El #CasoSAT ha puesto en evidencia la corrupción y cooptación de instituciones del Estado, que ha llegado a niveles insospechables y ante lo cual ha sido necesaria la “intervención” de organismos externos como la #CICIG. El anunciado apoyo de EEUU a la SAT, por medio de su Departamento del Tesoro, y la decisión de pasar “pruebas de polígrafo” a los empleados del ente recaudador, es un mero eufemismo para dejar claro que el poderoso país del norte tendrá bien monitoreada y “controlada” esa institución.
Aquello no es casual. Los intereses y la agenda de Washington en la región pasan, entre otros, por tres grandes temas: a) lucha contra el terrorismo; b) lucha contra el narcotráfico y crimen transnacional; y, c) Prevención de migración ilegal, especialmente de menores, hacia EEUU. Lo anterior, se refleja en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional 2015 de EEUU, presentada apenas el pasado mes de febrero y donde se establece, claramente, que ese país prestará “especial colaboración” a países como Guatemala, Honduras y El Salvador, donde las instituciones están siendo amenazadas por organizaciones criminales. Así, no es extraño el anuncio de implementación del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de CA.
En la agenda de Washington, la Dirección General de Migración, DGM, también jugaría un papel importante. Basta recordar aquel artículo publicado, en enero 2015, en el New York Times, firmado por Joe Biden, Vicepresidente de EEUU, en el cual hacía referencia a la remoción de funcionarios guatemaltecos que estarían ayudando al tráfico y trata de personas. Dicho lo anterior, no sería casual que, de ahora en adelante, la Embajada, dirija, además de la SAT, su mirada hacia una institución como la DGM, de donde no es nada nuevo escuchar que es una entidad que ha sido penetrada por redes del crimen organizado.
En este contexto, y tras la salida de “Lobo” del Ministerio de Gobernación, se han venido generando una serie de cambios en la cúpula de la “Charola S. A.” y, también, en la DGM. Como nuevo titular de la Dirección General de Migración ha sido nombrado Carlos Alberto Pac López, maya k’iche’, originario de Quetzaltenango. Él, es un profesional indígena joven de 39 años de edad, graduado como Contador Público y Auditor y con estudios de Maestría en Administración Financiera, del Centro Universitario de Occidente CUNOC-USAC. Más allá de su pertenencia étnica, el Lic. Carlos Pac, llega a la DGM por su capacidad. Él, tiene un buen historial profesional y demostrada experiencia en instituciones públicas como Sat, Codisra, Fodigua, Minex y el Mingob. De hecho, la propia DGM no le es ajena ya que, en el pasado, ha ocupado el cargo de Gerente Administrativo Financiero y el de Subdirector/Subinterventor de dicha institución.
Desde que, en Enero 2006 a Marzo 2008, fungiera como Director/Interventor de la DGM el Licenciado Santos Cuc, no hubo ningún indígena ocupando tal cargo. La llegada del Lic. Santos Cuc a Migración, en aquellos años, se debió, en buena medida al apoyo del Dr. Eduardo Stein, entonces Vicepresidente de la República. Siete años después de aquella gestión, el nombramiento del Lic. Pac López, como nuevo titular de la DGM, faltando apenas poco más de siete meses para el nuevo “14 a las 14”, le coloca en una carrera contrarreloj en la que su fundamental reto sería promover la “purga” de mafias y redes criminales incrustadas en aquella institución. Para esto último, sus mejores aliados –en las actuales circunstancias políticas del país- podrían ser la propia Embajada y los servicios de inteligencia, así como el eventual apoyo de #CICIG y la FECI del Ministerio Público; al mismo tiempo, debe contar con el apoyo y respaldo político institucional de las nuevas autoridades de Gobernación.
El nombramiento del Lic. Carlos Pac, al frente de la Dirección General de Migración, es una muestra concreta de que a base de capacidad y liderazgo se pueden lograr espacios en instituciones estratégicas del Estado. Aunque el Lic. Pac no es un “extraño” para varios líderes del movimiento indígena, me atrevo a señalar que su nombramiento en la DGM no es producto de una “cuota étnica gubernamental”, ni se lo debe a ese “liderazgo indígena anquilosado” en su discurso de lucha de clases, sino que es el resultado de su esfuerzo individual y su capacidad.
El nombramiento de un maya k’iche’ en la Dirección General de Migración, ayuda a poner en perspectiva la necesidad de que el liderazgo indígena con visión de Estado y de Nación, se trace el objetivo de lograr mayores espacios en instituciones estratégicas –Sat, Banguat y Junta Monetaria, Puertos, Mineco, Anadie, Minfin, Mingob, Mindef, entre otras-, a partir de la promoción y llegada de sus mejores cuadros, para poder incidir de forma real y efectiva, en las políticas de desarrollo nacional. En concreto, es impostergable que el liderazgo indígena vea más allá del “gueto burocrático” al que ha sido relegado –ALMG, CODISRA, DEMI, FODIGUA y demás dependencias “indígenas e interculturales” en Ministerios y Secretarías-. Para lo anterior, ese liderazgo debería preguntarse: ¿Quiénes son sus verdaderos y futuros aliados políticos? ¿Puede verse aliados donde ayer se veían “enemigos”? ¿Son el Ejército y el Sector Privado, como gremio, potenciales aliados del movimiento indígena? Al final, se trata de lograr “construir la unidad en la diversidad”.
El #CasoSAT ha puesto en evidencia la corrupción y cooptación de instituciones del Estado, que ha llegado a niveles insospechables y ante lo cual ha sido necesaria la “intervención” de organismos externos como la #CICIG. El anunciado apoyo de EEUU a la SAT, por medio de su Departamento del Tesoro, y la decisión de pasar “pruebas de polígrafo” a los empleados del ente recaudador, es un mero eufemismo para dejar claro que el poderoso país del norte tendrá bien monitoreada y “controlada” esa institución.
Aquello no es casual. Los intereses y la agenda de Washington en la región pasan, entre otros, por tres grandes temas: a) lucha contra el terrorismo; b) lucha contra el narcotráfico y crimen transnacional; y, c) Prevención de migración ilegal, especialmente de menores, hacia EEUU. Lo anterior, se refleja en la nueva Estrategia de Seguridad Nacional 2015 de EEUU, presentada apenas el pasado mes de febrero y donde se establece, claramente, que ese país prestará “especial colaboración” a países como Guatemala, Honduras y El Salvador, donde las instituciones están siendo amenazadas por organizaciones criminales. Así, no es extraño el anuncio de implementación del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de CA.
En la agenda de Washington, la Dirección General de Migración, DGM, también jugaría un papel importante. Basta recordar aquel artículo publicado, en enero 2015, en el New York Times, firmado por Joe Biden, Vicepresidente de EEUU, en el cual hacía referencia a la remoción de funcionarios guatemaltecos que estarían ayudando al tráfico y trata de personas. Dicho lo anterior, no sería casual que, de ahora en adelante, la Embajada, dirija, además de la SAT, su mirada hacia una institución como la DGM, de donde no es nada nuevo escuchar que es una entidad que ha sido penetrada por redes del crimen organizado.
En este contexto, y tras la salida de “Lobo” del Ministerio de Gobernación, se han venido generando una serie de cambios en la cúpula de la “Charola S. A.” y, también, en la DGM. Como nuevo titular de la Dirección General de Migración ha sido nombrado Carlos Alberto Pac López, maya k’iche’, originario de Quetzaltenango. Él, es un profesional indígena joven de 39 años de edad, graduado como Contador Público y Auditor y con estudios de Maestría en Administración Financiera, del Centro Universitario de Occidente CUNOC-USAC. Más allá de su pertenencia étnica, el Lic. Carlos Pac, llega a la DGM por su capacidad. Él, tiene un buen historial profesional y demostrada experiencia en instituciones públicas como Sat, Codisra, Fodigua, Minex y el Mingob. De hecho, la propia DGM no le es ajena ya que, en el pasado, ha ocupado el cargo de Gerente Administrativo Financiero y el de Subdirector/Subinterventor de dicha institución.
Desde que, en Enero 2006 a Marzo 2008, fungiera como Director/Interventor de la DGM el Licenciado Santos Cuc, no hubo ningún indígena ocupando tal cargo. La llegada del Lic. Santos Cuc a Migración, en aquellos años, se debió, en buena medida al apoyo del Dr. Eduardo Stein, entonces Vicepresidente de la República. Siete años después de aquella gestión, el nombramiento del Lic. Pac López, como nuevo titular de la DGM, faltando apenas poco más de siete meses para el nuevo “14 a las 14”, le coloca en una carrera contrarreloj en la que su fundamental reto sería promover la “purga” de mafias y redes criminales incrustadas en aquella institución. Para esto último, sus mejores aliados –en las actuales circunstancias políticas del país- podrían ser la propia Embajada y los servicios de inteligencia, así como el eventual apoyo de #CICIG y la FECI del Ministerio Público; al mismo tiempo, debe contar con el apoyo y respaldo político institucional de las nuevas autoridades de Gobernación.
El nombramiento del Lic. Carlos Pac, al frente de la Dirección General de Migración, es una muestra concreta de que a base de capacidad y liderazgo se pueden lograr espacios en instituciones estratégicas del Estado. Aunque el Lic. Pac no es un “extraño” para varios líderes del movimiento indígena, me atrevo a señalar que su nombramiento en la DGM no es producto de una “cuota étnica gubernamental”, ni se lo debe a ese “liderazgo indígena anquilosado” en su discurso de lucha de clases, sino que es el resultado de su esfuerzo individual y su capacidad.
El nombramiento de un maya k’iche’ en la Dirección General de Migración, ayuda a poner en perspectiva la necesidad de que el liderazgo indígena con visión de Estado y de Nación, se trace el objetivo de lograr mayores espacios en instituciones estratégicas –Sat, Banguat y Junta Monetaria, Puertos, Mineco, Anadie, Minfin, Mingob, Mindef, entre otras-, a partir de la promoción y llegada de sus mejores cuadros, para poder incidir de forma real y efectiva, en las políticas de desarrollo nacional. En concreto, es impostergable que el liderazgo indígena vea más allá del “gueto burocrático” al que ha sido relegado –ALMG, CODISRA, DEMI, FODIGUA y demás dependencias “indígenas e interculturales” en Ministerios y Secretarías-. Para lo anterior, ese liderazgo debería preguntarse: ¿Quiénes son sus verdaderos y futuros aliados políticos? ¿Puede verse aliados donde ayer se veían “enemigos”? ¿Son el Ejército y el Sector Privado, como gremio, potenciales aliados del movimiento indígena? Al final, se trata de lograr “construir la unidad en la diversidad”.