Según informó la Organización Sindical de Trabajadores de Aeronáutica Civil (Ostac), existen supuestos actos de corrupción en la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Por esa razón piden al Ministerio Público que investigue las irregularidades.
La denuncia detalla que dicha entidad firmó un contrato de más de Q6 millones para el arrendamiento, a dos años, de 340 computadoras. Sin embargo, según una cotización del portal Guatecompras.gt, dichas máquinas pudieron haberse comprado por alrededor de Q1.8 millones.
También indicaron que existen plazas fantasmas, pues tienen facturas de personas que supuestamente brindan servicios técnicos prestados a la DGAC sin que se sepa quiénes son o cuál es su trabajo. Un ejemplo es una factura de Adilia Griceida López, quien facturó Q10 mil en abril de 2015, según el contrato 881-2015 y el acuerdo administrativo AC-697-2014-029.
René Solórzano, secretario de Conflictos de Ostac, dijo a los medios que se obliga a los nuevos trabajadores a pagar una cuota mensual para el partido oficial en turno. La cuota podría ser de Q500 al mes.
El interventor de la DGAC, Jair Samayoa, declaró que las acusaciones son falsas. Dijo a los medios que optó por el contrato de computadoras con la empresa que proporciona todas las licencias del software. Señaló, además, que existe la opción de renovar las máquinas al final del contrato, aparte de que no se podía comprar todo lo necesario, por las limitaciones económicas.
Aseguró que no es posible que haya plazas fantasmas porque entre 2014 y 2015 se han efectuado ocho auditorías internas y externas. Acerca de los cobros a los nuevos empleados, Samayoa admitió que se encontró un caso en Cobán en 2012, por lo que se presentó la denuncia en la Fiscalía.
Según informó la Organización Sindical de Trabajadores de Aeronáutica Civil (Ostac), existen supuestos actos de corrupción en la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Por esa razón piden al Ministerio Público que investigue las irregularidades.
La denuncia detalla que dicha entidad firmó un contrato de más de Q6 millones para el arrendamiento, a dos años, de 340 computadoras. Sin embargo, según una cotización del portal Guatecompras.gt, dichas máquinas pudieron haberse comprado por alrededor de Q1.8 millones.
También indicaron que existen plazas fantasmas, pues tienen facturas de personas que supuestamente brindan servicios técnicos prestados a la DGAC sin que se sepa quiénes son o cuál es su trabajo. Un ejemplo es una factura de Adilia Griceida López, quien facturó Q10 mil en abril de 2015, según el contrato 881-2015 y el acuerdo administrativo AC-697-2014-029.
René Solórzano, secretario de Conflictos de Ostac, dijo a los medios que se obliga a los nuevos trabajadores a pagar una cuota mensual para el partido oficial en turno. La cuota podría ser de Q500 al mes.
El interventor de la DGAC, Jair Samayoa, declaró que las acusaciones son falsas. Dijo a los medios que optó por el contrato de computadoras con la empresa que proporciona todas las licencias del software. Señaló, además, que existe la opción de renovar las máquinas al final del contrato, aparte de que no se podía comprar todo lo necesario, por las limitaciones económicas.
Aseguró que no es posible que haya plazas fantasmas porque entre 2014 y 2015 se han efectuado ocho auditorías internas y externas. Acerca de los cobros a los nuevos empleados, Samayoa admitió que se encontró un caso en Cobán en 2012, por lo que se presentó la denuncia en la Fiscalía.