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Guatemaltecos honran a sus muertos

Redacción República
01 de noviembre, 2014

El escenario este frío 1 de noviembre es el cementerio del pueblito de Sumpango, 50 km al oeste de la capital, en el Día de Todos los Santos, una fiesta de arraigada tradición en la multicolor Guatemala. El camposanto, enclavado en una colina, miles adornaron las tumbas con flores multicolores, quemaron incienso, prendieron velas y oraron por sus muertos, como hicieron casi todos los guatemaltecos en todo el país.

A Paulina Tubacsury, de 42 años, una vendedora de frutas que también llegó ataviada con su traje típico indígena, le mataron a su padre hace unos años por robarle un par de zapatos.“Es triste que haya tanta violencia, aquí no se puede estar en horas de la noche en la calle. A mis hijos no los dejo salir, ya pasamos por la experiencia de perder a mi papá”, aseguró mientras lanzaba pétalos de flores rojas sobre la sepultura de tierra que guarda los restos de su progenitor.

Pero el pesar se mezcla con el festejo. Coloridos barriletes (cometas) gigantes elaborados por indígenas vuelan en las ciudades mayas de Sumpango y la vecina Santiago Sacatepéquez, ambos de entre 25.000 y 30.000 habitantes, para cumplir un festival de centenaria tradición.

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Algunos llegan a medir hasta 25 metros de diámetro y se tardan de 3 a 5 meses para hacerlos. Es la fiesta más colorida en Centroamérica del 1 de noviembre, Día de todos los Santos y 2 de noviembre, Día de los Muertos.

Cuentan los lugareños que sus ancestros empezaron a elevar barriletes en estos poblados indígenas para que el sonido del choque del aire y el papel ahuyente a los malos espíritus.

Eso permite, según la tradición oral, que los difuntos puedan visitar a sus familiares y descansen en paz.

“A nuestros difuntos no podemos olvidarlos, dejarlos abandonados, es su espíritu (simbolizado por los barriletes) el que está con nosotros”, expresa Pascuala, bajo un cielo plomizo donde empezaba a asomar el sol, surcado por las enormes y coloridas cometas de papel.

*Con información de AFP

Guatemaltecos honran a sus muertos

Redacción República
01 de noviembre, 2014

El escenario este frío 1 de noviembre es el cementerio del pueblito de Sumpango, 50 km al oeste de la capital, en el Día de Todos los Santos, una fiesta de arraigada tradición en la multicolor Guatemala. El camposanto, enclavado en una colina, miles adornaron las tumbas con flores multicolores, quemaron incienso, prendieron velas y oraron por sus muertos, como hicieron casi todos los guatemaltecos en todo el país.

A Paulina Tubacsury, de 42 años, una vendedora de frutas que también llegó ataviada con su traje típico indígena, le mataron a su padre hace unos años por robarle un par de zapatos.“Es triste que haya tanta violencia, aquí no se puede estar en horas de la noche en la calle. A mis hijos no los dejo salir, ya pasamos por la experiencia de perder a mi papá”, aseguró mientras lanzaba pétalos de flores rojas sobre la sepultura de tierra que guarda los restos de su progenitor.

Pero el pesar se mezcla con el festejo. Coloridos barriletes (cometas) gigantes elaborados por indígenas vuelan en las ciudades mayas de Sumpango y la vecina Santiago Sacatepéquez, ambos de entre 25.000 y 30.000 habitantes, para cumplir un festival de centenaria tradición.

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Algunos llegan a medir hasta 25 metros de diámetro y se tardan de 3 a 5 meses para hacerlos. Es la fiesta más colorida en Centroamérica del 1 de noviembre, Día de todos los Santos y 2 de noviembre, Día de los Muertos.

Cuentan los lugareños que sus ancestros empezaron a elevar barriletes en estos poblados indígenas para que el sonido del choque del aire y el papel ahuyente a los malos espíritus.

Eso permite, según la tradición oral, que los difuntos puedan visitar a sus familiares y descansen en paz.

“A nuestros difuntos no podemos olvidarlos, dejarlos abandonados, es su espíritu (simbolizado por los barriletes) el que está con nosotros”, expresa Pascuala, bajo un cielo plomizo donde empezaba a asomar el sol, surcado por las enormes y coloridas cometas de papel.

*Con información de AFP