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Jimmy y los pueblos indígenas

Redacción
06 de octubre, 2015

De acuerdo con cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida, ENCOVI 2011, los departamentos con mayoría y altos porcentajes de población indígena son, en su orden: Totonicapán (97%), Sololá (96.5%), Alta Verapaz (89.7%), Quiché (88.7%), Chimaltenango (78.4%), Huehuetenango (57.55%), Baja Verapaz (55.8%), Quetzaltenango (51.7%), Sacatepéquez (36.40%), Petén (32.4%) y San Marcos (30.3% es indígena). De los 11 departamentos mencionados, en las elecciones del pasado 06 de septiembre, el candidato Jimmy Morales y el FCN-Nación, solo ganaron en los distritos de Chimaltenango, Quetzaltenango y Sacatepéquez. De los otros 8 distritos restantes, en cinco de ellos se impuso Líder y la UNE lo hizo en 4 departamentos.

Con los datos anteriores, y extrapolando el mapa lingüístico del país con el mapa de resultados electorales en los departamentos mencionados, una conclusión que podría inferirse a partir de ahí es que en los territorios indígenas se decantan por una propuesta más social y cercana a su realidad y problemática local, y no tanto por una opción que parece ser “más ladina y urbana” y muy ajena a problemas como la pobreza extrema y desnutrición crónica. Al menos al candidato Morales y al FCN-Nación se les escucha poco referirse en torno a la temática de pueblos indígenas, no solo en el discurso sino en sus escasas propuestas programáticas de gobierno.

Por otro lado, visto en términos de peso electoral, hay ocho departamentos que concentran el 64% de ciudadanos aptos para votar, distribuidos de la siguiente manera: Guatemala (22.98% del total de empadronados a nivel nacional), Huehuetenango (7.36%), San Marcos (6.83%), Alta Verapaz (6.54%), Quiché (5.68%), Quetzaltenango (5.61%), Escuintla (4.93%) y Chimaltenango (3.85%). De los ocho departamentos “prime” Jimmy Morales y el FCN-Nación ganan en cuatro de ellos (Guatemala, Quetzaltenango, Escuintla y Chimaltenango). Sin embargo, no hay que perder de vista que Líder ganó, en la elección presidencial, en el segundo distrito más importante del país: Huehuetenango. Por su parte Sandra Torres y la UNE ganan en los siguientes 3 distritos más importantes por su peso electoral: San Marcos, Alta Verapaz y Quiché.

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Los datos de la primera vuelta, entonces, dejan atisbar un balotaje que podría tener resultados muy cerrados, en un mano a mano entre el voto urbano y el voto rural; o, dicho en otros términos, un mano a mano entre el voto indígena y el voto ladino. Sí, es verdad que a muchos hablar de dicotomías les disgusta, pero no se puede “falsear la realidad”.

Jimmy Morales y el FCN-Nación no logran penetrar con gran alcance en los territorios con mayoría de votantes indígenas debido, en parte, a su escasa estructura y maquinaria electoral de tierra, pero también debido al hecho de que aquella candidatura y su insólita “subida como la espuma” en las encuestas, es producto de la “coyuntura” provocada por la crisis política desatada por los escándalos de corrupción, así como al hecho de que, luego de la debacle del PP, el retiro de Sinibaldi y la escasa penetración de candidatos como Canela o Zury, se tenía un electorado urbano, prácticamente, “huérfano”. El candidato Morales y su partido se han convertido, entonces, en el camino a seguir por aquel votante urbano que estaba en la “orfandad” hasta hace pocos meses.

Respecto a Jimmy Morales, su programa de gobierno y los pueblos indígenas, no existe documento que refleje y detalle lo que haría de llegar al poder. Menos aún, existe material sobre las propuestas concretas de dicho candidato en materia de pueblos indígenas. En un video oficial de campaña en el que el candidato expone su “Plan de Gobierno”, únicamente se hace referencia una vez a los pueblos indígenas, al mencionar la experiencia de los 48 Cantones de Totonicapán en materia de participación para lograr la seguridad ciudadana. De las ideas contenidas en el “video” lo rescatable es el hecho de promover una agresiva política de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas. Lo anterior, considerando que es en este sector donde se tiene una amplia participación económica de los pueblos indígenas. Es tiempo de que se privilegien las políticas de tipo económico para el desarrollo de los pueblos indígenas y se dejen como secundarias las políticas “culturalistas”, de lo contrario, habrá un poco más de lo mismo.

Jimmy Morales no expone su postura sobre las inversiones en proyectos de minería e hidroeléctricas en territorios indígenas; Morales y el FCN-Nación tampoco tienen una postura en relación a la aplicación del derecho a la consulta establecido en el Convenio 169 de la OIT y a una probable reglamentación y regulación del ejercicio de aquél derecho. Vistos los cuadros que postularon para candidatos a diputados y otros cuadros partidarios, en el FCN-Nación se refleja escasa presencia de cuadros y liderazgos indígenas con credibilidad. Aunque Morales ha dejado entrever algunos nombres de posibles integrantes del Gabinete en un eventual gobierno suyo, a la fecha, no ha mencionado un solo cuadro indígena, que vaya ser incluido en el mismo.

Dados los signos ideológicos de Jimmy Morales y del FCN-Nación como “nacionalistas puros”, preocupa que su propuesta dé la percepción de ser una bastante “ladina”, poco incluyente y con carencia de perspectiva intercultural. De hecho, de ganar el balotaje, un reto que tendría sería el de mostrar un “gabinete inclusivo e integrador”, evitando caer en el folklor de colocar en el Ministerio de Cultura a un “indio”; ojalá, si gana, se atreva a “romper paradigmas” y nombre cuadros indígenas con méritos y experiencia en el Mineco, Mineduc, Banguat, Sat, Mingob, Mindef, Minex, Mides, por citar algunos… ¿O, ya comprometió esos espacios y a quién?

Falta 19 días para volver a hacer historia. Ya el pasado 06 de septiembre la ciudadanía demostró un record histórico de participación electoral (71.33%). Pero Jimmy Morales y el FCN-Nación, dada su escasa conexión con el mundo maya, xinka y garífuna y los territorios indígenas, no deben perder de vista que en departamentos con mayoría de población indígena, los niveles de participación son mucho mayores al promedio nacional. Sí, en Sololá, de acuerdo con datos del TSE de la primera vuelta, el nivel de participación alcanzó el 85.08%, en Alta Verapaz un 74.39%, en Quiché el 75.5%; en Huehuetenango 71.92% y en San Marcos y Totonicapán fue del 68%.

Para concluir, decía Jimmy Morales que él y su partido está trabajando por una “Guatemala feliz”, pues déjeme decirle que según el “Informe Mundial de la Felicidad de la ONU 2015”, no vamos tan mal en ese ranking. Estamos en la posición 43 de 158 países evaluados. En donde sí seguimos mal es en el Índice de Desarrollo Humano. Según la propia ONU, estamos en la posición 125 de 187 países evaluados en el Informe Mundial de Desarrollo Humano 2014. Es tal sentido, aunque es pertinente hablar de “felicidad”, bien harían el candidato Morales y su partido en tener propuestas integrales para la mejora de los índices de desarrollo humano en los territorios indígenas. Quizás, también, alguien les explique a ese candidato y su partido la famosa teoría de Maslow y la extrapolen con la realidad en los territorios indígenas…

@bequerchocooj

Jimmy y los pueblos indígenas

Redacción
06 de octubre, 2015

De acuerdo con cifras de la Encuesta de Condiciones de Vida, ENCOVI 2011, los departamentos con mayoría y altos porcentajes de población indígena son, en su orden: Totonicapán (97%), Sololá (96.5%), Alta Verapaz (89.7%), Quiché (88.7%), Chimaltenango (78.4%), Huehuetenango (57.55%), Baja Verapaz (55.8%), Quetzaltenango (51.7%), Sacatepéquez (36.40%), Petén (32.4%) y San Marcos (30.3% es indígena). De los 11 departamentos mencionados, en las elecciones del pasado 06 de septiembre, el candidato Jimmy Morales y el FCN-Nación, solo ganaron en los distritos de Chimaltenango, Quetzaltenango y Sacatepéquez. De los otros 8 distritos restantes, en cinco de ellos se impuso Líder y la UNE lo hizo en 4 departamentos.

Con los datos anteriores, y extrapolando el mapa lingüístico del país con el mapa de resultados electorales en los departamentos mencionados, una conclusión que podría inferirse a partir de ahí es que en los territorios indígenas se decantan por una propuesta más social y cercana a su realidad y problemática local, y no tanto por una opción que parece ser “más ladina y urbana” y muy ajena a problemas como la pobreza extrema y desnutrición crónica. Al menos al candidato Morales y al FCN-Nación se les escucha poco referirse en torno a la temática de pueblos indígenas, no solo en el discurso sino en sus escasas propuestas programáticas de gobierno.

Por otro lado, visto en términos de peso electoral, hay ocho departamentos que concentran el 64% de ciudadanos aptos para votar, distribuidos de la siguiente manera: Guatemala (22.98% del total de empadronados a nivel nacional), Huehuetenango (7.36%), San Marcos (6.83%), Alta Verapaz (6.54%), Quiché (5.68%), Quetzaltenango (5.61%), Escuintla (4.93%) y Chimaltenango (3.85%). De los ocho departamentos “prime” Jimmy Morales y el FCN-Nación ganan en cuatro de ellos (Guatemala, Quetzaltenango, Escuintla y Chimaltenango). Sin embargo, no hay que perder de vista que Líder ganó, en la elección presidencial, en el segundo distrito más importante del país: Huehuetenango. Por su parte Sandra Torres y la UNE ganan en los siguientes 3 distritos más importantes por su peso electoral: San Marcos, Alta Verapaz y Quiché.

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Los datos de la primera vuelta, entonces, dejan atisbar un balotaje que podría tener resultados muy cerrados, en un mano a mano entre el voto urbano y el voto rural; o, dicho en otros términos, un mano a mano entre el voto indígena y el voto ladino. Sí, es verdad que a muchos hablar de dicotomías les disgusta, pero no se puede “falsear la realidad”.

Jimmy Morales y el FCN-Nación no logran penetrar con gran alcance en los territorios con mayoría de votantes indígenas debido, en parte, a su escasa estructura y maquinaria electoral de tierra, pero también debido al hecho de que aquella candidatura y su insólita “subida como la espuma” en las encuestas, es producto de la “coyuntura” provocada por la crisis política desatada por los escándalos de corrupción, así como al hecho de que, luego de la debacle del PP, el retiro de Sinibaldi y la escasa penetración de candidatos como Canela o Zury, se tenía un electorado urbano, prácticamente, “huérfano”. El candidato Morales y su partido se han convertido, entonces, en el camino a seguir por aquel votante urbano que estaba en la “orfandad” hasta hace pocos meses.

Respecto a Jimmy Morales, su programa de gobierno y los pueblos indígenas, no existe documento que refleje y detalle lo que haría de llegar al poder. Menos aún, existe material sobre las propuestas concretas de dicho candidato en materia de pueblos indígenas. En un video oficial de campaña en el que el candidato expone su “Plan de Gobierno”, únicamente se hace referencia una vez a los pueblos indígenas, al mencionar la experiencia de los 48 Cantones de Totonicapán en materia de participación para lograr la seguridad ciudadana. De las ideas contenidas en el “video” lo rescatable es el hecho de promover una agresiva política de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas. Lo anterior, considerando que es en este sector donde se tiene una amplia participación económica de los pueblos indígenas. Es tiempo de que se privilegien las políticas de tipo económico para el desarrollo de los pueblos indígenas y se dejen como secundarias las políticas “culturalistas”, de lo contrario, habrá un poco más de lo mismo.

Jimmy Morales no expone su postura sobre las inversiones en proyectos de minería e hidroeléctricas en territorios indígenas; Morales y el FCN-Nación tampoco tienen una postura en relación a la aplicación del derecho a la consulta establecido en el Convenio 169 de la OIT y a una probable reglamentación y regulación del ejercicio de aquél derecho. Vistos los cuadros que postularon para candidatos a diputados y otros cuadros partidarios, en el FCN-Nación se refleja escasa presencia de cuadros y liderazgos indígenas con credibilidad. Aunque Morales ha dejado entrever algunos nombres de posibles integrantes del Gabinete en un eventual gobierno suyo, a la fecha, no ha mencionado un solo cuadro indígena, que vaya ser incluido en el mismo.

Dados los signos ideológicos de Jimmy Morales y del FCN-Nación como “nacionalistas puros”, preocupa que su propuesta dé la percepción de ser una bastante “ladina”, poco incluyente y con carencia de perspectiva intercultural. De hecho, de ganar el balotaje, un reto que tendría sería el de mostrar un “gabinete inclusivo e integrador”, evitando caer en el folklor de colocar en el Ministerio de Cultura a un “indio”; ojalá, si gana, se atreva a “romper paradigmas” y nombre cuadros indígenas con méritos y experiencia en el Mineco, Mineduc, Banguat, Sat, Mingob, Mindef, Minex, Mides, por citar algunos… ¿O, ya comprometió esos espacios y a quién?

Falta 19 días para volver a hacer historia. Ya el pasado 06 de septiembre la ciudadanía demostró un record histórico de participación electoral (71.33%). Pero Jimmy Morales y el FCN-Nación, dada su escasa conexión con el mundo maya, xinka y garífuna y los territorios indígenas, no deben perder de vista que en departamentos con mayoría de población indígena, los niveles de participación son mucho mayores al promedio nacional. Sí, en Sololá, de acuerdo con datos del TSE de la primera vuelta, el nivel de participación alcanzó el 85.08%, en Alta Verapaz un 74.39%, en Quiché el 75.5%; en Huehuetenango 71.92% y en San Marcos y Totonicapán fue del 68%.

Para concluir, decía Jimmy Morales que él y su partido está trabajando por una “Guatemala feliz”, pues déjeme decirle que según el “Informe Mundial de la Felicidad de la ONU 2015”, no vamos tan mal en ese ranking. Estamos en la posición 43 de 158 países evaluados. En donde sí seguimos mal es en el Índice de Desarrollo Humano. Según la propia ONU, estamos en la posición 125 de 187 países evaluados en el Informe Mundial de Desarrollo Humano 2014. Es tal sentido, aunque es pertinente hablar de “felicidad”, bien harían el candidato Morales y su partido en tener propuestas integrales para la mejora de los índices de desarrollo humano en los territorios indígenas. Quizás, también, alguien les explique a ese candidato y su partido la famosa teoría de Maslow y la extrapolen con la realidad en los territorios indígenas…

@bequerchocooj