Cerca de un millar de albaneses se han manifestado este domingo sin incidentes ante la sede de la UEFA en Nyon (Suiza) para denunciar el “racismo” de la instancia que dirige el fútbol europeo, constató un fotógrafo de la AFP.
La instancia disciplinaria de la UEFA sancionó hace unos días los incidentes que obligaron a suspender el partido de clasificación para la Eurocopa-2016 que disputaron Serbia y Albania en Belgrado el 14 de octubre y que provocó una grave crisis política entre los dos países.
El organismo europeo decidió repartir culpas y dio la victoria por 3-0 a Serbia pero sin otorgarle los tres puntos.
Además, Serbia tendrá que jugar dos partidos a puerta cerrada. Las dos federaciones deberán pagar una multa de 100.000 euros cada una por los actos violentos que provocaron que se tuviera que parar el partido en el minuto 41, cuando el marcador todavía era de 0-0.
Ambos países se achacan la responsabilidad de la invasión del terreno de juego y los intercambios de golpes entre jugadores y aficionados.
Serbia fue sancionada por la mala organización del partido y, sobre todo, por la invasión del césped por sus hinchas, que agredieron los jugadores de la selección albanesa.
Por su parte, Albania debió responder por el despliegue de una bandera ilegal con la ayuda de un dron y por negarse a seguir jugando el partido pese a que, como afirma la Federación Serbia de Fútbol (FSS), había una recomendación de la UEFA que apoyaba la reanudación.
Los manifestantes hicieron volar este domingo un dron con su bandera sobre la sede de la UEFA y denunciaron la “falta de respeto” de la institución hacia los albaneses.
Cerca de un millar de albaneses se han manifestado este domingo sin incidentes ante la sede de la UEFA en Nyon (Suiza) para denunciar el “racismo” de la instancia que dirige el fútbol europeo, constató un fotógrafo de la AFP.
La instancia disciplinaria de la UEFA sancionó hace unos días los incidentes que obligaron a suspender el partido de clasificación para la Eurocopa-2016 que disputaron Serbia y Albania en Belgrado el 14 de octubre y que provocó una grave crisis política entre los dos países.
El organismo europeo decidió repartir culpas y dio la victoria por 3-0 a Serbia pero sin otorgarle los tres puntos.
Además, Serbia tendrá que jugar dos partidos a puerta cerrada. Las dos federaciones deberán pagar una multa de 100.000 euros cada una por los actos violentos que provocaron que se tuviera que parar el partido en el minuto 41, cuando el marcador todavía era de 0-0.
Ambos países se achacan la responsabilidad de la invasión del terreno de juego y los intercambios de golpes entre jugadores y aficionados.
Serbia fue sancionada por la mala organización del partido y, sobre todo, por la invasión del césped por sus hinchas, que agredieron los jugadores de la selección albanesa.
Por su parte, Albania debió responder por el despliegue de una bandera ilegal con la ayuda de un dron y por negarse a seguir jugando el partido pese a que, como afirma la Federación Serbia de Fútbol (FSS), había una recomendación de la UEFA que apoyaba la reanudación.
Los manifestantes hicieron volar este domingo un dron con su bandera sobre la sede de la UEFA y denunciaron la “falta de respeto” de la institución hacia los albaneses.