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El desarrollo toma tiempo y no es inevitable.

Redacción
13 de enero, 2015

El debate político y económico tiende a polarizar a sus participantes, a veces pareciera que no existe ningún punto de encuentro entre las distintas ideologías económicas, sin embargo me parece que todos (o por lo menos la gran mayoría) queremos que Guatemala se desarrolle económicamente, y por ende nuestro punto de encuentro es este ‘fin’.  Al decir desarrollo económico me refiero a más riqueza material para la mayoría de la población, en otras palabras sacar a Guatemala de la pobreza, decirle adiós a toda la miseria que existe cuando no hay suficiente comida sobre la mesa o cuando no se tiene un techo que proteja a nuestros ciudadanos de la lluvia y el frio.  Estos problemas son reales y existen alrededor del mundo, y solo un país con recursos (desarrollado) puede erradicarlos completamente.  Sin embargo, el desarrollo de un país toma tiempo y lamentablemente no es inevitable.  Un país, dependiendo de su política pública, puede caminar hacia el desarrollo o puede retroceder, y en su retroceso causar un incalculable daño a su población.  Un ejemplo de retroceso fue lo que pasó en China en 1958, conocido como el ‘Gran Salto Hacia Adelante’ (The Great Leap Forward)

Cuando China inició el Gran Salto Hacia Adelante, las intenciones de los líderes, en ese momento comunistas, era industrializar al país.  La industrialización en este contexto es sinónimo a desarrollo, en esencia lo que querían los líderes era prosperidad para la China.  Los comunistas en la China de 1958 decidieron hacer un plan de largo plazo, en donde el Estado dirigiría los recursos económicos hacia las actividades que el gobierno consideraba necesarias para la industrialización.  Parte del plan involucró la toma de control del sector agrícola.  Sin embargo la inadecuada administración de la agricultura por parte del Estado llevó a una de las peores hambrunas en la historia, en donde se murieron más de 20 millones de chinos (más que todas las personas hoy viviendo en Guatemala).  El Gran Salto Hacia Adelante fue un fracaso, no logró sus objetivos de desarrollo y causó sufrimiento humano que es difícil de describir, cómo describir la muerte de 20 millones de personas, es imposible.  Este es un ejemplo trágico que las decisiones de los gobiernos importan, la política pública tiene un efecto real sobre la sociedad y sobre la economía, la prueba de si una política es efectiva o no debe ser, necesariamente, si cumple con los objetivos expuestos.

En la polarización del debate los capitalistas son tachados como defensores de los ricos y los izquierdistas se proclaman así mismos como los defensores de los pobres.  Es correcto que el capitalismo, al respetar la propiedad, les dará un punto de partida más favorable (en aspectos materiales) a niños de padres ricos en comparación a niños de padres pobres.  Sin embargo, el capitalismo no promete igualdad material para las sociedades que lo implementen, lo que promete es desarrollo económico.  Los pobres en países capitalistas serán menos pobres que en países no capitalistas.  Tenemos que elegir, queremos igualdad material o queremos desarrollo, lamentablemente estos objetivos son incompatibles, no desde un punto de vista ideológico, sino por razones prácticas.  El capitalismo asume que las personas disponen de su propiedad y que utilizan su propiedad e iniciativa para lograr sus objetivos, es este proceso el que genera riqueza año con año.  Si el fruto del trabajo individual se comparte en partes iguales a todos en la sociedad, no existirá incentivo para trabajar y la generación de riqueza necesariamente disminuirá.  La riqueza material no viene del cielo, es necesario trabajar para generarla.

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El desarrollo económico bajo el capitalismo requiere de tiempo, nos tomará varios años pero es la única forma que ha demostrado ser exitosa.  Prueba de esto es que los países que se han acercado al ideal del capitalismo se han desarrollado más rápido que los países que se han alejado de dicho ideal.  El hecho que muchos países desarrollados, especialmente en Europa, se han alejado del capitalismo recientemente es irrelevante, ya que se alejaron cuando ya eran desarrollados.  Los intentos socialistas de Europa únicamente han impedido más desarrollo, un país rico tiene el lujo de cometer errores, un país pobre no.  Es por eso que cuando me preguntan: ¿Cómo podes ser capitalista cuando en Guatemala existe tanta pobreza?  Les contesto que es precisamente porque deseo disminuir la pobreza en Guatemala que soy capitalista.

El desarrollo toma tiempo y no es inevitable.

Redacción
13 de enero, 2015

El debate político y económico tiende a polarizar a sus participantes, a veces pareciera que no existe ningún punto de encuentro entre las distintas ideologías económicas, sin embargo me parece que todos (o por lo menos la gran mayoría) queremos que Guatemala se desarrolle económicamente, y por ende nuestro punto de encuentro es este ‘fin’.  Al decir desarrollo económico me refiero a más riqueza material para la mayoría de la población, en otras palabras sacar a Guatemala de la pobreza, decirle adiós a toda la miseria que existe cuando no hay suficiente comida sobre la mesa o cuando no se tiene un techo que proteja a nuestros ciudadanos de la lluvia y el frio.  Estos problemas son reales y existen alrededor del mundo, y solo un país con recursos (desarrollado) puede erradicarlos completamente.  Sin embargo, el desarrollo de un país toma tiempo y lamentablemente no es inevitable.  Un país, dependiendo de su política pública, puede caminar hacia el desarrollo o puede retroceder, y en su retroceso causar un incalculable daño a su población.  Un ejemplo de retroceso fue lo que pasó en China en 1958, conocido como el ‘Gran Salto Hacia Adelante’ (The Great Leap Forward)

Cuando China inició el Gran Salto Hacia Adelante, las intenciones de los líderes, en ese momento comunistas, era industrializar al país.  La industrialización en este contexto es sinónimo a desarrollo, en esencia lo que querían los líderes era prosperidad para la China.  Los comunistas en la China de 1958 decidieron hacer un plan de largo plazo, en donde el Estado dirigiría los recursos económicos hacia las actividades que el gobierno consideraba necesarias para la industrialización.  Parte del plan involucró la toma de control del sector agrícola.  Sin embargo la inadecuada administración de la agricultura por parte del Estado llevó a una de las peores hambrunas en la historia, en donde se murieron más de 20 millones de chinos (más que todas las personas hoy viviendo en Guatemala).  El Gran Salto Hacia Adelante fue un fracaso, no logró sus objetivos de desarrollo y causó sufrimiento humano que es difícil de describir, cómo describir la muerte de 20 millones de personas, es imposible.  Este es un ejemplo trágico que las decisiones de los gobiernos importan, la política pública tiene un efecto real sobre la sociedad y sobre la economía, la prueba de si una política es efectiva o no debe ser, necesariamente, si cumple con los objetivos expuestos.

En la polarización del debate los capitalistas son tachados como defensores de los ricos y los izquierdistas se proclaman así mismos como los defensores de los pobres.  Es correcto que el capitalismo, al respetar la propiedad, les dará un punto de partida más favorable (en aspectos materiales) a niños de padres ricos en comparación a niños de padres pobres.  Sin embargo, el capitalismo no promete igualdad material para las sociedades que lo implementen, lo que promete es desarrollo económico.  Los pobres en países capitalistas serán menos pobres que en países no capitalistas.  Tenemos que elegir, queremos igualdad material o queremos desarrollo, lamentablemente estos objetivos son incompatibles, no desde un punto de vista ideológico, sino por razones prácticas.  El capitalismo asume que las personas disponen de su propiedad y que utilizan su propiedad e iniciativa para lograr sus objetivos, es este proceso el que genera riqueza año con año.  Si el fruto del trabajo individual se comparte en partes iguales a todos en la sociedad, no existirá incentivo para trabajar y la generación de riqueza necesariamente disminuirá.  La riqueza material no viene del cielo, es necesario trabajar para generarla.

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El desarrollo económico bajo el capitalismo requiere de tiempo, nos tomará varios años pero es la única forma que ha demostrado ser exitosa.  Prueba de esto es que los países que se han acercado al ideal del capitalismo se han desarrollado más rápido que los países que se han alejado de dicho ideal.  El hecho que muchos países desarrollados, especialmente en Europa, se han alejado del capitalismo recientemente es irrelevante, ya que se alejaron cuando ya eran desarrollados.  Los intentos socialistas de Europa únicamente han impedido más desarrollo, un país rico tiene el lujo de cometer errores, un país pobre no.  Es por eso que cuando me preguntan: ¿Cómo podes ser capitalista cuando en Guatemala existe tanta pobreza?  Les contesto que es precisamente porque deseo disminuir la pobreza en Guatemala que soy capitalista.