Sin lugar a dudas leer es uno de mis verbos favoritos y conozco a varias personas que comparten este gusto, pocas, pero existen. Existimos.

Hace poco leí sobre un estudio del Centro regional para el fomento del libro en América Latina y el Caribe (CERLALC) que mostraba cuantos libros por persona son leídos al año, esto en seis países de nuestra región. Chile va a la cabeza con 5.4 libros, le sigue Argentina con 4.6, Brasil con 4, 2.9 en Honduras y Colombia 2.2. Nuestro país mostró un porcentaje de 0.5 libros leídos por persona. Ni siquiera llegamos a uno. Y claro no puedo culparnos pues estamos en un país donde tenemos un alto porcentaje de analfabetismo. Así que aquí está la invitación, nosotros quienes hemos tenido el honor y privilegio de aprender a leer y a escribir tenemos también la obligación de esparcir este conocimiento de cualquier forma. Incentivado la lectura, enseñando a leer a otras personas, dejar de ser analfabetas funcionales, leyendo y apoyando a todos aquellos que sueñan (soñamos) con vivir de las letras.

Leer nos deja viajar a sitios más allá de nuestra imaginación sin la necesidad de movernos y además por una suma módica, aumentamos nuestro conocimiento, nos reconciliamos con la ortografía y mejoramos la retentiva. Hay millones de beneficios al leer, como vivir más vidas a través de las letras.

La FILGUA (Feria del libro de Guatemala) abrió el jueves pasado y estará en el parque de la Industria hasta el 26 de este mes. Lo reto a darse una vuelta y llevarse a casa a algunas personas sensacionales en forma de libro.