Imagina que puedes salir a la calle sin preocuparte que serás asaltado. Caminar tranquilo: encontrar armonía en un ambiente diverso, y en el cual podrás no solo vivir, también tendrás cerca tu trabajo, tiendas y centros de estudios. Todo lo que necesitas para tener la calma que siempre buscaste. Suena imposible, ¿no? Pues ese es el concepto del nuevo urbanismo.
Este estilo de arquitectura nació en 1978, en aquella época, a los famosos arquitectos Andres Duany y Elizabeth Plater-Zyberk se les encargó un proyecto urbanístico: este debía basarse en la estructura de las ciudades tradicionales de Estados Unidos y facilitar la vida a sus habitantes. Y lo lograron.
Así, en 1981 nació en Florida Seaside, una ciudad que, a la fecha, le presenta un nuevo estilo de vida a sus residentes; converge un ambiente urbano con el modelo tradicional de un pueblo.
Y esto se debe a la filosofía del nuevo urbanismo: busca integrar todas las estructuras para que una persona puede desarrollarse en un ambiente pacífico y adecuado.
Pero este estilo también comenzó a tener visiones que parecían más utópicas, las cuales promueven no solo buscan la convivencia de los pueblos y la urbe; el nuevo peatonalismo, planteado por Michael E. Arth pensó también en los peatones y que las ciudades tuvieran jardines y ambientes ecológicos. Vio en esta propuesta, además, una forma de mejorar la salud y crear estructuras más compactas, para una mejor movilidad de las personas.
Este concepto de arquitectura mantiene una intención clara, que es volver a espacios compactos y que permitan una mayor movilidad sin la necesidad de un vehículo; no se elimina pero sí se reduce su uso.
Algunas de estas ciudades alrededor del mundo son: Two Harbors en California; Paseo Del Mar, Santa Barbara, también en Califoria; Garden Village, en Austin, Texas.
Y en Guatemala también puedes encontrar este estilo de vida
Su nombre, en kaqchikel significa “paraíso” y busca, con un concepto basado en la filosofía del nuevo urbanismo, entregar un estilo de vida armonioso. Allí se puede ver claramente esa convergencia de comercio, trabajo y vivienda. El espacio cuenta, además, con un parque y una reserva ecológica. Se trata de Ciudad Cayalá.
El espacio fue diseñado a partir de un plan maestro elaborado por el arquitecto Léon Krier, y es claramente uno de los mejores ejemplos de la unión entre el nuevo urbanismo y el nuevo peatonalismo: la tranquilidad de la naturaleza es acompañada por la belleza de una ciudad moderna.
Ahora, vuelve al inicio de esta nota y recuerda la utopía planteada: en Cayalá puede ser una realidad. Entre dos reservas naturales se erige una hermosa ciudad, elegante y en la que puedes caminar tranquilamente de tu casa a tu trabajo, y luego encontrarte ante una diversidad de comercios que cubrirán todas tus necesidades.
Puedes salir un día por un café, y luego dirigirte al cine; más tarde encontrarás actividades culturales, así es la vida moderna; la alegría de encontrarte en un lugar tranquilo y compacto.
¿Una solución a las necesidades actuales?
En la época actual lo que menos tenemos es tiempo: vivimos corriendo. Y muchas veces perdemos el poco que nos sobra en el tráfico yendo de un lugar a otro. Además, la situación de inseguridad cada vez es más alarmante. Un espacio que unifique todas las necesidades de las personas y que les permita habitar espacios sin preocuparse por lo anterior es ideal.
El nuevo urbanismo y peatonalismo puede, además, recuperar espacios y volverlos más habitables, pues reúne todo lo necesario para la vida moderna.
Foto: Jason Tester/Flickr
Foto Cayalá: Josué Goge/Flickr
Imagina que puedes salir a la calle sin preocuparte que serás asaltado. Caminar tranquilo: encontrar armonía en un ambiente diverso, y en el cual podrás no solo vivir, también tendrás cerca tu trabajo, tiendas y centros de estudios. Todo lo que necesitas para tener la calma que siempre buscaste. Suena imposible, ¿no? Pues ese es el concepto del nuevo urbanismo.
Este estilo de arquitectura nació en 1978, en aquella época, a los famosos arquitectos Andres Duany y Elizabeth Plater-Zyberk se les encargó un proyecto urbanístico: este debía basarse en la estructura de las ciudades tradicionales de Estados Unidos y facilitar la vida a sus habitantes. Y lo lograron.
Así, en 1981 nació en Florida Seaside, una ciudad que, a la fecha, le presenta un nuevo estilo de vida a sus residentes; converge un ambiente urbano con el modelo tradicional de un pueblo.
Y esto se debe a la filosofía del nuevo urbanismo: busca integrar todas las estructuras para que una persona puede desarrollarse en un ambiente pacífico y adecuado.
Pero este estilo también comenzó a tener visiones que parecían más utópicas, las cuales promueven no solo buscan la convivencia de los pueblos y la urbe; el nuevo peatonalismo, planteado por Michael E. Arth pensó también en los peatones y que las ciudades tuvieran jardines y ambientes ecológicos. Vio en esta propuesta, además, una forma de mejorar la salud y crear estructuras más compactas, para una mejor movilidad de las personas.
Este concepto de arquitectura mantiene una intención clara, que es volver a espacios compactos y que permitan una mayor movilidad sin la necesidad de un vehículo; no se elimina pero sí se reduce su uso.
Algunas de estas ciudades alrededor del mundo son: Two Harbors en California; Paseo Del Mar, Santa Barbara, también en Califoria; Garden Village, en Austin, Texas.
Y en Guatemala también puedes encontrar este estilo de vida
Su nombre, en kaqchikel significa “paraíso” y busca, con un concepto basado en la filosofía del nuevo urbanismo, entregar un estilo de vida armonioso. Allí se puede ver claramente esa convergencia de comercio, trabajo y vivienda. El espacio cuenta, además, con un parque y una reserva ecológica. Se trata de Ciudad Cayalá.
El espacio fue diseñado a partir de un plan maestro elaborado por el arquitecto Léon Krier, y es claramente uno de los mejores ejemplos de la unión entre el nuevo urbanismo y el nuevo peatonalismo: la tranquilidad de la naturaleza es acompañada por la belleza de una ciudad moderna.
Ahora, vuelve al inicio de esta nota y recuerda la utopía planteada: en Cayalá puede ser una realidad. Entre dos reservas naturales se erige una hermosa ciudad, elegante y en la que puedes caminar tranquilamente de tu casa a tu trabajo, y luego encontrarte ante una diversidad de comercios que cubrirán todas tus necesidades.
Puedes salir un día por un café, y luego dirigirte al cine; más tarde encontrarás actividades culturales, así es la vida moderna; la alegría de encontrarte en un lugar tranquilo y compacto.
¿Una solución a las necesidades actuales?
En la época actual lo que menos tenemos es tiempo: vivimos corriendo. Y muchas veces perdemos el poco que nos sobra en el tráfico yendo de un lugar a otro. Además, la situación de inseguridad cada vez es más alarmante. Un espacio que unifique todas las necesidades de las personas y que les permita habitar espacios sin preocuparse por lo anterior es ideal.
El nuevo urbanismo y peatonalismo puede, además, recuperar espacios y volverlos más habitables, pues reúne todo lo necesario para la vida moderna.
Foto: Jason Tester/Flickr
Foto Cayalá: Josué Goge/Flickr