Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Campañas negras, la guerra sucia de las contiendas electorales

Redacción República
11 de julio, 2015

En este país no hay castigo para quien incurra en desacreditar a su oponente de una manera no ética y muestra de ello son las últimas dos elecciones generales con el auge de la llamada guerra sucia o campaña negra, que ahora son más visibles por medio de las redes sociales.

Entre las características de este tipo de acciones está mencionar aspectos personales de los adversarios que no están fundamentados. Eso lo aleja del concepto de campañas negativas que se limitan a mencionar los defectos de los contrincantes.

En los preparativos para la campaña electoral que se desarrolla en estos momentos en el país, una de las primeras voces de alerta fue emitida por el Partido Patriota (PP), cuyos dirigentes denunciaron llamadas a residencias y celulares para desprestigiar a quien fuera su precandidato, Alejandro Sinibaldi.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA

Después se supo de que Libertad Democrática Renovada (Lider) acusaba a la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) de incurrir en esas prácticas y en abril de este año, el diputado Leonardo Camey presentó una denuncia contra Sandra Torres, de la UNE, a quien acusaba de presionar a un político de Mixco, Rafael Bocache, para hacer campaña en contra de Manuel Baldizón, entonces precandidato de la primera agrupación política en mención.

UNE también denunció ataques en su contra y en julio último desmintió información proporcionada por la página Rompiendo el Silencio en donde se mencionó que le habían retirado la visa estadounidense a la candidata Sandra Torres y al jefe de bancada Orlando Blanco.

Debido a esas publicaciones, los administradores de las cuentas en Twitter y Facebook de esa agrupación política emitieron un comunicado aclarando la situación.

La cuenta en mención también posteó un supuesto comunicado emitido por la Oficina del Arzobispado de la ciudad de Guatemala en donde se dice apoyar al candidato Jimmy Morales del Frente de Convergencia Nacional (FCN).

El político también ha denunciado que hay mensajes que le difaman por medio de llamadas telefónicas residenciales y uno de sus candidatos a diputados, Edgar Chin, renunció a sus aspiraciones políticas tras recibir ataques en su contra de tipo personal.

Morales reconoce que luego del resultado en una encuesta que lo coloca en tercer lugar de intensión de voto, los ataques contra su persona y partido, han aumentado. De forma constante se realizan  llamadas telefónicas al azar con grabaciones como esta:

Javier Brolo, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), comentó que  las campañas negras “son más efectivas cuando la cultura democrática no tiene suficiente madurez”. Afirmó: “Sin duda siempre van a haber mecanismos informales para diseminar información y estos tienen efectos importantes en las actitudes de los votantes hacia los candidatos”.

El experto citó una frase de Napoléon: “A veces, no importa si hablan bien o hablan mal de alguien, mientras hablen” y comenta que esto es un requisito esencial para ganar elecciones es darse a conocer, aparecer en el radar, aunque sea por una ridiculez. “Mejor si es una ridiculez que no afecta la percepción de la gente sobre la capacidad que se tiene para gobernar digamos si se sabe que alguien se saca los mocos… es ridículo y le podemos poner apodo”, describió.

Sin embargo, Brolo dice que los candidatos luego tendrán un espacio para que la gente evalúe si tiene capacidades para gobernar. “La campaña negra de denuncia también es buena porque alerta a las personas sobre posibles cuestionamientos ante los cuales el candidato debe responder, sin embargo, el problema es cuando la población no tiene suficiente madurez en su cultura democrática para discernir que información es relevante y tampoco cuenta con mecanismos para verificar su veracidad, entonces ahí sufre de ser engañada”, expuso.

El analista José Ernesto Duarte refiere que el uso de este tipo de campañas “evidencia que los políticos no tienen propuestas serias e improvisan en todo momento”.

Refirió que asimismo, la campaña negra es una estrategia que lleva implícito desatar la violencia política, ya que “relega el debate y en su lugar coloca la descalificación”.

Antecedentes históricos

El analista político español Eduardo Guerra, describe que la primera campaña negativa/sucia moderna, se dio en la campaña presidencial estadounidense en 1828, cuando los demócratas, partidarios de Andrew Jackson, y los republicanos, partidarios de John Adams (ambos bandos irreconciliables), comenzaron a difamar duramente al adversario.

“Su rivalidad se convirtió en odio, que dio paso a una auténtica batalla campal de difamación y mentiras. Ciento ochenta y seis años después, el uso y abuso de lo negativo y lo sucio en la comunicación política sigue presente”, refiere el experto. Efectivamente, la historia califica esa campaña como una elección brutal, que utilizó prácticas sucias y de la cual resultó triunfante Jackson.

El problema apunta a ser regional, para muestra, las recientes elecciones de diputados en México estuvieron marcadas por esta tendencia y el problema deviene de elecciones presidenciales anteriores con la disputa existente entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

De tal manera que una publicación del Instituto de Comunicación Política se refiere a estos artilugios como acciones que “implican adentrarse en la vida íntima de los candidatos” y a manera de ejemplo, cita que “intentar restarle votos a un candidato argumentando que es homosexual, en pleno siglo XXI resulta contraproducente”.

En Estados Unidos las prácticas muestran una tendencia similar. En febrero 2014 la revista LA Times reveló la existencia de 18 páginas en internet hechas por republicanos con perfiles falsos de demócratas, en algunos hubo sátiras, en otras información bochornosa sobre los candidatos y el objetivo era viralizar los contenidos por medio de las acciones de “compartir” en redes sociales.

El consultor estadounidense Dick Morris comentó al respecto en un seminario realizado recientemente en Washington DC, The Victory Awards Conference 2015, que “hay que pensar en una campaña política como una conversación y no evitar ataques negativos porque es parte de”. El asesor llevó a la reelección a Bill Clinton en 1994 contra todos los pronósticos y también tuvo a su cargo la campaña de Vicente Fox en México cuyo triunfo puso fin a 71 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Brolo explica que cuando las preferencias de la población son superficiales y se fundamentan en rasgos de apariencia o solo personalidad entonces esas poblaciones son más vulnerables a la manipulación por información falsa en campañas negras.

La sugerencia del analista es que debemos ver esas prácticas con escepticisimo y madurez. “Condenar la información que solo es ataque personal con insultos y puesta en ridículo, porque esa información no me sirve de nada para mi voto, pero debemos estar pendientes de información que se disemine de forma informal que me pueda dar indicios de cuestionamientos que debemos hacer a los candidatos y que debemos verificar para saber si estos tienen las capacidades adecuadas para gobernar”, expuso.

Finalizó: “tenemos que tener muy presente, de que quien habla mal de alguien, tiene una intención y no me puedo dejar manipular”.

Estas son las denuncias de los tuiteros al respecto:


https://twitter.com/RedRecMark/status/616006936438243328

https://twitter.com/_SoyunaUnnie/status/615944007475048449



SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA

Campañas negras, la guerra sucia de las contiendas electorales

Redacción República
11 de julio, 2015

En este país no hay castigo para quien incurra en desacreditar a su oponente de una manera no ética y muestra de ello son las últimas dos elecciones generales con el auge de la llamada guerra sucia o campaña negra, que ahora son más visibles por medio de las redes sociales.

Entre las características de este tipo de acciones está mencionar aspectos personales de los adversarios que no están fundamentados. Eso lo aleja del concepto de campañas negativas que se limitan a mencionar los defectos de los contrincantes.

En los preparativos para la campaña electoral que se desarrolla en estos momentos en el país, una de las primeras voces de alerta fue emitida por el Partido Patriota (PP), cuyos dirigentes denunciaron llamadas a residencias y celulares para desprestigiar a quien fuera su precandidato, Alejandro Sinibaldi.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA

Después se supo de que Libertad Democrática Renovada (Lider) acusaba a la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) de incurrir en esas prácticas y en abril de este año, el diputado Leonardo Camey presentó una denuncia contra Sandra Torres, de la UNE, a quien acusaba de presionar a un político de Mixco, Rafael Bocache, para hacer campaña en contra de Manuel Baldizón, entonces precandidato de la primera agrupación política en mención.

UNE también denunció ataques en su contra y en julio último desmintió información proporcionada por la página Rompiendo el Silencio en donde se mencionó que le habían retirado la visa estadounidense a la candidata Sandra Torres y al jefe de bancada Orlando Blanco.

Debido a esas publicaciones, los administradores de las cuentas en Twitter y Facebook de esa agrupación política emitieron un comunicado aclarando la situación.

La cuenta en mención también posteó un supuesto comunicado emitido por la Oficina del Arzobispado de la ciudad de Guatemala en donde se dice apoyar al candidato Jimmy Morales del Frente de Convergencia Nacional (FCN).

El político también ha denunciado que hay mensajes que le difaman por medio de llamadas telefónicas residenciales y uno de sus candidatos a diputados, Edgar Chin, renunció a sus aspiraciones políticas tras recibir ataques en su contra de tipo personal.

Morales reconoce que luego del resultado en una encuesta que lo coloca en tercer lugar de intensión de voto, los ataques contra su persona y partido, han aumentado. De forma constante se realizan  llamadas telefónicas al azar con grabaciones como esta:

Javier Brolo, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), comentó que  las campañas negras “son más efectivas cuando la cultura democrática no tiene suficiente madurez”. Afirmó: “Sin duda siempre van a haber mecanismos informales para diseminar información y estos tienen efectos importantes en las actitudes de los votantes hacia los candidatos”.

El experto citó una frase de Napoléon: “A veces, no importa si hablan bien o hablan mal de alguien, mientras hablen” y comenta que esto es un requisito esencial para ganar elecciones es darse a conocer, aparecer en el radar, aunque sea por una ridiculez. “Mejor si es una ridiculez que no afecta la percepción de la gente sobre la capacidad que se tiene para gobernar digamos si se sabe que alguien se saca los mocos… es ridículo y le podemos poner apodo”, describió.

Sin embargo, Brolo dice que los candidatos luego tendrán un espacio para que la gente evalúe si tiene capacidades para gobernar. “La campaña negra de denuncia también es buena porque alerta a las personas sobre posibles cuestionamientos ante los cuales el candidato debe responder, sin embargo, el problema es cuando la población no tiene suficiente madurez en su cultura democrática para discernir que información es relevante y tampoco cuenta con mecanismos para verificar su veracidad, entonces ahí sufre de ser engañada”, expuso.

El analista José Ernesto Duarte refiere que el uso de este tipo de campañas “evidencia que los políticos no tienen propuestas serias e improvisan en todo momento”.

Refirió que asimismo, la campaña negra es una estrategia que lleva implícito desatar la violencia política, ya que “relega el debate y en su lugar coloca la descalificación”.

Antecedentes históricos

El analista político español Eduardo Guerra, describe que la primera campaña negativa/sucia moderna, se dio en la campaña presidencial estadounidense en 1828, cuando los demócratas, partidarios de Andrew Jackson, y los republicanos, partidarios de John Adams (ambos bandos irreconciliables), comenzaron a difamar duramente al adversario.

“Su rivalidad se convirtió en odio, que dio paso a una auténtica batalla campal de difamación y mentiras. Ciento ochenta y seis años después, el uso y abuso de lo negativo y lo sucio en la comunicación política sigue presente”, refiere el experto. Efectivamente, la historia califica esa campaña como una elección brutal, que utilizó prácticas sucias y de la cual resultó triunfante Jackson.

El problema apunta a ser regional, para muestra, las recientes elecciones de diputados en México estuvieron marcadas por esta tendencia y el problema deviene de elecciones presidenciales anteriores con la disputa existente entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

De tal manera que una publicación del Instituto de Comunicación Política se refiere a estos artilugios como acciones que “implican adentrarse en la vida íntima de los candidatos” y a manera de ejemplo, cita que “intentar restarle votos a un candidato argumentando que es homosexual, en pleno siglo XXI resulta contraproducente”.

En Estados Unidos las prácticas muestran una tendencia similar. En febrero 2014 la revista LA Times reveló la existencia de 18 páginas en internet hechas por republicanos con perfiles falsos de demócratas, en algunos hubo sátiras, en otras información bochornosa sobre los candidatos y el objetivo era viralizar los contenidos por medio de las acciones de “compartir” en redes sociales.

El consultor estadounidense Dick Morris comentó al respecto en un seminario realizado recientemente en Washington DC, The Victory Awards Conference 2015, que “hay que pensar en una campaña política como una conversación y no evitar ataques negativos porque es parte de”. El asesor llevó a la reelección a Bill Clinton en 1994 contra todos los pronósticos y también tuvo a su cargo la campaña de Vicente Fox en México cuyo triunfo puso fin a 71 años de gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Brolo explica que cuando las preferencias de la población son superficiales y se fundamentan en rasgos de apariencia o solo personalidad entonces esas poblaciones son más vulnerables a la manipulación por información falsa en campañas negras.

La sugerencia del analista es que debemos ver esas prácticas con escepticisimo y madurez. “Condenar la información que solo es ataque personal con insultos y puesta en ridículo, porque esa información no me sirve de nada para mi voto, pero debemos estar pendientes de información que se disemine de forma informal que me pueda dar indicios de cuestionamientos que debemos hacer a los candidatos y que debemos verificar para saber si estos tienen las capacidades adecuadas para gobernar”, expuso.

Finalizó: “tenemos que tener muy presente, de que quien habla mal de alguien, tiene una intención y no me puedo dejar manipular”.

Estas son las denuncias de los tuiteros al respecto:


https://twitter.com/RedRecMark/status/616006936438243328

https://twitter.com/_SoyunaUnnie/status/615944007475048449