Esta semana salió publicado el último informe del Foro Económico Mundial sobre el Índice de Competitividad Global 2015-2016. El índice es un insumo que se utiliza para identificar la capacidad de proveer oportunidades de desarrollo económico a los ciudadanos de los diferentes países en el mundo.
Se evalúan 12 indicadores (políticas, factores económicos y condiciones institucionales), divididos en 3 categorías: requerimientos básicos, potenciadores de eficiencia y factores de innovación y de sofisticación. El puntaje obtenido en cada categoría es presentado en una escala del 1 a 7, siendo 7 la mejor puntuación posible. Este puntaje a su vez determina el ranking que ocupa el país respecto de los demás países.
Los resultados son importantes porque reflejan la posición a nivel económico de cada país en el mundo en relación a otros, y a su vez, permite identificar fortalezas y debilidades para mejorar el desempeño y atender de manera más enfocada la agenda individual de los países.
En este último informe si bien el país refleja una ventaja sobre países como Honduras, Nicaragua y El Salvador, los resultados evidenciaron un estancamiento en su posición y calificación general. Las debilidades del país se aprecian en temas de infraestructura e instituciones. En esencia, temas que repercuten en los costos de las empresas y que afectan la productividad y crecimiento de las mismas, se consideran una debilidad.
Lo importante de contar con estas herramientas es que los países obtienen insumos para mejorar, principalmente en la elaboración de nuevas políticas públicas que promueven un ambiente de inversión más propicio para el desarrollo económico, social y político del país. Sirve para visualizar los obstáculos que se pueden combatir a través de reformas legales y no legales.
Es importante que como ciudadanos estemos al tanto de los diferentes índices que a nivel mundial reflejan el desempeño de los países en distintos temas y a través de ellos incidir en la formulación de mejores políticas públicas. Guatemala es un país de oportunidades y este es el momento ideal para ejercer la presión necesaria para motivar a cambios positivos, principalmente en la arista institucional que es la que garantiza el cumplimiento de leyes, contratos, pactos y convenios comerciales a nivel nacional, regional y mundial. Con un estado de derecho débil es imposible que el país avance hacia un mayor desarrollo económico.
Esta semana salió publicado el último informe del Foro Económico Mundial sobre el Índice de Competitividad Global 2015-2016. El índice es un insumo que se utiliza para identificar la capacidad de proveer oportunidades de desarrollo económico a los ciudadanos de los diferentes países en el mundo.
Se evalúan 12 indicadores (políticas, factores económicos y condiciones institucionales), divididos en 3 categorías: requerimientos básicos, potenciadores de eficiencia y factores de innovación y de sofisticación. El puntaje obtenido en cada categoría es presentado en una escala del 1 a 7, siendo 7 la mejor puntuación posible. Este puntaje a su vez determina el ranking que ocupa el país respecto de los demás países.
Los resultados son importantes porque reflejan la posición a nivel económico de cada país en el mundo en relación a otros, y a su vez, permite identificar fortalezas y debilidades para mejorar el desempeño y atender de manera más enfocada la agenda individual de los países.
En este último informe si bien el país refleja una ventaja sobre países como Honduras, Nicaragua y El Salvador, los resultados evidenciaron un estancamiento en su posición y calificación general. Las debilidades del país se aprecian en temas de infraestructura e instituciones. En esencia, temas que repercuten en los costos de las empresas y que afectan la productividad y crecimiento de las mismas, se consideran una debilidad.
Lo importante de contar con estas herramientas es que los países obtienen insumos para mejorar, principalmente en la elaboración de nuevas políticas públicas que promueven un ambiente de inversión más propicio para el desarrollo económico, social y político del país. Sirve para visualizar los obstáculos que se pueden combatir a través de reformas legales y no legales.
Es importante que como ciudadanos estemos al tanto de los diferentes índices que a nivel mundial reflejan el desempeño de los países en distintos temas y a través de ellos incidir en la formulación de mejores políticas públicas. Guatemala es un país de oportunidades y este es el momento ideal para ejercer la presión necesaria para motivar a cambios positivos, principalmente en la arista institucional que es la que garantiza el cumplimiento de leyes, contratos, pactos y convenios comerciales a nivel nacional, regional y mundial. Con un estado de derecho débil es imposible que el país avance hacia un mayor desarrollo económico.