatepéquez, se lleva a cabo un Festival cada año donde se premia al mejor Barrilete Gigante, además se puede disfrutar de música en vivo y comida tradicional. Inicia muy temprano y termina al atardecer.

3. Todos Santos Cuchumatán

Este pueblo, situado a más de 2000 metros de altura en la sierra de los Cuchumatanes, está cerca de Huehuetenango. Por la mañana hay una carrera de caballos en una pista de 200 metros, es una de las fiestas más alegres y la comunidd es muy hospitalaria.

Se acercan las tradiciones que inician el fin de año

Redacción República
10 de octubre, 2014

En estos días se empieza a sentir que el clima cambia, el viento sopla más fuerte y trae un delicioso frío. Cualquier época del año es buena para visitar los diferentes destinos de Guatemala. Pero si lo que se busca es compartir momentos inolvidables, es buena idea hacerlo en fechas especiales. ¿Por qué? Las comunidades en esos días se visten de gala y viven de corazón sus tradiciones, pues las llevan muy dentro como parte de su identidad.

El visitante puede impregnar todos sus sentidos con características únicas. Sonidos, bebidas, comidas, olores, bellas creaciones y el contacto fraterno están en el aire y se da por iniciada la temporada de celebraciones del fin de año.

Santidad y muerte

En las tradiciones religiosas católicas el 1 de noviembre se conoce como el Día de los Santos. Se instituyó en honor de todos los que son considerados así, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier olvido de sus fiestas individuales, es decir, para no dejar afuera a ninguno se les dedica un día a todos. Algo muy práctico.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Por su parte, el Día de Muertos o Fieles Difuntos, según la tradición católica, se celebra el 2 de noviembre. Se instituyó para orar por aquellos que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que aún se encuentran en estado de purificación en el Purgatorio. Es como darles una ‘ayudadita’ para que de verdad descansen en paz.

Ambas tradiciones, que son celebradas en muchas partes del mundo, tienen orígenes muy antiguos. Fueron cambiando conforme se desarrollaban las sociedades modernas y fueron absorbiendo las características propias de cada región. Con la herencia de la cultura indígena, los latinoamericanos que festejan el Día de los Muertos aprovechan esta ocasión para acercarse a sus queridos difuntos y celebrar la vida.

Personalidad propia

En Guatemala, quizá debido a que el asueto oficial se otorga únicamente el 1 de noviembre, ambas celebraciones se dan en el mismo día.

Se tiene la creencia que las ánimas benditas salen de los cementerios y aparecen en algunos lugares. Las abuelas cuentan que salen a “apuntar” a quienes les tocará partir hacia el más allá en el próximo año. Así que es mejor quedar bien con ellas. Muchos dejan los altares caseros con un vaso de agua, una veladora y una fotografía del difunto. Desde días antes de la festividad decoran las tumbas o las limpian.

El 1 de noviembre se realizan visitas a los familiares que descansan en los cementerios dejando usualmente flores y a veces comida a los difuntos. Los camposantos dejan su solemnidad y en medio del colorido se viven escenas dignas de cualquier fiesta. Esto es especialmente hermoso en Sumpango y Santiago Sacatepéquez, donde se vuelan los increíbles y famosos barriletes gigantes. Además, cualquier colina o campo es aprovechada por los “patojos” para volar cometas con los vientos de la época.

Las familias guatemaltecas se reúnen alrededor de la mesa para comer los platillos propios de la época: el fiambre y postres como el ayote, jocote o manzanilla en miel, y así recuerdan a los que ya no están y toman conciencia que la vida hay que disfrutarla a diario.

Un recorrido diferente

En todo el mundo se acostumbra visitar tumbas como parte de las actividades turísticas. Cada 1 y 2 de noviembre la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Guatemala, ubicada en la Plaza Central, abre sus criptas, llamadas popularmente “bóvedas” o “catacumbas”. Cada una posee un nombre distinto de acuerdo con su ubicación y las personas allí enterradas.

Están comunicadas por tres grandes bóvedas que corren paralelas y que se encuentra bajo la nave central y las naves procesionales del templo. En la mayoría de estas criptas hay enterramientos aunque algunos no están debidamente identificados, otros carecen de lápidas.

Entre las personalidades más importantes que se encuentran enterradas en las criptas de la Catedral están varios arzobispos, obispos y otros miembros del clero, así como algunos familiares. Además, algunos gobernantes y sus concejales, entre los que destacan Rafael Carrera y José María Reina Barrios, así como el mariscal Serapio Cruz, entre otros.

Planifique con tiempo

Si quiere salir de la ciudad desde ya puede organizar su viaje para el fin de semana largo que nos espera a finales de octubre. Aquí tres opciones:

1. Sumpango

En esta localidad ubicada en Sacatepéquez se realiza un Festival cada año durante todo el día, incluye la exposición y vuelo de Barriletes Gigantes, los cuales desde 1998 son Patrimonio Cultural de Guatemala. Se cree que alejan a los malos espíritus.

2. Santiago Sacatepéquez

En esta localidad, también ubicada en Sacatepéquez, se lleva a cabo un Festival cada año donde se premia al mejor Barrilete Gigante, además se puede disfrutar de música en vivo y comida tradicional. Inicia muy temprano y termina al atardecer.

3. Todos Santos Cuchumatán

Este pueblo, situado a más de 2000 metros de altura en la sierra de los Cuchumatanes, está cerca de Huehuetenango. Por la mañana hay una carrera de caballos en una pista de 200 metros, es una de las fiestas más alegres y la comunidd es muy hospitalaria.