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Intentan victimizar a un acusado de asesinato

Redacción República
23 de septiembre, 2015

“Al finalizar la masacre, el individuo lamió la sangre que había en el machete. Él mismo ha dicho en las comunidades que no sólo mató a Marcelo Pajoc, sino a otros cuatro miembros de su familia”. Este y otros testimonios surgieron para respaldar la orden de captura del individuo que originó un conflicto que terminó en masacre la madrugada del 20 de septiembre del año pasado en Los Pajoques, San Juan Sacatepéquez.

Sin embargo, organizaciones que dicen velar por los derechos de los pueblos indígenas intentan hacer caso omiso de la situación y por varios medios divulgan información que intenta victimizar al agresor, Rigoberto Andrés Patzán Locón. Esto implica comunicados de prensa en donde se hace ver que hubo “una acción de represión” y y ahora afirman que los habitantes del área indican que fue capturado “por defender su territorio”.

Los habitantes de Los Pajoques vivieron amedrentados por dirigentes que se oponían a la implementación de proyectos de desarrollo en el municipio. Sólo de 2007 a 2014 más de medio centenar de denuncias llegaron sobre agresiones propiciadas por quienes se oponen al proyecto de cemento y la carretera de Anillo Regional en lugar.

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Marcelo Pajoc, quien falleció de un machetazo en la cabeza propinado por Rigoberto Andrés Patzán Locón, había denunciado dicho hostigamiento pero fue masacrado junto a once personas. Se tiene conocimiento de que Patzán dirigió la turba que entró a la casa y disparó la escopeta para el ataque inicial.

Ahora el Comité de Unidad Campesina (CUC) divulga información en donde aparece Patzán Locón con golpes en el cuerpo y reporta que fue encontrado dentro de una carceleta del Juzgado de Turno y Gestión Penal de Mixco en esas condiciones. Aseguran que el homicida “salió de su casa a las 4 de la mañana a ordeñar sus vacas y cuando regresaba con 12 litros de leche dentro de su mochila y una botella más en las manos se le atravesó un vehículo particular tipo pickup”.

El relato del CUC indica que del automóvil descendieron “diez policías quienes sin mediar palabra lo agarraron y lo tiraron al suelo propinándole varias patadas y le metieron un bastón en la boca para que no gritara”. Y que durante el tiempo que duró el traslado de Patzán, de la aldea Las Pajoques a la zona 3 de Mixco donde se ubica el Juzgado de Turno, los policías permanecieron sentados sobre el cuerpo del “líder comunitario”, quién relató que permaneció estático porque temía que al moverse lo golpearan nuevamente.

Asimismo, se pide su traslado a un hospital para recibir atención médica, sin embargo, ejecutar la orden de captura llevó un año tras su emisión el 20 de septiembre del 2014, día en que se consumó la masacre que él dirigió en horas de la madrugada.

¿Justicia para el victimario?

Pese a la muerte de once personas en la masacre, incluidos cinco miembros de la familia de Pajoc (su padre de 90 años y su sobrino de 19, mientras que su madre falleció días después debido  los golpes), varias mujeres fueron torturadas y despojadas de su vestimenta y les fue arrancado el cabello para denigrarlas. Otros lograron escapar por las montañas como su esposa junto a sus siete hijos, que no han regresado a su casa en Los Pajoques porque temen por sus vidas y desde entonces viven refugiados en un albergue.

El hecho pasó a tan solo treinta kilómetros de la Ciudad Capital en la aldea los Pajoques, municipio de San Juan Sacatepéquez. Una situación en donde lamentablemente familias de trabajadores indígenas han sufrido los vejámenes de grupos que viven sacando beneficios del conflicto. Estos grupos alimentan sus manifestaciones públicas con algunas donaciones de organismos internacionales (aunque cada vez menos instituciones deciden apoyarlos de manera directa) y de los negocios que hacen con políticos populistas postrando a algunas comunidades bajo la fantasía surrealista: “en nombre del pueblo”.

El pecado de Marcelo fue haber vendido su terreno para la construcción del Anillo Regional, carretera que contectará ocho departamentos, 52 municipios y contará de 419.5 mil kilómetros. Se estima que unos 750 mil habitantes serán beneficiados con este proyecto y la cementera donará un tramo de 14 kilómetros.

La columna escrita en Republica.gt por Juan Carlos Zapata, titulada #YoSoyLosPajoques, publicada el 16 de enero de 2015, termina diciendo “si tan solo en Guatemala fuésemos más empáticos y no toleráramos el terrorismo”. al referirse a la Masacre ocurrida en la aldea Los Pajoques.

El columnista indica además  “algunas preguntas para la reflexión ¿acaso la comunidad internacional que vive en nuestro país se sintió tan indignada cuando ocurrió la matanza en los Pajoques? ¿cómo pedirlo cuando muchos guatemaltecos, tampoco se solidarizan cuando terroristas toman rehenes o intimidan a mujeres y jóvenes por el simple hecho de querer un empleo digno?, situaciones que incluso hoy siguen pasando en San Juan Sacatepéquez”.

Conozca el testimonio de Marcelo Pajoc antes de morir junto a sus padres en la Masacre de los Pajoques:

El tema se politizó a tal punto que un partido político, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) ya califica al victimario de los Pajoques como “un preso político”. Mientras que otros empezaron a denunciar que hay un acto de criminalización contra el sujeto o lo califican de lider comunitario, pese a que es acusado de asesinato y violencia física contra la mujer, entre otras cosas.




Intentan victimizar a un acusado de asesinato

Redacción República
23 de septiembre, 2015

“Al finalizar la masacre, el individuo lamió la sangre que había en el machete. Él mismo ha dicho en las comunidades que no sólo mató a Marcelo Pajoc, sino a otros cuatro miembros de su familia”. Este y otros testimonios surgieron para respaldar la orden de captura del individuo que originó un conflicto que terminó en masacre la madrugada del 20 de septiembre del año pasado en Los Pajoques, San Juan Sacatepéquez.

Sin embargo, organizaciones que dicen velar por los derechos de los pueblos indígenas intentan hacer caso omiso de la situación y por varios medios divulgan información que intenta victimizar al agresor, Rigoberto Andrés Patzán Locón. Esto implica comunicados de prensa en donde se hace ver que hubo “una acción de represión” y y ahora afirman que los habitantes del área indican que fue capturado “por defender su territorio”.

Los habitantes de Los Pajoques vivieron amedrentados por dirigentes que se oponían a la implementación de proyectos de desarrollo en el municipio. Sólo de 2007 a 2014 más de medio centenar de denuncias llegaron sobre agresiones propiciadas por quienes se oponen al proyecto de cemento y la carretera de Anillo Regional en lugar.

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Marcelo Pajoc, quien falleció de un machetazo en la cabeza propinado por Rigoberto Andrés Patzán Locón, había denunciado dicho hostigamiento pero fue masacrado junto a once personas. Se tiene conocimiento de que Patzán dirigió la turba que entró a la casa y disparó la escopeta para el ataque inicial.

Ahora el Comité de Unidad Campesina (CUC) divulga información en donde aparece Patzán Locón con golpes en el cuerpo y reporta que fue encontrado dentro de una carceleta del Juzgado de Turno y Gestión Penal de Mixco en esas condiciones. Aseguran que el homicida “salió de su casa a las 4 de la mañana a ordeñar sus vacas y cuando regresaba con 12 litros de leche dentro de su mochila y una botella más en las manos se le atravesó un vehículo particular tipo pickup”.

El relato del CUC indica que del automóvil descendieron “diez policías quienes sin mediar palabra lo agarraron y lo tiraron al suelo propinándole varias patadas y le metieron un bastón en la boca para que no gritara”. Y que durante el tiempo que duró el traslado de Patzán, de la aldea Las Pajoques a la zona 3 de Mixco donde se ubica el Juzgado de Turno, los policías permanecieron sentados sobre el cuerpo del “líder comunitario”, quién relató que permaneció estático porque temía que al moverse lo golpearan nuevamente.

Asimismo, se pide su traslado a un hospital para recibir atención médica, sin embargo, ejecutar la orden de captura llevó un año tras su emisión el 20 de septiembre del 2014, día en que se consumó la masacre que él dirigió en horas de la madrugada.

¿Justicia para el victimario?

Pese a la muerte de once personas en la masacre, incluidos cinco miembros de la familia de Pajoc (su padre de 90 años y su sobrino de 19, mientras que su madre falleció días después debido  los golpes), varias mujeres fueron torturadas y despojadas de su vestimenta y les fue arrancado el cabello para denigrarlas. Otros lograron escapar por las montañas como su esposa junto a sus siete hijos, que no han regresado a su casa en Los Pajoques porque temen por sus vidas y desde entonces viven refugiados en un albergue.

El hecho pasó a tan solo treinta kilómetros de la Ciudad Capital en la aldea los Pajoques, municipio de San Juan Sacatepéquez. Una situación en donde lamentablemente familias de trabajadores indígenas han sufrido los vejámenes de grupos que viven sacando beneficios del conflicto. Estos grupos alimentan sus manifestaciones públicas con algunas donaciones de organismos internacionales (aunque cada vez menos instituciones deciden apoyarlos de manera directa) y de los negocios que hacen con políticos populistas postrando a algunas comunidades bajo la fantasía surrealista: “en nombre del pueblo”.

El pecado de Marcelo fue haber vendido su terreno para la construcción del Anillo Regional, carretera que contectará ocho departamentos, 52 municipios y contará de 419.5 mil kilómetros. Se estima que unos 750 mil habitantes serán beneficiados con este proyecto y la cementera donará un tramo de 14 kilómetros.

La columna escrita en Republica.gt por Juan Carlos Zapata, titulada #YoSoyLosPajoques, publicada el 16 de enero de 2015, termina diciendo “si tan solo en Guatemala fuésemos más empáticos y no toleráramos el terrorismo”. al referirse a la Masacre ocurrida en la aldea Los Pajoques.

El columnista indica además  “algunas preguntas para la reflexión ¿acaso la comunidad internacional que vive en nuestro país se sintió tan indignada cuando ocurrió la matanza en los Pajoques? ¿cómo pedirlo cuando muchos guatemaltecos, tampoco se solidarizan cuando terroristas toman rehenes o intimidan a mujeres y jóvenes por el simple hecho de querer un empleo digno?, situaciones que incluso hoy siguen pasando en San Juan Sacatepéquez”.

Conozca el testimonio de Marcelo Pajoc antes de morir junto a sus padres en la Masacre de los Pajoques:

El tema se politizó a tal punto que un partido político, la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) ya califica al victimario de los Pajoques como “un preso político”. Mientras que otros empezaron a denunciar que hay un acto de criminalización contra el sujeto o lo califican de lider comunitario, pese a que es acusado de asesinato y violencia física contra la mujer, entre otras cosas.