Por: Tere Ligorría G.
Con optimismo les comparto el mensaje que tuve el privilegio de dar a los graduandos de la UVG en mayo y que les deseo a todos los que hoy comienzan.
“Hoy agradezco a los graduandos. Les agradezco por su ejemplo hoy. Mucho se habla de las grandes oportunidades que se dan las personas cuando tienen la oportunidad de asistir a la Universidad, pero poco se habla del tesón, esfuerzo y compromiso que tiene el que realmente aprovecha esta oportunidad y completa una carrera.
Ese ejemplo tiene que perdurar, es indispensable en la época que estamos viviendo. No sólo en nuestro país, que han pasado cosas tan desafortunadas y de implicaciones tan serias para todos nosotros en los últimos días, sino en el mundo entero. Con ver cualquier noticiero podemos darnos cuenta de la pérdida de valores, de esperanza, de fe en que las cosas pueden mejorar. Hay que pelear contra eso con todas las fuerzas que tenemos. Hay que ser ese ejemplo a donde vayan. Ejemplo para los que están cerca de ustedes y para los que vienen detrás. Preserven el orgullo, la sensación de logro, la alegría del triunfo y guárdenlos en su corazón para que cuando enfrenten los obstáculos que seguramente vendrán, busquen esos sentimientos y que los hagan fuertes y valientes y que no desistan hasta lograr sus metas.
Esos obstáculos los van a encontrar mañana. Se los digo de una vez. Mandan los CVs y responden a cuánto anuncio clasificado y silencio absoluto o les ofrecen un salario que no compensa ni el primer semestre. Al fin logran el dichoso puesto de trabajo, nada funciona como les dijimos aquí en la U…..porque aquí en la U todos seguimos las reglas, la lógica, el juicio crítico y en el mundo de afuera eso escasea hoy. Las ceremonias que los celebren se acaban hoy, ahora todo es haga su trabajo, cumpla con lo que se le pide…les digo, a los que puedan, quédense aquí mejor!
Pero luego, viene LA OPORTUNIDAD y con ella tenemos la dicha de poder hacer uso de todo lo que aprendimos, encontramos espacios para demostrar lo bien preparados que estamos y audiencias receptivas para aportar lo que tanto nos costó aprender. Se los digo 15 años después que yo estuve sentada donde están ustedes ahorita…..TODO valió la pena.
Guatemala vale la pena, es un país bendito, con tanto que aprender que lo que necesita son esos ejemplos valientes, comprometidos como ustedes, con esa luz en los ojos de la ilusión de reventar su potencial.
Salgan de aquí con la frente en alto, llenos de orgullo y de ilusión.
Sonrían y sean amables con todos, saluden, miren a los ojos a las personas.
Sean justos y mesurados con sus palabras y acciones, el drama nunca resolvió nada y la indiferencia tampoco.
Lean.
Estén cerca de su familia.
Al abrir los ojos cada mañana den gracias a Dios por haber amanecido y por su salud.
Sean sinceros con ustedes mismos, de lo contrario no lo podrán ser con nadie más.
Amen su país y canten el himno nacional con todas sus fuerzas cada vez que puedan.
Voten.
Postúlense a cargos públicos, la calidad del gobierno no es más que la calidad de las personas que participan en él.
Que su trabajo sea un reflejo de su alma.
Construyan con sus palabras.
Mantengan chocolates cerca.
Aprendan que el mejor compañero del enojo es el silencio.
Deseo que encuentren siempre una mano amiga, un buen consejo, fortaleza para enfrentar sus retos, alegría para celebrar sus logros, salud en abundancia y mucho, mucho amor del bueno.
Por: Tere Ligorría G.
Con optimismo les comparto el mensaje que tuve el privilegio de dar a los graduandos de la UVG en mayo y que les deseo a todos los que hoy comienzan.
“Hoy agradezco a los graduandos. Les agradezco por su ejemplo hoy. Mucho se habla de las grandes oportunidades que se dan las personas cuando tienen la oportunidad de asistir a la Universidad, pero poco se habla del tesón, esfuerzo y compromiso que tiene el que realmente aprovecha esta oportunidad y completa una carrera.
Ese ejemplo tiene que perdurar, es indispensable en la época que estamos viviendo. No sólo en nuestro país, que han pasado cosas tan desafortunadas y de implicaciones tan serias para todos nosotros en los últimos días, sino en el mundo entero. Con ver cualquier noticiero podemos darnos cuenta de la pérdida de valores, de esperanza, de fe en que las cosas pueden mejorar. Hay que pelear contra eso con todas las fuerzas que tenemos. Hay que ser ese ejemplo a donde vayan. Ejemplo para los que están cerca de ustedes y para los que vienen detrás. Preserven el orgullo, la sensación de logro, la alegría del triunfo y guárdenlos en su corazón para que cuando enfrenten los obstáculos que seguramente vendrán, busquen esos sentimientos y que los hagan fuertes y valientes y que no desistan hasta lograr sus metas.
Esos obstáculos los van a encontrar mañana. Se los digo de una vez. Mandan los CVs y responden a cuánto anuncio clasificado y silencio absoluto o les ofrecen un salario que no compensa ni el primer semestre. Al fin logran el dichoso puesto de trabajo, nada funciona como les dijimos aquí en la U…..porque aquí en la U todos seguimos las reglas, la lógica, el juicio crítico y en el mundo de afuera eso escasea hoy. Las ceremonias que los celebren se acaban hoy, ahora todo es haga su trabajo, cumpla con lo que se le pide…les digo, a los que puedan, quédense aquí mejor!
Pero luego, viene LA OPORTUNIDAD y con ella tenemos la dicha de poder hacer uso de todo lo que aprendimos, encontramos espacios para demostrar lo bien preparados que estamos y audiencias receptivas para aportar lo que tanto nos costó aprender. Se los digo 15 años después que yo estuve sentada donde están ustedes ahorita…..TODO valió la pena.
Guatemala vale la pena, es un país bendito, con tanto que aprender que lo que necesita son esos ejemplos valientes, comprometidos como ustedes, con esa luz en los ojos de la ilusión de reventar su potencial.
Salgan de aquí con la frente en alto, llenos de orgullo y de ilusión.
Sonrían y sean amables con todos, saluden, miren a los ojos a las personas.
Sean justos y mesurados con sus palabras y acciones, el drama nunca resolvió nada y la indiferencia tampoco.
Lean.
Estén cerca de su familia.
Al abrir los ojos cada mañana den gracias a Dios por haber amanecido y por su salud.
Sean sinceros con ustedes mismos, de lo contrario no lo podrán ser con nadie más.
Amen su país y canten el himno nacional con todas sus fuerzas cada vez que puedan.
Voten.
Postúlense a cargos públicos, la calidad del gobierno no es más que la calidad de las personas que participan en él.
Que su trabajo sea un reflejo de su alma.
Construyan con sus palabras.
Mantengan chocolates cerca.
Aprendan que el mejor compañero del enojo es el silencio.
Deseo que encuentren siempre una mano amiga, un buen consejo, fortaleza para enfrentar sus retos, alegría para celebrar sus logros, salud en abundancia y mucho, mucho amor del bueno.