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De la libertad de expresión y otras cosas

Redacción
22 de enero, 2015

A raíz de los últimos acontecimientos, la libertad de expresión se ha convertido en el debate más relevante a nivel mundial. Después del incidente ocurrido en Francia hace dos semanas, se ha puesto énfasis en este tema por los constantes ataques de los que ha sido víctima este derecho humano. Lo cierto es que el acto terrorista en contra de la revista satírica Charlie Hebdo es solamente la punta del iceberg de un problema recurrente que obliga a ser tratado en la agenda global, y que considero de especial importancia para nuestro país. Aunque existan varios puntos de vista sobre los antecedentes del acto terrorista en contra del semanario galo, creo que no podemos tapar el sol con un dedo en un hecho que delimita de forma clara la crisis que afronta la liberad de pensamiento y expresión en todo el mundo.

La libertad de expresión es un derecho que posibilita la dignidad humana permitiéndole a la persona una traducción libre de sus ideas y pensamientos en expresiones que generen juicios de valor. A la medida que nosotros preservemos este derecho es que lograremos consolidar verdaderas y autenticas democracias, pues limitarlo de alguna forma u otra supone una transgresión a su propia naturaleza. Lo anterior debe de respetarse a ultranza ya que garantiza la difusión de ideas, por cuanto cualquier persona tiene el derecho a externar su pensamiento de la misma manera que otro tiene el derecho a recibirlo o no. Esto debe ser la única regulación a la que esté sujeta la libertad de expresión, ya que es la misma sociedad la que libremente decide si recibe, comparte o rechaza las ideas de otros.  Es definitivo que un pueblo sujeto a la censura, regulación, intimidación y violencia está condenado a vivir sin legítima libertad.

Es importante también mencionar que, de igual forma que cada ser humano tiene el derecho de expresarse de forma voluntaria, también está sujeto a una serie de obligaciones que perfeccionan el ejercicio del mismo. Algunas de estas obligaciones son la prudencia, la objetividad y la veracidad de los comentarios que sean vertidos. Es por eso que dentro de nuestro marco legal, así como en la mayoría de legislaciones en el mundo, se han establecido algunos parámetros para poder ejercitar este derecho de una forma que no afecte el derecho de otra. Nuestra constitución incluso cataloga la actividad de los medios de comunicación de interés público, haciendo denotar su importancia para el desarrollo de nuestra sociedad en la persecución del bien común.

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La semana pasada varios periodistas y columnistas reconocidos en Guatemala salieron a defender la libertad de expresión a raíz de varios hechos que suscitaron y que han tendido a desprestigiar y restringir de este derecho a varios de ellos. De la misma forma que varios hemos salido a defender la libertad de expresión a raíz de los acontecimientos en Francia debemos de salir a defenderla en Guatemala, más en un año toral para el futuro de nuestro país. No es posible que en una sociedad que practique los principios de la libertad y la igualdad cómo base de su República, se esté soslayando el ejercicio de expresar lo que uno piensa. Todos debemos de resguardar este derecho para no retroceder en nuestro desarrollo histórico. Como sociedad es un gran desafío en nuestra pretensión de construir un mundo más libre con verdadera paz.

Twitter: @santipalomov

Email: [email protected]

De la libertad de expresión y otras cosas

Redacción
22 de enero, 2015

A raíz de los últimos acontecimientos, la libertad de expresión se ha convertido en el debate más relevante a nivel mundial. Después del incidente ocurrido en Francia hace dos semanas, se ha puesto énfasis en este tema por los constantes ataques de los que ha sido víctima este derecho humano. Lo cierto es que el acto terrorista en contra de la revista satírica Charlie Hebdo es solamente la punta del iceberg de un problema recurrente que obliga a ser tratado en la agenda global, y que considero de especial importancia para nuestro país. Aunque existan varios puntos de vista sobre los antecedentes del acto terrorista en contra del semanario galo, creo que no podemos tapar el sol con un dedo en un hecho que delimita de forma clara la crisis que afronta la liberad de pensamiento y expresión en todo el mundo.

La libertad de expresión es un derecho que posibilita la dignidad humana permitiéndole a la persona una traducción libre de sus ideas y pensamientos en expresiones que generen juicios de valor. A la medida que nosotros preservemos este derecho es que lograremos consolidar verdaderas y autenticas democracias, pues limitarlo de alguna forma u otra supone una transgresión a su propia naturaleza. Lo anterior debe de respetarse a ultranza ya que garantiza la difusión de ideas, por cuanto cualquier persona tiene el derecho a externar su pensamiento de la misma manera que otro tiene el derecho a recibirlo o no. Esto debe ser la única regulación a la que esté sujeta la libertad de expresión, ya que es la misma sociedad la que libremente decide si recibe, comparte o rechaza las ideas de otros.  Es definitivo que un pueblo sujeto a la censura, regulación, intimidación y violencia está condenado a vivir sin legítima libertad.

Es importante también mencionar que, de igual forma que cada ser humano tiene el derecho de expresarse de forma voluntaria, también está sujeto a una serie de obligaciones que perfeccionan el ejercicio del mismo. Algunas de estas obligaciones son la prudencia, la objetividad y la veracidad de los comentarios que sean vertidos. Es por eso que dentro de nuestro marco legal, así como en la mayoría de legislaciones en el mundo, se han establecido algunos parámetros para poder ejercitar este derecho de una forma que no afecte el derecho de otra. Nuestra constitución incluso cataloga la actividad de los medios de comunicación de interés público, haciendo denotar su importancia para el desarrollo de nuestra sociedad en la persecución del bien común.

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La semana pasada varios periodistas y columnistas reconocidos en Guatemala salieron a defender la libertad de expresión a raíz de varios hechos que suscitaron y que han tendido a desprestigiar y restringir de este derecho a varios de ellos. De la misma forma que varios hemos salido a defender la libertad de expresión a raíz de los acontecimientos en Francia debemos de salir a defenderla en Guatemala, más en un año toral para el futuro de nuestro país. No es posible que en una sociedad que practique los principios de la libertad y la igualdad cómo base de su República, se esté soslayando el ejercicio de expresar lo que uno piensa. Todos debemos de resguardar este derecho para no retroceder en nuestro desarrollo histórico. Como sociedad es un gran desafío en nuestra pretensión de construir un mundo más libre con verdadera paz.

Twitter: @santipalomov

Email: [email protected]