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Niño de 9 años pide que le enciendan su cigarro. ¿Lo ayudarías?

Redacción República
24 de febrero, 2015

Un destacado experimento social pone a prueba a los adultos fumadores cuando un niño se les acerca y les pide si le prestan el encendedor o le pueden encender su cigarrillo.

Las reacciones son increíbles, ya que casi todos los consultados le responden que no, intentan explicarle al menor de edad lo dañino que es el tabaco y hasta le arrebatan el atado que tiene en sus manos. Pero lo crucial sucede cuando el pequeño retruca su pregunta y les consulta por qué es que ellos sí pueden fumar, cosa que todos están haciendo.

Todo comenzó con una campaña antitabaco lanzada en Tailandia por la Thai Health Promotion Foundation. En este primer video, realizado con cámaras ocultas, se ve a dos pequeños, una nena y un nene, de entre 7 y 9 años, pasear por las calles pidiendo a los mayores que les enciendan el cigarrillo, una frase que se suele escuchar comúnmente.

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Pero al ver que eran menores, las personas reaccionan y se niegan a realizar el pedido, y comienzan a dar razones por las que no deberían consumir tabaco. Porque son chicos, porque es malo para la salud, o porque es algo para adultos, entre otras. Pero lo más importante sucede cuando quedan en jaque al estar ellos fumando y no ser un buen ejemplo a seguir.

A partir de ese exitoso aviso publicitario, el grupo Whatever de California, Estados Unidos, creó otra serie de videos con cámaras ocultas, en las que un varón de 9 años, un poco más desenvuelto que los anteriores, recorre las calles con la misma incógnita: ¿me darías fuego?

Solo dos personas acceden a ayudarle a encenderse el cigarrillo. La primera, una chica que le propone que se lo encienda con el suyo propio. El segundo, un hombre que, aunque le previene de lo malo que es fumar, le explica dónde conseguir fósforos de forma gratuita. Pero el resto de las otras personas que forman parte del experimento se niegan rotundamente a darle fuego, advirtiéndole de los riesgos de empezar a fumar tan joven, y hasta se atreven a retarlo y quitarle el paquete que lleva en su otra mano.

Y otra vez, ante la negativa de los adultos, el pequeño les lanza la pregunta del millón: “Entonces, ¿por qué vos fumás?”

Niño de 9 años pide que le enciendan su cigarro. ¿Lo ayudarías?

Redacción República
24 de febrero, 2015

Un destacado experimento social pone a prueba a los adultos fumadores cuando un niño se les acerca y les pide si le prestan el encendedor o le pueden encender su cigarrillo.

Las reacciones son increíbles, ya que casi todos los consultados le responden que no, intentan explicarle al menor de edad lo dañino que es el tabaco y hasta le arrebatan el atado que tiene en sus manos. Pero lo crucial sucede cuando el pequeño retruca su pregunta y les consulta por qué es que ellos sí pueden fumar, cosa que todos están haciendo.

Todo comenzó con una campaña antitabaco lanzada en Tailandia por la Thai Health Promotion Foundation. En este primer video, realizado con cámaras ocultas, se ve a dos pequeños, una nena y un nene, de entre 7 y 9 años, pasear por las calles pidiendo a los mayores que les enciendan el cigarrillo, una frase que se suele escuchar comúnmente.

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A partir de ese exitoso aviso publicitario, el grupo Whatever de California, Estados Unidos, creó otra serie de videos con cámaras ocultas, en las que un varón de 9 años, un poco más desenvuelto que los anteriores, recorre las calles con la misma incógnita: ¿me darías fuego?

Solo dos personas acceden a ayudarle a encenderse el cigarrillo. La primera, una chica que le propone que se lo encienda con el suyo propio. El segundo, un hombre que, aunque le previene de lo malo que es fumar, le explica dónde conseguir fósforos de forma gratuita. Pero el resto de las otras personas que forman parte del experimento se niegan rotundamente a darle fuego, advirtiéndole de los riesgos de empezar a fumar tan joven, y hasta se atreven a retarlo y quitarle el paquete que lleva en su otra mano.

Y otra vez, ante la negativa de los adultos, el pequeño les lanza la pregunta del millón: “Entonces, ¿por qué vos fumás?”