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La apertura de la Embajadas en La Habana y en Washington

Redacción
12 de agosto, 2015

Después de 54 años, ondeó por primera vez la bandera cubana en la capital estadounidense. En un acto protocolario histórico, diplomáticos norteamericanos y cubanos estuvieron a la par para ver izar la bandera cubana en la nueva Embajada de Cuba, en el mismo edificio que sirvió para la misión cubana antes que rompieran las relaciones diplomáticas en 1961.

Washington, por su parte, abrió también la Embajada de los Estados Unidos en la capital cubana pero sin acto protocolario, sino que lo hará el 14 de agosto en presencia del Secretario de Estado, John Kerry. Mientras tanto en el Departamento de Estado también se izó dentro de su sede la bandera cubana, en el mismo salón donde están las banderas de los países con los que los Estados Unidos sostiene relaciones diplomáticas.

Las aperturas de las Embajadas marca una etapa más en las negociaciones de los dos países para normalizar relaciones diplomáticas y un simbólico fin a residuos de la Guerra Fría. El Secretario de Estado, John Kerry, se reunió con el Canciller cubano, Bruno Rodríguez, en el Departamento de Estado, siendo esta reunión la primera que un Canciller Cubano se reúne con un Secretario de Estado de los Estados Unidos desde 1958; y también fue la primera vez en que ambos Cancilleres aparecieron en una conferencia de prensa en el Departamento de Estado.

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El Secretario Kerry, con un discurso más conciliatorio, comentó que aunque existen diferencias en distintos temas como derechos humanos, sistema político, entre otros, ambos países se beneficiarán de la relación en vez del distanciamiento; y que están determinados a vivir como buenos vecinos. Por su parte, el Canciller cubano, con un discurso más duro, mencionó las peticiones al gobierno de los Estados Unidos, como el regreso de la Bahía de Guantánamo a Cuba y terminar con el embargo económico, decisión la cual está en manos del Congreso estadounidense. El Canciller Cubano expresó que ambos países pueden cooperar y coexistir en una forma civilizada.

Algunos de los cambios ya van bastante avanzados como las restricciones para viajar y la flexibilización de los límites para enviar remesas. En mayo pasado, el Presidente Obama retiró a Cuba de los países que patrocinan terrorismo. Sin embargo, ambos cancilleres reconocen que aún faltan pasos para lograr establecer relaciones diplomáticas plenas. Según el Secretario Kerry, “el hito no significa un final a las tantas diferencias que aún separan a nuestros gobiernos…pero reflejan la realidad que la Guerra Fría terminó hace mucho tiempo y que los intereses de ambos países son mejores servidos mediante el involucramiento que por el alejamiento”. Kerry añadió “que nada es más fútil que vivir en el pasado”.

El Canciller Cubano en sus declaraciones expresó que el progreso será más viable una vez el embargo, que por décadas ha sofocado la economía cubana, sea finalizado; así como la devolución de la Bahía de Guantánamo que sirve como una facilidad de la marina de los Estados Unidos utilizada para los terroristas. Sobre esta última demanda el Secretario Kerry fue menos claro, comentando que no hay discusiones sobre ese tema en este momento para cambiar el tratado que dio en préstamo la bahía a los Estados Unidos.

Ambas peticiones dependen del Congreso de los Estados Unidos y el Presidente Obama lo ha solicitado al Congreso, pero se encuentra en discusión en un Congreso controlado por los Republicanos, que se oponen a la normalización de las relaciones diplomáticas.

Hillary Clinton, candidata presidencial demócrata, recordó que continuar con una política que ha “fracasado” durante más de 50 años ha dejado a los Estados Unidos “aislado” en una región en la que ha ido disminuyendo su influencia por la estrategia que ha adoptado. El Presidente Obama ha iniciado ese proceso de cambio de estrategia hacia la región latinoamericana, tal como fue demostrado durante la Cumbre de las Américas en Panamá por el liderazgo ejercido y una posición más conciliatoria hacia América Latina.

Asimismo, el Presidente Obama ha comenzado a integrar al Sector Privado de los Estados Unidos como parte de su estrategia para la isla caribeña, cuyo objetivo es contar con el apoyo de los empresarios para levantar el embargo, quienes ven sumas posibilidades para poder realizar negocios. En ese contexto, recientemente participaron en una reunión en la Casa Blanca setenta empresarios estadounidenses, miembros de distintos sectores productivos que visualizan las nuevas oportunidades que se presentan por el potencial que posee la isla.

En esa línea, la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton expresó que hay que “aprovechar la oportunidad” que se está dando entre los dos países para normalizar las relaciones y terminar “de una vez por todas” el embargo. El discurso de Clinton respecto a la isla va encaminado a presentar una estrategia con una visión renovada que se distancia de la política tradicional del partido republicano. Clinton señaló que la normalización de las relaciones no implica ceder en los valores democráticos, sino más bien que se puede continuar con mecanismos de presión contra los violadores de derechos humanos, restricciones a los movimientos de armas y trabajar para ceñir los mecanismos represivos y fomentar la libertad de expresión.

En conclusión, el proceso de normalización de relaciones diplomáticas plenas entre los Estados Unidos y Cuba es un proceso lento que depende del Congreso de los Estados Unidos en un momento que se aproximan las elecciones generales. Las condiciones vitales para lograr esa meta dependen de la retirada del embargo económico y el regreso de la bahía de Guantánamo. Ambos partidos mantienen posturas e ideologías distintas en su acercamiento hacia la isla, que dificulta llegar a acuerdos para retirar el embargo económico. Merece aplaudir los pasos dados hasta ahora entre ambos países, muestra de un progreso positivo en la relación que tan solo el año pasado nadie se imaginaría que ambos países estuvieran en conversaciones.

La apertura de la Embajadas en La Habana y en Washington

Redacción
12 de agosto, 2015

Después de 54 años, ondeó por primera vez la bandera cubana en la capital estadounidense. En un acto protocolario histórico, diplomáticos norteamericanos y cubanos estuvieron a la par para ver izar la bandera cubana en la nueva Embajada de Cuba, en el mismo edificio que sirvió para la misión cubana antes que rompieran las relaciones diplomáticas en 1961.

Washington, por su parte, abrió también la Embajada de los Estados Unidos en la capital cubana pero sin acto protocolario, sino que lo hará el 14 de agosto en presencia del Secretario de Estado, John Kerry. Mientras tanto en el Departamento de Estado también se izó dentro de su sede la bandera cubana, en el mismo salón donde están las banderas de los países con los que los Estados Unidos sostiene relaciones diplomáticas.

Las aperturas de las Embajadas marca una etapa más en las negociaciones de los dos países para normalizar relaciones diplomáticas y un simbólico fin a residuos de la Guerra Fría. El Secretario de Estado, John Kerry, se reunió con el Canciller cubano, Bruno Rodríguez, en el Departamento de Estado, siendo esta reunión la primera que un Canciller Cubano se reúne con un Secretario de Estado de los Estados Unidos desde 1958; y también fue la primera vez en que ambos Cancilleres aparecieron en una conferencia de prensa en el Departamento de Estado.

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El Secretario Kerry, con un discurso más conciliatorio, comentó que aunque existen diferencias en distintos temas como derechos humanos, sistema político, entre otros, ambos países se beneficiarán de la relación en vez del distanciamiento; y que están determinados a vivir como buenos vecinos. Por su parte, el Canciller cubano, con un discurso más duro, mencionó las peticiones al gobierno de los Estados Unidos, como el regreso de la Bahía de Guantánamo a Cuba y terminar con el embargo económico, decisión la cual está en manos del Congreso estadounidense. El Canciller Cubano expresó que ambos países pueden cooperar y coexistir en una forma civilizada.

Algunos de los cambios ya van bastante avanzados como las restricciones para viajar y la flexibilización de los límites para enviar remesas. En mayo pasado, el Presidente Obama retiró a Cuba de los países que patrocinan terrorismo. Sin embargo, ambos cancilleres reconocen que aún faltan pasos para lograr establecer relaciones diplomáticas plenas. Según el Secretario Kerry, “el hito no significa un final a las tantas diferencias que aún separan a nuestros gobiernos…pero reflejan la realidad que la Guerra Fría terminó hace mucho tiempo y que los intereses de ambos países son mejores servidos mediante el involucramiento que por el alejamiento”. Kerry añadió “que nada es más fútil que vivir en el pasado”.

El Canciller Cubano en sus declaraciones expresó que el progreso será más viable una vez el embargo, que por décadas ha sofocado la economía cubana, sea finalizado; así como la devolución de la Bahía de Guantánamo que sirve como una facilidad de la marina de los Estados Unidos utilizada para los terroristas. Sobre esta última demanda el Secretario Kerry fue menos claro, comentando que no hay discusiones sobre ese tema en este momento para cambiar el tratado que dio en préstamo la bahía a los Estados Unidos.

Ambas peticiones dependen del Congreso de los Estados Unidos y el Presidente Obama lo ha solicitado al Congreso, pero se encuentra en discusión en un Congreso controlado por los Republicanos, que se oponen a la normalización de las relaciones diplomáticas.

Hillary Clinton, candidata presidencial demócrata, recordó que continuar con una política que ha “fracasado” durante más de 50 años ha dejado a los Estados Unidos “aislado” en una región en la que ha ido disminuyendo su influencia por la estrategia que ha adoptado. El Presidente Obama ha iniciado ese proceso de cambio de estrategia hacia la región latinoamericana, tal como fue demostrado durante la Cumbre de las Américas en Panamá por el liderazgo ejercido y una posición más conciliatoria hacia América Latina.

Asimismo, el Presidente Obama ha comenzado a integrar al Sector Privado de los Estados Unidos como parte de su estrategia para la isla caribeña, cuyo objetivo es contar con el apoyo de los empresarios para levantar el embargo, quienes ven sumas posibilidades para poder realizar negocios. En ese contexto, recientemente participaron en una reunión en la Casa Blanca setenta empresarios estadounidenses, miembros de distintos sectores productivos que visualizan las nuevas oportunidades que se presentan por el potencial que posee la isla.

En esa línea, la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton expresó que hay que “aprovechar la oportunidad” que se está dando entre los dos países para normalizar las relaciones y terminar “de una vez por todas” el embargo. El discurso de Clinton respecto a la isla va encaminado a presentar una estrategia con una visión renovada que se distancia de la política tradicional del partido republicano. Clinton señaló que la normalización de las relaciones no implica ceder en los valores democráticos, sino más bien que se puede continuar con mecanismos de presión contra los violadores de derechos humanos, restricciones a los movimientos de armas y trabajar para ceñir los mecanismos represivos y fomentar la libertad de expresión.

En conclusión, el proceso de normalización de relaciones diplomáticas plenas entre los Estados Unidos y Cuba es un proceso lento que depende del Congreso de los Estados Unidos en un momento que se aproximan las elecciones generales. Las condiciones vitales para lograr esa meta dependen de la retirada del embargo económico y el regreso de la bahía de Guantánamo. Ambos partidos mantienen posturas e ideologías distintas en su acercamiento hacia la isla, que dificulta llegar a acuerdos para retirar el embargo económico. Merece aplaudir los pasos dados hasta ahora entre ambos países, muestra de un progreso positivo en la relación que tan solo el año pasado nadie se imaginaría que ambos países estuvieran en conversaciones.