En Guatemala estamos acostumbrados a criticarlo todo. Nada es suficientemente bueno. Somos expertos en escribir y comentar sobre la indignación que nos produce el Caso La Línea, la culpa que tiene la Municipalidad de Santa Catarina Pinula por el Cambray II, la incompetencia de los diputados para fijar un presupuesto y el ridículo tráfico de la ciudad. Hoy, hemos llegado a tal punto que, como todo es criticar, nos esforzamos para que el McDía Feliz sea otro blanco de ataques y comentarios negativos.
Me impresiona ver tanta columna de opinión en los medios y publicaciones en las redes sociales que se difunden en contra del McDía Feliz. Aclaro desde ya que no tengo ningún vínculo con McDonald’s ni con sus dueños. Escribo esto simplemente porque estoy harto de tantos ataques e hipótesis negativas (la mayoría de ellas inventadas por gente que jamás ha investigado nada y que se deja llevar por el chisme malintencionado) que rodean el masivo aporte solidario que una exitosa cadena de comida rápida hace a un país con un gran listado de deficiencias en el área de salud.
Por eso a todos los que viven criticando y haciéndole honor a la metáfora del cangrejo guatemalteco (espero se la sepa) quiero preguntarles esto:
¿Qué mas da si los famosos utilizan el McDía Feliz para promocionarse a ellos mismos? Sinceramente, ¿hace algún daño que Ale Mendoza, Stephanie Zelaya y hasta Carlos Peña hayan subido una foto comiéndose un Big Mac y diciendo que hicieron una buena acción? Ellos también pagaron Q24 que serán donados a la Fundación Ronald McDonald Guatemala (que hasta el día de hoy ha albergado a más de 11,200 familias y servido más de 322,000 comidas). No veo nada de malo en eso.
¿Y realmente a quién le importa si McDonald’s utiliza el McDía Feliz para hacer campaña publicitaria de sus restaurantes? Al fin y al cabo, son ellos quienes organizan esto y donan todo el dinero recaudado (aproximadamente 10 millones 166 mil 808 quetzales, según las cifras del año anterior). Ningún otro restaurante de comida rápida se preocupa tanto por proporcionar ayuda médica y alojo a las familias guatemaltecas de escasos recursos como McDonald’s, así que no veo porqué no hacer un poco de publicidad. Se la merecen.
¡Y ahora me encuentro con el argumento de que el Big Mac no es una comida sana! Si, probablemente no sea la hamburguesa más saludable del mundo. Pero váyase a comprar una ensalada en un McDía Feliz, y luego me dice cuanto dinero aportó a los pobres.
Yo realmente me sorprendo cuando veo que tanta gente se comió su Big Mac para donar dinero a una buena causa. Me gusta ver como las personas compran los vales en preventa y como los colegios, institutos, universidades y empresas se organizan para hacer pedidos gigantescos. Porque, a fin de cuentas, se trata de comer y ayudar, ¿existe mejor combinación?
Por eso, si no está de acuerdo con el McDía Feliz porque para usted es un sinónimo de “corrupción”, “propaganda” o “hipocresía”, ¡no lo celebre! Está en toda su libertad de no hacerlo. Pero si va a alegar sobre el McDía Feliz, primero infórmese y luego considere si realmente vale la pena criticar por criticar. Recuerde, si no le gusta el Big Mac, no coma uno.
@JDGodoy95
**Este año, todo el dinero recaudado será para el funcionamiento y mantenimiento de las tres Casas Ronald McDonald, el funcionamiento de la Sala Familiar Ronald McDonald en Unicar, la construcción de 200 viviendas para familias por medio de Techo y para realizar operaciones de corazón a niños a través de la Fundación Aldo Castañeda. Si todavía desea ayudar, puede comprar vales para Big Macs en todos los restaurantes, y así ayudar y degustar de un Big Mac (que probablemente no sea “tan sano”).
En Guatemala estamos acostumbrados a criticarlo todo. Nada es suficientemente bueno. Somos expertos en escribir y comentar sobre la indignación que nos produce el Caso La Línea, la culpa que tiene la Municipalidad de Santa Catarina Pinula por el Cambray II, la incompetencia de los diputados para fijar un presupuesto y el ridículo tráfico de la ciudad. Hoy, hemos llegado a tal punto que, como todo es criticar, nos esforzamos para que el McDía Feliz sea otro blanco de ataques y comentarios negativos.
Me impresiona ver tanta columna de opinión en los medios y publicaciones en las redes sociales que se difunden en contra del McDía Feliz. Aclaro desde ya que no tengo ningún vínculo con McDonald’s ni con sus dueños. Escribo esto simplemente porque estoy harto de tantos ataques e hipótesis negativas (la mayoría de ellas inventadas por gente que jamás ha investigado nada y que se deja llevar por el chisme malintencionado) que rodean el masivo aporte solidario que una exitosa cadena de comida rápida hace a un país con un gran listado de deficiencias en el área de salud.
Por eso a todos los que viven criticando y haciéndole honor a la metáfora del cangrejo guatemalteco (espero se la sepa) quiero preguntarles esto:
¿Qué mas da si los famosos utilizan el McDía Feliz para promocionarse a ellos mismos? Sinceramente, ¿hace algún daño que Ale Mendoza, Stephanie Zelaya y hasta Carlos Peña hayan subido una foto comiéndose un Big Mac y diciendo que hicieron una buena acción? Ellos también pagaron Q24 que serán donados a la Fundación Ronald McDonald Guatemala (que hasta el día de hoy ha albergado a más de 11,200 familias y servido más de 322,000 comidas). No veo nada de malo en eso.
¿Y realmente a quién le importa si McDonald’s utiliza el McDía Feliz para hacer campaña publicitaria de sus restaurantes? Al fin y al cabo, son ellos quienes organizan esto y donan todo el dinero recaudado (aproximadamente 10 millones 166 mil 808 quetzales, según las cifras del año anterior). Ningún otro restaurante de comida rápida se preocupa tanto por proporcionar ayuda médica y alojo a las familias guatemaltecas de escasos recursos como McDonald’s, así que no veo porqué no hacer un poco de publicidad. Se la merecen.
¡Y ahora me encuentro con el argumento de que el Big Mac no es una comida sana! Si, probablemente no sea la hamburguesa más saludable del mundo. Pero váyase a comprar una ensalada en un McDía Feliz, y luego me dice cuanto dinero aportó a los pobres.
Yo realmente me sorprendo cuando veo que tanta gente se comió su Big Mac para donar dinero a una buena causa. Me gusta ver como las personas compran los vales en preventa y como los colegios, institutos, universidades y empresas se organizan para hacer pedidos gigantescos. Porque, a fin de cuentas, se trata de comer y ayudar, ¿existe mejor combinación?
Por eso, si no está de acuerdo con el McDía Feliz porque para usted es un sinónimo de “corrupción”, “propaganda” o “hipocresía”, ¡no lo celebre! Está en toda su libertad de no hacerlo. Pero si va a alegar sobre el McDía Feliz, primero infórmese y luego considere si realmente vale la pena criticar por criticar. Recuerde, si no le gusta el Big Mac, no coma uno.
@JDGodoy95
**Este año, todo el dinero recaudado será para el funcionamiento y mantenimiento de las tres Casas Ronald McDonald, el funcionamiento de la Sala Familiar Ronald McDonald en Unicar, la construcción de 200 viviendas para familias por medio de Techo y para realizar operaciones de corazón a niños a través de la Fundación Aldo Castañeda. Si todavía desea ayudar, puede comprar vales para Big Macs en todos los restaurantes, y así ayudar y degustar de un Big Mac (que probablemente no sea “tan sano”).