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Engaño populista: Orden ejecutiva migratoria que no fue

Nicholas Virzi
26 de febrero, 2015

En toda su infantilidad lamentablemente característica de la cultura latinoamericana, la región entera surgió para aplaudir la orden ejecutiva del Presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama. En su séptimo año, de ocho años de gobierno, el Presidente Obama descubrió su compromiso con la población latinoamericana, una población con pobrísimo cultura cívica, que ansia ejercer en un país en el que no nació, el poder político que no ejerce en ningún país donde si nació. A cuenta de este descubrimiento de compromiso moral con las poblaciones supuestamente marginadas en Estados Unidos, el Presidente Barack Hussein Obama decidió otorgar derechos a los inmigrantes ilegales. A ningún vocero “pro migrante” se le ocurrió preguntar si el Presidente Barack Hussein Obama tenía la potestad de tomar tal acción ejecutiva, ni mucho menos si la tenía, por qué razón no la había tomado antes.

Hasta ahora, el trato de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos se ha manejado según el criterio sobre que es mejor para el país, no lo que es conveniente para el inmigrante que viola las reglas y saca ventaja desleal al inmigrante que si respeta las reglas que cualquier país soberano ha de tener sobre la decisión de quien entra o no al país, quien trabaja o no en el país, quien vota o no en el país. La historia Americana no deja ninguna duda, la inmigración ha sido buena para Estados Unidos. Estados Unidos ha robado talento del todo el mundo. Todas las comodidades de la vida moderna se han desarrollado en Estados Unidos, no siempre por Americanos, pero siempre en Estados Unidos. El teléfono, la radio, el avión, la televisión, el internet, todo lo que consideramos impensable no tener – se desarrolló en Estados Unidos, tanto por Americanos como no Americanos.

¿Por qué escogieron trabajar e innovar en Estados Unidos? Por Estados ERA un país con Estado de derecho, seguridad y justicia, reglas claras para todos, incluso cuando se negaban a unos y no a otros, Estados Unidos siempre ha estado en la vanguardia del estado de derecho, la libertad económica y política y la igualdad ante la ley, que sientan las bases para la economía de libre mercado que facilita la prosperidad que todos buscan … en territorio Americano.

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Ahora viene una nueva clase de migrantes, guiada por una nueva clase nefasta de lideres supuestamente pro migrantes. La vieja clase tenían entendido que se debían adaptar a las reglas de la nueva sociedad que los acogió y les dio todas las oportunidad de vida que su país de origen no les dio, ni les da. No asi los consejos de la nueva clase de lideres pro migrantes, quienes insisten en impulsar la concepción de derechos de inmigrantes que ningún país del planeta reconoce, sobre todo los países emisores de emigrantes. Los intelectuales latinoamericanos lloran sangre por la supuesta opresión de inmigrantes en Estados Unidos, omitiendo mencionar que los migrantes latinos reciben mejor trato en Estados Unidos, incluso de las autoridades del gobierno, de lo que reciben en cualquier país latinoamericano. Por algo, se van. No se viene a la mente ningún caso de masacres masivas de migrantes latinos, excepto en países latinos. Cuando los inmigrantes ilegales caen en manos de los guardias de la frontera de Estados Unidos, lo primero que reciben es comida y agua, y albergue. Lo primero que recibirían de sus hermanos latinos, por buenas costumbres, no se puede escribir en este foro.

El Presidente Barack Hussein Obama juega con los intereses, las pasiones y emociones de millones de inmigrantes latinos al prometerles lo que no esta en su derecho ni poder de prometer. El Presidente Obama actúa de una manera totalmente insincera. No tiene la potestad de otorgar derechos a inmigrantes que llegaron al país ilegalmente. Lo que si tiene poder de hacer es detener ciertas deportaciones, pero no dar derechos a aquellos no deportados, como permisos de trabajo, licencias de conducir, acceso a servicios públicos, devolución de créditos impositivos que ni ciudadanos Americanos tienen. Todo esto prometió hacer el Presidente Barack Hussein Obama, y no tiene la facultad Constitucional para hacerlo.

Obama erra en varias dimensiones. Primero, abandona sus obligaciones de aplicar las leyes del país. La Constitución no le faculta decidir cuales leyes va a aplicar y cuales no. La Constitución le manda a asegurar la frontera y aplicar las leyes del país. Segundo, usurpa funciones del Legislativo. La Constitución Americana le otorga la potestad completa al Congreso de “fijar reglas uniformes para la naturalización.” Por eso, un juez federal ha suspendido la aplicación del Memo del Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, sobre las acciones del Ejecutivo en pro de los “derechos” inexistentes de quienes no nacieron en Estados Unidos. Leyeron bien.

Todo lo anterior lo sabe el Presidente de Estados Unidos. Barack Hussein Obama, nunca firmo una orden ejecutiva a favor de la amnistía para los inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Lo que recientemente suspendió el juez Federal Andrew Hanen fue un Memo del Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, nunca se menciona al Presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama. Como Obama mismo ha dicho en numerosas ocasiones, grabadas y circuladas en Internet, el Presidente de Estados Unidos no tiene la potestad de violar, suspender, ni inventar las leyes del país. Dejarlo hacerlo sería el fin de la República Americana — que se basa en la separación de poderes del Estado. Quienes piden que lo haga piden acabar con las condiciones políticas básicas que ha permitido que Estados Unidos sea el país donde los migrantes quieran ir.

Engaño populista: Orden ejecutiva migratoria que no fue

Nicholas Virzi
26 de febrero, 2015

En toda su infantilidad lamentablemente característica de la cultura latinoamericana, la región entera surgió para aplaudir la orden ejecutiva del Presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama. En su séptimo año, de ocho años de gobierno, el Presidente Obama descubrió su compromiso con la población latinoamericana, una población con pobrísimo cultura cívica, que ansia ejercer en un país en el que no nació, el poder político que no ejerce en ningún país donde si nació. A cuenta de este descubrimiento de compromiso moral con las poblaciones supuestamente marginadas en Estados Unidos, el Presidente Barack Hussein Obama decidió otorgar derechos a los inmigrantes ilegales. A ningún vocero “pro migrante” se le ocurrió preguntar si el Presidente Barack Hussein Obama tenía la potestad de tomar tal acción ejecutiva, ni mucho menos si la tenía, por qué razón no la había tomado antes.

Hasta ahora, el trato de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos se ha manejado según el criterio sobre que es mejor para el país, no lo que es conveniente para el inmigrante que viola las reglas y saca ventaja desleal al inmigrante que si respeta las reglas que cualquier país soberano ha de tener sobre la decisión de quien entra o no al país, quien trabaja o no en el país, quien vota o no en el país. La historia Americana no deja ninguna duda, la inmigración ha sido buena para Estados Unidos. Estados Unidos ha robado talento del todo el mundo. Todas las comodidades de la vida moderna se han desarrollado en Estados Unidos, no siempre por Americanos, pero siempre en Estados Unidos. El teléfono, la radio, el avión, la televisión, el internet, todo lo que consideramos impensable no tener – se desarrolló en Estados Unidos, tanto por Americanos como no Americanos.

¿Por qué escogieron trabajar e innovar en Estados Unidos? Por Estados ERA un país con Estado de derecho, seguridad y justicia, reglas claras para todos, incluso cuando se negaban a unos y no a otros, Estados Unidos siempre ha estado en la vanguardia del estado de derecho, la libertad económica y política y la igualdad ante la ley, que sientan las bases para la economía de libre mercado que facilita la prosperidad que todos buscan … en territorio Americano.

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El Presidente Barack Hussein Obama juega con los intereses, las pasiones y emociones de millones de inmigrantes latinos al prometerles lo que no esta en su derecho ni poder de prometer. El Presidente Obama actúa de una manera totalmente insincera. No tiene la potestad de otorgar derechos a inmigrantes que llegaron al país ilegalmente. Lo que si tiene poder de hacer es detener ciertas deportaciones, pero no dar derechos a aquellos no deportados, como permisos de trabajo, licencias de conducir, acceso a servicios públicos, devolución de créditos impositivos que ni ciudadanos Americanos tienen. Todo esto prometió hacer el Presidente Barack Hussein Obama, y no tiene la facultad Constitucional para hacerlo.

Obama erra en varias dimensiones. Primero, abandona sus obligaciones de aplicar las leyes del país. La Constitución no le faculta decidir cuales leyes va a aplicar y cuales no. La Constitución le manda a asegurar la frontera y aplicar las leyes del país. Segundo, usurpa funciones del Legislativo. La Constitución Americana le otorga la potestad completa al Congreso de “fijar reglas uniformes para la naturalización.” Por eso, un juez federal ha suspendido la aplicación del Memo del Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, sobre las acciones del Ejecutivo en pro de los “derechos” inexistentes de quienes no nacieron en Estados Unidos. Leyeron bien.

Todo lo anterior lo sabe el Presidente de Estados Unidos. Barack Hussein Obama, nunca firmo una orden ejecutiva a favor de la amnistía para los inmigrantes ilegales en Estados Unidos. Lo que recientemente suspendió el juez Federal Andrew Hanen fue un Memo del Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, nunca se menciona al Presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama. Como Obama mismo ha dicho en numerosas ocasiones, grabadas y circuladas en Internet, el Presidente de Estados Unidos no tiene la potestad de violar, suspender, ni inventar las leyes del país. Dejarlo hacerlo sería el fin de la República Americana — que se basa en la separación de poderes del Estado. Quienes piden que lo haga piden acabar con las condiciones políticas básicas que ha permitido que Estados Unidos sea el país donde los migrantes quieran ir.