Las fotografías del excandidato a la presidencia Manuel Baldizón en donde se le muestra en un día de compras en un Centro Comercial de Miami, Florida causó expectación en las redes sociales, principalmente porque la mayoría de guatemaltecos se imaginaba a un Baldizón deprimido y solitario por haber sido derrotado en los comicios del pasado 6 de septiembre.
Este viernes circuló en redes sociales la fotografía que muestra a Manuel Baldizón de compras en Miami, Florida.
Pero las imágenes guardan una sorpresa aún mayor. Resulta que el personaje que viste una polo blanca y gorra roja con azul, cuya sombra oscurece su rostro en la fotografía y quien se observa acompañando a Baldizón, es el empresario del transporte público y principal beneficiario del negocio del transurbano y el subsidio, Luis Gómez.
El nombre de Gómez cobró relevancia en estos días ya que la Procuraduría General de la Nación (PGN) presentó un informe al Ministerio Público donde destaca ilegalidades en el aporte de $35 millones (Q270 millones) otorgados a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos (AEAU), para el funcionamiento del Transurbano.
El encargado del subsidio al transporte, Luis Gómez acompaña a Manuel Baldizón en sus compras por Miami, Florida.
“El aporte económico de inversión (a Transurbano), se podría considerar como un detrimento al patrimonio del Estado, al haber transferido fondos del presupuesto a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos (AEAU) para que pudiera financiar, implementar y administrar un servicio público que le compete exclusivamente a la Municipalidad de Guatemala” reza el informe entregado a las autoridades, refiriéndose a que el capital fue financiado directamente por el gobierno de Álvaro Colom.
Gómez no solo es el rostro del negocio del transurbano, es el vocero de los transportistas y el encargado de negociar el subsidio del transporte desde hace varios años. Siempre se las ingenia para negociar con las autoridades de turno logrando beneficios a cambio de no suspender el servicio.
Aunque se rumora que el negocio del transporte le ha dejado ganancias millonarias, al punto de financiar campañas políticas y medios de comunicación ligados a Manuel Baldizón. La autoridades de investigación no han llegado hasta Luis Gómez, pese a que es evidente el beneficio que logra con el dinero que recibe mes a mes y que justifican con no subirle al pasaje público, pero que no se refleja en la eficiencia del servicio.
El negocio del transurbano
Durante la administración de Alvaro Colom se realizó la implementación del Transurbano. La idea se vendió a los usuarios como uno de los servicios de transporte más eficiente en América Latina. Sin embargo, años después de haber sido impulsado, la sombra de corrupción lo ha empañado.
Según un estudio realizado por Acción Ciudadana y Transparencia Internacional, se tenía previsto adquirir 3,150 buses por un valor total de US$636,226,578.00, el cual se proyectó con el respaldo de un préstamo otorgado por el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil por US$419.2 millones.
La empresa Transurbano pagó alrededor de $126 mil por los buses normales, y $275 mil por los buses articulados (dos partes), ambos tipos de origen brasileño, un cuarto más que el precio de mercado. “Un precio tan alto que solo podía significar un soborno entre las dos partes” destaca el informe.
Al momento, el Ministerio Público mantiene una investigación en curso por supuestas anomalías en el subsidio al transporte público, la cual podría llevar tras las rejas a los responsables de lucrar con el servicio creado para beneficiar a la población.
Las fotografías del excandidato a la presidencia Manuel Baldizón en donde se le muestra en un día de compras en un Centro Comercial de Miami, Florida causó expectación en las redes sociales, principalmente porque la mayoría de guatemaltecos se imaginaba a un Baldizón deprimido y solitario por haber sido derrotado en los comicios del pasado 6 de septiembre.
Este viernes circuló en redes sociales la fotografía que muestra a Manuel Baldizón de compras en Miami, Florida.
Pero las imágenes guardan una sorpresa aún mayor. Resulta que el personaje que viste una polo blanca y gorra roja con azul, cuya sombra oscurece su rostro en la fotografía y quien se observa acompañando a Baldizón, es el empresario del transporte público y principal beneficiario del negocio del transurbano y el subsidio, Luis Gómez.
El nombre de Gómez cobró relevancia en estos días ya que la Procuraduría General de la Nación (PGN) presentó un informe al Ministerio Público donde destaca ilegalidades en el aporte de $35 millones (Q270 millones) otorgados a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos (AEAU), para el funcionamiento del Transurbano.
El encargado del subsidio al transporte, Luis Gómez acompaña a Manuel Baldizón en sus compras por Miami, Florida.
“El aporte económico de inversión (a Transurbano), se podría considerar como un detrimento al patrimonio del Estado, al haber transferido fondos del presupuesto a la Asociación de Empresas de Autobuses Urbanos (AEAU) para que pudiera financiar, implementar y administrar un servicio público que le compete exclusivamente a la Municipalidad de Guatemala” reza el informe entregado a las autoridades, refiriéndose a que el capital fue financiado directamente por el gobierno de Álvaro Colom.
Gómez no solo es el rostro del negocio del transurbano, es el vocero de los transportistas y el encargado de negociar el subsidio del transporte desde hace varios años. Siempre se las ingenia para negociar con las autoridades de turno logrando beneficios a cambio de no suspender el servicio.
Aunque se rumora que el negocio del transporte le ha dejado ganancias millonarias, al punto de financiar campañas políticas y medios de comunicación ligados a Manuel Baldizón. La autoridades de investigación no han llegado hasta Luis Gómez, pese a que es evidente el beneficio que logra con el dinero que recibe mes a mes y que justifican con no subirle al pasaje público, pero que no se refleja en la eficiencia del servicio.
El negocio del transurbano
Durante la administración de Alvaro Colom se realizó la implementación del Transurbano. La idea se vendió a los usuarios como uno de los servicios de transporte más eficiente en América Latina. Sin embargo, años después de haber sido impulsado, la sombra de corrupción lo ha empañado.
Según un estudio realizado por Acción Ciudadana y Transparencia Internacional, se tenía previsto adquirir 3,150 buses por un valor total de US$636,226,578.00, el cual se proyectó con el respaldo de un préstamo otorgado por el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social de Brasil por US$419.2 millones.
La empresa Transurbano pagó alrededor de $126 mil por los buses normales, y $275 mil por los buses articulados (dos partes), ambos tipos de origen brasileño, un cuarto más que el precio de mercado. “Un precio tan alto que solo podía significar un soborno entre las dos partes” destaca el informe.
Al momento, el Ministerio Público mantiene una investigación en curso por supuestas anomalías en el subsidio al transporte público, la cual podría llevar tras las rejas a los responsables de lucrar con el servicio creado para beneficiar a la población.