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Marca del fracaso del comunismo. Muro de Berlín

Redacción República
09 de noviembre, 2014

La caída del muro de Berlín ocurrió un 9 de noviembre de 1989. Este año se conmemoran 25 años de este acontecimiento.


“Los Llamamientos a la unidad y la celebración de la libertad -una de las palabras más repetidas en los discursos en la capital alemana- han marcado el acto central de los actos conmemorativos de lacaída del Muro de Berlín”


Este tipo de actos se han venido repitiendo en forma anual, para celebrar cada aniversario de la caída del muro de Berlín.

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Sin embargo, dentro de las reflexiones que vale la pena hacer, quiero destacar la cita del filósofo Jean Francis Revel: “Lo que marca el fracaso del comunismo no es la caída delMuro de Berlín, en 1989, sino su construcción en 1961. Era la prueba de que el socialismo real había alcanzado un grado de descomposición tal que se veía obligado a encerrar a los que querían salir para impedirles huir”.


Desde un óptica muy similar, el Doctor en Historia Guillermo  A. Pérez Sánchez, para la conmemoración de los 20 años de la caída del muro de Berlín en el año 2009, escribió un artículo,sobre la Interpretación Histórica de la Caída del Muro. La interpretación me parece muy interesante y es por ello que me permito citar un fragmento de la misma:


“LA EVIDENCIA DE UN FRACASO


El caso de Berlín era paradigmático de las desiguales relaciones entre los dos estados alemanes. De los dos millones de personas que se calcula que pasaban diariamente de un lado a otro de la ciudad a finales de los años cincuenta, más de cincuenta mil trabajaban en la zona occidental pero consumían en el este, lo cual generaba una demanda imposible de abastecer por las autoridades comunistas, y esto sin contar el caos derivado de la circulación de dos monedas distintas. En otro orden de cosas, y como en tantas ocasiones se ha recordado, Berlín Occidental constituía el símbolo más acabado del enfrentamiento entre dos mundos: para el ámbito capitalista, suponía una avanzada democrática en el corazón mismo del bloque soviético; para el ámbito socialista, una gran base militar del imperialismo capitalista.

Para terminar con todo atisbo de contestación y con el propósito de evitar salidas masivas —la sangría demográfica era incontenible: hasta ese momento casi tres millones de alemanes del este habían abandonado el Estado “de los obreros y campesinos» para refugiarse en la República Federal—, las autoridadesestealemanas,apoyadas por Moscú, optaron por romper los vínculos con el oeste y para ello optaron por la vía radical del cierre de la frontera (en clave, conocida como operación “Rosa”): el 13 de agosto de 1961 ordenaban levantar el Muro de Berlín.

Cuando la noche de ese 13 de agosto tropas del ejército y voluntarios del Partido y del Sindicato cerraban los pasos entre los dos sectores berlineses alzando alambradas de espinos y más tarde un muro de cemento a lo largo de más de cuarenta kilómetros, la esperanza de salir del país desapareció para muchos alemanes orientales que pretendían buscar aires de libertad en el “otro lado” de Alemania. Como ha escrito Hans-JoachinMaaz, fundador de la Academia de Psicología Profunda de la República Democrática:

“La RDA fue el símbolo de una vida amurallada y limitada. Muros, alambre de púas y orden de tirar constituían el marco exterior para que pudieran desfogarse en el interior del país un sistema de educación represivo, estructuras autoritarias en todos los campos de la sociedad, un aparato de seguridad intimidante y un sistema de condicionamiento banal, pero muy efectivo, con premios y castigos, para elsometimiento de un pueblo (…).”


Con la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, se produjo el colapso del socialismo real que durante más de cuatro décadas sojuzgó a los pueblos de la Europa del Este sovietizado.


Con la desaparición de los regímenes socialistas los países de la Europa Central, Suroriental y Báltica, por primera vez en su historia después de cuarenta años de totalitarismo comunista, acometieron la extraordinaria tarea de transformación de sus estructuras políticas, económica y sociales (la Triple Transición) para homologarse a los países democráticos de Europa Occidental; y junto a lo anterioroptaron decididamente por integrarse en las Comunidades Europeas…”

Marca del fracaso del comunismo. Muro de Berlín

Redacción República
09 de noviembre, 2014

La caída del muro de Berlín ocurrió un 9 de noviembre de 1989. Este año se conmemoran 25 años de este acontecimiento.


“Los Llamamientos a la unidad y la celebración de la libertad -una de las palabras más repetidas en los discursos en la capital alemana- han marcado el acto central de los actos conmemorativos de lacaída del Muro de Berlín”


Este tipo de actos se han venido repitiendo en forma anual, para celebrar cada aniversario de la caída del muro de Berlín.

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Sin embargo, dentro de las reflexiones que vale la pena hacer, quiero destacar la cita del filósofo Jean Francis Revel: “Lo que marca el fracaso del comunismo no es la caída delMuro de Berlín, en 1989, sino su construcción en 1961. Era la prueba de que el socialismo real había alcanzado un grado de descomposición tal que se veía obligado a encerrar a los que querían salir para impedirles huir”.


Desde un óptica muy similar, el Doctor en Historia Guillermo  A. Pérez Sánchez, para la conmemoración de los 20 años de la caída del muro de Berlín en el año 2009, escribió un artículo,sobre la Interpretación Histórica de la Caída del Muro. La interpretación me parece muy interesante y es por ello que me permito citar un fragmento de la misma:


“LA EVIDENCIA DE UN FRACASO


El caso de Berlín era paradigmático de las desiguales relaciones entre los dos estados alemanes. De los dos millones de personas que se calcula que pasaban diariamente de un lado a otro de la ciudad a finales de los años cincuenta, más de cincuenta mil trabajaban en la zona occidental pero consumían en el este, lo cual generaba una demanda imposible de abastecer por las autoridades comunistas, y esto sin contar el caos derivado de la circulación de dos monedas distintas. En otro orden de cosas, y como en tantas ocasiones se ha recordado, Berlín Occidental constituía el símbolo más acabado del enfrentamiento entre dos mundos: para el ámbito capitalista, suponía una avanzada democrática en el corazón mismo del bloque soviético; para el ámbito socialista, una gran base militar del imperialismo capitalista.

Para terminar con todo atisbo de contestación y con el propósito de evitar salidas masivas —la sangría demográfica era incontenible: hasta ese momento casi tres millones de alemanes del este habían abandonado el Estado “de los obreros y campesinos» para refugiarse en la República Federal—, las autoridadesestealemanas,apoyadas por Moscú, optaron por romper los vínculos con el oeste y para ello optaron por la vía radical del cierre de la frontera (en clave, conocida como operación “Rosa”): el 13 de agosto de 1961 ordenaban levantar el Muro de Berlín.

Cuando la noche de ese 13 de agosto tropas del ejército y voluntarios del Partido y del Sindicato cerraban los pasos entre los dos sectores berlineses alzando alambradas de espinos y más tarde un muro de cemento a lo largo de más de cuarenta kilómetros, la esperanza de salir del país desapareció para muchos alemanes orientales que pretendían buscar aires de libertad en el “otro lado” de Alemania. Como ha escrito Hans-JoachinMaaz, fundador de la Academia de Psicología Profunda de la República Democrática:

“La RDA fue el símbolo de una vida amurallada y limitada. Muros, alambre de púas y orden de tirar constituían el marco exterior para que pudieran desfogarse en el interior del país un sistema de educación represivo, estructuras autoritarias en todos los campos de la sociedad, un aparato de seguridad intimidante y un sistema de condicionamiento banal, pero muy efectivo, con premios y castigos, para elsometimiento de un pueblo (…).”


Con la caída del Muro de Berlín, el 9 de noviembre de 1989, se produjo el colapso del socialismo real que durante más de cuatro décadas sojuzgó a los pueblos de la Europa del Este sovietizado.


Con la desaparición de los regímenes socialistas los países de la Europa Central, Suroriental y Báltica, por primera vez en su historia después de cuarenta años de totalitarismo comunista, acometieron la extraordinaria tarea de transformación de sus estructuras políticas, económica y sociales (la Triple Transición) para homologarse a los países democráticos de Europa Occidental; y junto a lo anterioroptaron decididamente por integrarse en las Comunidades Europeas…”