Actualmente en Guatemala, los principales medios de comunicación informan de la crisis por la falta de traslado de fondos en las diferentes dependencias del gobierno,destacan entre ellas las del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MinSal), Gobernación (MinGob) y el Organismo Judicial (OJ).
En el Ministerio de Salud ya han reportado la muerte de siete pacientes por la falta de respiradores mecánicos y de insumos.Se ha llegado al extremo que en algunos hospitales públicos carecen de los insumos básicos como jeringas, guantes, desinfectantes y medicamentos, además de la falta de pago al personal hasta con cinco meses de atraso.
Por su parte, Mauricio López Bonilla, ministro de gobernación informó que ya no disponían de recursos para el combustible de las autopatrullas y el Sindicato del Organismo Judicial amenazó con paro por falta de pago de salarios.
Ante este cuadro cualquiera podría creer que el problema es la falta de recursos y por consiguiente el Congreso debería aprobar urgentemente los Q4,000 millones (USD$500 millones) en bonos que solicita el Ejecutivo, pero recuerde que más del 80% de este dinero lo quieren para pagar deuda.Si usted cree que la solución es darle más dinero al gobierno, le estará dando la razón al político cuando apuesta que olvidamos rápidamente, cuestionamos poco, aguantamos todo y exigimos nada.
El panorama de la crisis que hoy se vive en las dependencias del gobierno no es por falta de recursos, dinero han tenido y suficiente como para cumplir con sus funciones primordiales de seguridad y justicia, no solo este gobierno sino también los anteriores, ya que la recaudación tributaria ha aumentado año con año desde 1985 hasta la fecha (salvo 2009).
Esta crisis es la consecuencia de un sistema colapsado. Un sistema donde se premia al mediocre y se castiga al exitoso. Un sistema donde la minoría organizada vive a costillas de la mayoría. Un sistema donde los tributos son el botín de los grupos de presión.
El Estado Benefactor/Mercantilista es el sistema colapsado donde la República perece ahogada ante el mar de corrupción en el que se bañan los vividores del Estado. Es el sistema que permite a estos parásitos vivir a costillas del tributario, éste que disfrazan de república democrática es el que nos muestra ahora su verdadera esencia.
Insisto, no es la falta de recursos la que ha generado esta crisis sino el sistema que poco a poco, pero de manera constante, ha permitido que los políticos o burócratas ganen cada vez más poder ante el ciudadano. Y es que muy convenientemente cada vez han ido asumiendo mayores funciones que le dan el pretexto perfecto para quitarnos más libertad y dinero.
Ahora bien, pienso que en cada crisis hay una oportunidad. Que en cada crisis hay quienes lloran y otros que venden pañuelos. Y esta situación nos permite, por lo menos, cuestionar si debemos seguir invirtiendo más dinero en este sistema o si por el contrario debemos empezar a exigir cambios en la clase politiquera. Si debemos empezar a exigir cambios que vayan devolviéndonos el poder a los ciudadanos.
Reconozco que estos cambios serán pequeños, graduales pero deberán ser constantes. Recuerde que los politiqueros populistas no obtuvieron su poder de la noche a la mañana sino poco a poco, ahora nos toca despertar y recuperar lo que nos pertenece, nuestra libertad.
@Md30
Actualmente en Guatemala, los principales medios de comunicación informan de la crisis por la falta de traslado de fondos en las diferentes dependencias del gobierno,destacan entre ellas las del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MinSal), Gobernación (MinGob) y el Organismo Judicial (OJ).
En el Ministerio de Salud ya han reportado la muerte de siete pacientes por la falta de respiradores mecánicos y de insumos.Se ha llegado al extremo que en algunos hospitales públicos carecen de los insumos básicos como jeringas, guantes, desinfectantes y medicamentos, además de la falta de pago al personal hasta con cinco meses de atraso.
Por su parte, Mauricio López Bonilla, ministro de gobernación informó que ya no disponían de recursos para el combustible de las autopatrullas y el Sindicato del Organismo Judicial amenazó con paro por falta de pago de salarios.
Ante este cuadro cualquiera podría creer que el problema es la falta de recursos y por consiguiente el Congreso debería aprobar urgentemente los Q4,000 millones (USD$500 millones) en bonos que solicita el Ejecutivo, pero recuerde que más del 80% de este dinero lo quieren para pagar deuda.Si usted cree que la solución es darle más dinero al gobierno, le estará dando la razón al político cuando apuesta que olvidamos rápidamente, cuestionamos poco, aguantamos todo y exigimos nada.
El panorama de la crisis que hoy se vive en las dependencias del gobierno no es por falta de recursos, dinero han tenido y suficiente como para cumplir con sus funciones primordiales de seguridad y justicia, no solo este gobierno sino también los anteriores, ya que la recaudación tributaria ha aumentado año con año desde 1985 hasta la fecha (salvo 2009).
Esta crisis es la consecuencia de un sistema colapsado. Un sistema donde se premia al mediocre y se castiga al exitoso. Un sistema donde la minoría organizada vive a costillas de la mayoría. Un sistema donde los tributos son el botín de los grupos de presión.
El Estado Benefactor/Mercantilista es el sistema colapsado donde la República perece ahogada ante el mar de corrupción en el que se bañan los vividores del Estado. Es el sistema que permite a estos parásitos vivir a costillas del tributario, éste que disfrazan de república democrática es el que nos muestra ahora su verdadera esencia.
Insisto, no es la falta de recursos la que ha generado esta crisis sino el sistema que poco a poco, pero de manera constante, ha permitido que los políticos o burócratas ganen cada vez más poder ante el ciudadano. Y es que muy convenientemente cada vez han ido asumiendo mayores funciones que le dan el pretexto perfecto para quitarnos más libertad y dinero.
Ahora bien, pienso que en cada crisis hay una oportunidad. Que en cada crisis hay quienes lloran y otros que venden pañuelos. Y esta situación nos permite, por lo menos, cuestionar si debemos seguir invirtiendo más dinero en este sistema o si por el contrario debemos empezar a exigir cambios en la clase politiquera. Si debemos empezar a exigir cambios que vayan devolviéndonos el poder a los ciudadanos.
Reconozco que estos cambios serán pequeños, graduales pero deberán ser constantes. Recuerde que los politiqueros populistas no obtuvieron su poder de la noche a la mañana sino poco a poco, ahora nos toca despertar y recuperar lo que nos pertenece, nuestra libertad.
@Md30