No hay centro comercial que evite adelantarse a la época y todas las tiendas ya tienen en vitrina sus ofertas navideñas ¿las ha visto? Los niños ya empezaron a pedir lo que quieren para navidad y los papás ya comenzaron a tomar conciencia de la cantidad de regalitos adelantados que un hijo puede demandar en éstas fechas. Las mamás ya se pusieron en modo decoración navideña con sus arreglos; ésta es la época correcta en la que usted puede ver hombres de nieve desde la azucarera hasta la toalla del baño. ¿Y sabe qué? Me acaba de pasar lo inimaginable: compré en el súper un desinfectante para pisos con olor a “Magia Navideña”

En éstas épocas de fin de año, todos son mas buenos de lo normal. Todo es amor, alegría y hermandad; todos nos queremos. Es más, hasta saludamos al vecino que nos cae mal en la posada y le damos ponche, dejamos que los niños de la colonia quemen sus volcancitos en nuestra grama y hasta le publicamos en las redes sociales un “feliz navidad y próspero año nuevo” a los ex. Es el momento correcto para pedir perdón, pues seguramente habrá condescendencia.

Yo no soy el Grinch de la navidad ni odio todo lo bueno que se hace en ésta época, pero qué irónico me parece que desde noviembre todo en Guatemala se convierta en: nieve (que jamás hemos tenido en nuestro patio, por cierto), árboles, regalos y Santa Claus. Quiero aclarar que la navidad no tiene la culpa de haber venido, lo que pasa es que nos la trajeron un mes antes y me parece que siempre viene para ser aplicada como anestesia general; este año en específico: para hacernos olvidar.

El país está pasando por una situación complicada: media población es corrupta y la otra mitad se está muriendo a causa de ésa corrupción, hay mucha tensión y la violencia sigue con el mismo ritmo. ¿Y qué mejor que adelantar la navidad para darles un poquito de sosiego y esperanza a todas las familias? ¡Hasta nos contaron que en unos cuantos meses ya no habrá que contestar el teléfono para escuchar al cobrador de la tarjeta por todas las compras que hicimos en navidad! Todo apunta a que ésta será una época brillante, hasta el piso de mi casa me lo grita con su olor.

Ojalá que logremos disfrutar de ésta celebración por el verdadero significado que tiene y no sea usada para que los guatemaltecos bajen la guardia ante a los ladroncitos trajeados que aparecen en las noticias diariamente. Y aunque los de la tarjeta ya no lo vayan a llamar, procure evitar las deudas. ¿Qué mas podemos decir? Para bien o para mal, la navidad ya está aquí.