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Inflación Electoral

Redacción
30 de julio, 2015

Estamos a pocos días para que se lleve a cabo el proceso electoral más atípico de la mal llamada era “democrática” (digo esto en el entendido que a lo largo de los años se le han ido agregando varios adjetivos con connotaciones negativas). La oferta electoral de las agrupaciones políticas y candidatos a cargos de elección popular en la actual contienda parece sulfurar en cantidad, pero su contenido elemental, el que interesa al ciudadano y al país, es muy bajo para no decir mediocre. El vendaval de campañas circenses, vacías y banales que acorralan cada esquina del país, no hace más que evidenciar el deterioro que ha sufrido nuestro régimen político-representativo a partir de la apertura democrática. Este fenómeno de inflación electoral presente en la actual contienda, no contribuye a un ya difícil ambiente de animadversión hacía la clase política guatemalteca.

El concepto de democracia representativa en Guatemala, a partir del final del siglo XX, se ha caracterizado principalmente por una comunidad política propensa a la volatilidad y a al fraccionamiento interno. Las agrupaciones políticas, nacen y desaparecen en menor tiempo del que podemos aprender sus vacías siglas institucionales. Verbigracia, un partido como la Democracia Cristiana (DC) que en el año 85 tenía una intención arriba del 60% hoy ya no existe, ni por asomo, en el imaginario electoral de los guatemaltecos. Caso parecido el del otrora Partido de Avanzada Nacional (PAN), el extinto Frente Repúblicano Guatemalteco (FRG) y la ausente Gran Alianza Nacional (GANA). Estos ejemplos al igual que muchos otros, han sido la consecuencia fundamental de una Ley Electoral que desde sus inicios no procuro un sistema de democracia interna en dichas agrupaciones. Es más, el diseño actual abre la puerta para que se sigan multiplicando partidos políticos sin definiciones ideológicas ni bases programáticas (al mejor estilo de las sociedades mercantiles) y que se formen maquinarias electoreras que operan únicamente cada cuatro años.

El ejemplo clásico es el del actual candidato alcalde y eterno cacique de Santa Catarina Pinula, Tono Coro. Su campaña, aunque a mi parecer muy elevada en términos mercadológicos, representa nítidamente el enclenque sistema de partidos políticos que hemos heredado. Su desvinculación calculadora, minimizando el logo del partido por el cual esta contendiendo, es una muestra más del poco significado que tienen las instituciones políticas en sus respectivas estrategias de campaña. No hay ningún sentido de pertenencia en el espectro candidato/partido político. De igual manera los otros candidatos, cual sea el cargo por el que este aspirando, parecen manejar una campaña improvisada al tratar de canalizar sus fútiles propuestas en un electorado cada vez más riguroso. Sus mensajes son triviales, poco consecuentes, y cómo ha sido costumbre en la mayoría de los países del istmo, no se basan en propuestas serias para atajar los grandes desafíos que el país tiene en temas de seguridad/justicia, salud, educación y generación de empleo. Es preocupante que a un mes del magno día, no ha habido ni un solo debate entre los principales candidatos a al presidencia; situación que no sería concebible en ninguna sociedad democráticamente desarrollada.

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Ya lo decía en el año 2013 el Doctor Arturo Cruz, connotado economista y catedrático nicaragüense, cuando advertía; “Guatemala, con la falla de siempre, la ausencia de una sociedad política estable y fuerte, que padece de un caso agudo de transfuguismo político” (el resaltado es propio). Su atinada apreciación sobre el país, cobra relieve al considerar la coyuntura y eleva la pregunta; ¿seremos capaces los guatemaltecos de construir una sociedad políticamente estable? La respuesta esta en nuestras manos.

PD:

Invito a todos a conocer más sobre la iniciativa CandiDatos. Una herramienta dinámica desarrollada por las organizaciones Global Shapers, Guatemala City Hub y Red Ciudadana que busca brindarle a los ciudadanos información útil, objetiva y veraz sobre los principales aspirantes y sus propuestas en el proceso electoral. Los candidatos deben de estar bajo el escrutinio de los ciudadanos guatemaltecos que con el voto refrendamos la validez de tan importante proceso democrático. Estemos informados y exijamos tanto a los partidos políticos como a sus candidatos planes de trabajo…no cancionistas pegajosas ni muppies sin sentido. Conoce más en: www.candidatos.gt.

 

@santipalomov

Inflación Electoral

Redacción
30 de julio, 2015

Estamos a pocos días para que se lleve a cabo el proceso electoral más atípico de la mal llamada era “democrática” (digo esto en el entendido que a lo largo de los años se le han ido agregando varios adjetivos con connotaciones negativas). La oferta electoral de las agrupaciones políticas y candidatos a cargos de elección popular en la actual contienda parece sulfurar en cantidad, pero su contenido elemental, el que interesa al ciudadano y al país, es muy bajo para no decir mediocre. El vendaval de campañas circenses, vacías y banales que acorralan cada esquina del país, no hace más que evidenciar el deterioro que ha sufrido nuestro régimen político-representativo a partir de la apertura democrática. Este fenómeno de inflación electoral presente en la actual contienda, no contribuye a un ya difícil ambiente de animadversión hacía la clase política guatemalteca.

El concepto de democracia representativa en Guatemala, a partir del final del siglo XX, se ha caracterizado principalmente por una comunidad política propensa a la volatilidad y a al fraccionamiento interno. Las agrupaciones políticas, nacen y desaparecen en menor tiempo del que podemos aprender sus vacías siglas institucionales. Verbigracia, un partido como la Democracia Cristiana (DC) que en el año 85 tenía una intención arriba del 60% hoy ya no existe, ni por asomo, en el imaginario electoral de los guatemaltecos. Caso parecido el del otrora Partido de Avanzada Nacional (PAN), el extinto Frente Repúblicano Guatemalteco (FRG) y la ausente Gran Alianza Nacional (GANA). Estos ejemplos al igual que muchos otros, han sido la consecuencia fundamental de una Ley Electoral que desde sus inicios no procuro un sistema de democracia interna en dichas agrupaciones. Es más, el diseño actual abre la puerta para que se sigan multiplicando partidos políticos sin definiciones ideológicas ni bases programáticas (al mejor estilo de las sociedades mercantiles) y que se formen maquinarias electoreras que operan únicamente cada cuatro años.

El ejemplo clásico es el del actual candidato alcalde y eterno cacique de Santa Catarina Pinula, Tono Coro. Su campaña, aunque a mi parecer muy elevada en términos mercadológicos, representa nítidamente el enclenque sistema de partidos políticos que hemos heredado. Su desvinculación calculadora, minimizando el logo del partido por el cual esta contendiendo, es una muestra más del poco significado que tienen las instituciones políticas en sus respectivas estrategias de campaña. No hay ningún sentido de pertenencia en el espectro candidato/partido político. De igual manera los otros candidatos, cual sea el cargo por el que este aspirando, parecen manejar una campaña improvisada al tratar de canalizar sus fútiles propuestas en un electorado cada vez más riguroso. Sus mensajes son triviales, poco consecuentes, y cómo ha sido costumbre en la mayoría de los países del istmo, no se basan en propuestas serias para atajar los grandes desafíos que el país tiene en temas de seguridad/justicia, salud, educación y generación de empleo. Es preocupante que a un mes del magno día, no ha habido ni un solo debate entre los principales candidatos a al presidencia; situación que no sería concebible en ninguna sociedad democráticamente desarrollada.

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Ya lo decía en el año 2013 el Doctor Arturo Cruz, connotado economista y catedrático nicaragüense, cuando advertía; “Guatemala, con la falla de siempre, la ausencia de una sociedad política estable y fuerte, que padece de un caso agudo de transfuguismo político” (el resaltado es propio). Su atinada apreciación sobre el país, cobra relieve al considerar la coyuntura y eleva la pregunta; ¿seremos capaces los guatemaltecos de construir una sociedad políticamente estable? La respuesta esta en nuestras manos.

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Invito a todos a conocer más sobre la iniciativa CandiDatos. Una herramienta dinámica desarrollada por las organizaciones Global Shapers, Guatemala City Hub y Red Ciudadana que busca brindarle a los ciudadanos información útil, objetiva y veraz sobre los principales aspirantes y sus propuestas en el proceso electoral. Los candidatos deben de estar bajo el escrutinio de los ciudadanos guatemaltecos que con el voto refrendamos la validez de tan importante proceso democrático. Estemos informados y exijamos tanto a los partidos políticos como a sus candidatos planes de trabajo…no cancionistas pegajosas ni muppies sin sentido. Conoce más en: www.candidatos.gt.

 

@santipalomov