Veo con preocupación que somos muchos los que seguimos viendo cómo pasan las cosas en nuestro país y continuamos con nuestra vida de manera similar a avestruces, que meten la cabeza en un agujero, pretendiendo que nada va a pasar con este comportamiento.
Sin embargo, también veo con gusto y admiración, cómo otros pocos deciden salir de su área de confort y alzar su vos en pos de un cambio para nuestra patria. Este tipo de acción debiera ser viral. No obstante, los cambios empiezan con un paso a la vez.
Quisiera pensar que los cambios que se están dando con como los de aquel bosque, que después de la devastación total, empieza a erguirse en silencio, pero con la fortaleza de los robles que crecen día a día.
No debemos olvidar las personas de bien, qué pretender cambios haciendo exactamente lo mismo, es una total UTOPÍA. Sí perseguimos una mejor Guatemala donde vivir, o lo que es mejor, donde puedan vivir nuestros hijos y nietos, debemos mojarnos los zapatos en el lodo. La gran oportunidad es construir, cuando todo se encuentra en tan mal estado, pues SE NOTA y se percibe la diferencia.
Este CAOS que todos vivimos hoy, es insostenible. Pero nada cambia si seguimos haciendo nada al respecto. Debemos sopesar a donde queremos llegar. Y teniendo claro ese derrotero, buscar los sistemas que nos permitan llegar a ese objetivo de todos.
Recordemos que cuando un árbol cae lo hace con estruendo, pero cuando un bosque crece lo hace en silencio.
Veo con preocupación que somos muchos los que seguimos viendo cómo pasan las cosas en nuestro país y continuamos con nuestra vida de manera similar a avestruces, que meten la cabeza en un agujero, pretendiendo que nada va a pasar con este comportamiento.
Sin embargo, también veo con gusto y admiración, cómo otros pocos deciden salir de su área de confort y alzar su vos en pos de un cambio para nuestra patria. Este tipo de acción debiera ser viral. No obstante, los cambios empiezan con un paso a la vez.
Quisiera pensar que los cambios que se están dando con como los de aquel bosque, que después de la devastación total, empieza a erguirse en silencio, pero con la fortaleza de los robles que crecen día a día.
No debemos olvidar las personas de bien, qué pretender cambios haciendo exactamente lo mismo, es una total UTOPÍA. Sí perseguimos una mejor Guatemala donde vivir, o lo que es mejor, donde puedan vivir nuestros hijos y nietos, debemos mojarnos los zapatos en el lodo. La gran oportunidad es construir, cuando todo se encuentra en tan mal estado, pues SE NOTA y se percibe la diferencia.
Este CAOS que todos vivimos hoy, es insostenible. Pero nada cambia si seguimos haciendo nada al respecto. Debemos sopesar a donde queremos llegar. Y teniendo claro ese derrotero, buscar los sistemas que nos permitan llegar a ese objetivo de todos.
Recordemos que cuando un árbol cae lo hace con estruendo, pero cuando un bosque crece lo hace en silencio.