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Tarjetas de crédito: sí a la regulación, no a la intervención

Redacción República
11 de noviembre, 2015

La iniciativa de Ley 4651 fue aprobada el jueves pasado y empezará a regular la actividad de las tarjetas de crédito en nuestro país en tres meses (ver Artículos relacionados), a menos que haya impugnaciones de algún tipo.

Quienes no están satisfechos con lo aprobado es la Asociación de Emisores de Medios de Pago de Guatemala (AEMPG), entidad que desde hace unos 10 años agrupa a 15 emisores de tarjetas de crédito. Según su presidente, Juan Bernardo Rivera, sólo son un par las empresas que no están afiliadas. Detalla que desde el 2010 el tema de dicha ley se ha venido discutiendo, por lo que no es algo que los haya tomado desprevenidos.

Además de criticar que la ley aprobada no cuenta con las bases técnicas necesarias, la AEMPG considera que bajar la tasa anual hasta 26% tendrá consecuencias pues se podrían quedar sin este servicio 500 mil personas, lo cual representa al menos 1 millón de tarjetas porque cada usuario tiene más de una. Es de anotar que algunos emisores llegan a cobrar hasta 60% anual.

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Rivera habló con RepúblicaGt para ampliar la postura de AEMPG ante este tema.

¿A cuánto asciende el consumo por medio de tarjetas de crédito en Guatemala?

Se calcula que es de Q20 mil millones al año, esto es un 5% del consumo total

¿Por qué sostienen que la ley afectará también a las arcas del Estado?

Si nos vemos obligados a cancelar 1 millón de tarjetas se reducirá el consumo anual en Q10 mil millones, lo cual disminuirá en Q1,500 millones anuales los ingresos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con su consecuente impacto negativo en el Impuesto Sobre la Renta (ISR)”.

¿Cuáles serán sus acciones como asociación ahora?

Habiendo sido aprobada apenas hacer unos días, estamos reuniéndonos con equipos legales para analizar lo que procede. Sí actuaremos legalmente, pero todavía no tenemos detalles.

¿A quiénes se les quitarán las tarjetas?

Hemos hecho cálculos que será a quienes tengan un ingreso menor de Q12 mil al mes pues el costo de servicio a este segmento de usuarios es superior al límite de tasa que se pretende imponer.

Quienes puedan conservarlas ¿tendrán consecuencias también?

Sí, debido a las restricciones aprobadas se podrían eliminar beneficios a los tarjetahabientes, como los programas de lealtad, de millas, puntos y descuentos, así como el pago por cuotas sin intereses (pagos con precios de contado). De hecho, actualmente el 20% de compras con tarjeta de crédito se realizan por cuotas, por lo que también las ventas en los comercios también se verán reducidas.

Cada emisor tendrá que analizar qué va a dejar y qué va a quitar para ser rentables. La tarjeta de crédito hoy en día es un multiproducto, todo eso tiene un costo. Así que si por un lado los usuarios pagarán menos interés esto traerá la reducción de otros beneficios.

¿Por qué tantos cambios?

Porque nuestros costos están arriba de las nuevas tasas. El costo financiero es el 10%, el costo operativo es del 15%, a eso le sumamos el riesgo y se llega incluso al 40%.

¿Podría ampliar acerca de dichos riesgos?

Al darle una tarjeta a alguien se toman riesgos. Una tarjeta de crédito es un producto totalmente diferente a un crédito de consumo, que se le da una vez por un monto establecido y un tiempo estipulado para pagar. Si se quiere otro crédito se hace otro proceso igual.

En cambio en el caso de las tarjetas se evalúan sola una vez a las personas y pueden tener el crédito por más tiempo. Debemos otorgarlas con cuidado, es un crédito fiduciario revolvente abierto pues las personas lo siguen utilizando. Esto hace que suban los costos y los riesgos, y como consecuencia las tasas de interés.

Todos tenemos la posibilidad de quedarnos sin trabajo, sin ingresos, o de enfermarnos, aunque tengamos deudas. Ese es el riesgo que tomamos a darle crédito sin estar verificando cuál es su estatus.

Como ahora se nos pone tope a la tasa, definitivamente seremos más estrictos, por lo que los más afectados serán los comerciantes individuales que usaban la tarjeta como capital de trabajo. Ahora ya no será así, es un retroceso para el país. Eso no ayuda a la formalización ni a la bancarización, vamos a regresar al efectivo.

¿Está conscientes de las numerosas quejas que hay con respecto al servicio?

Sí, lo estamos. Como industria hasta ahora nos hemos autoregulado nosotros mismos, por lo que cada emisor tomaba las decisiones que consideraba más adecuadas ya que es una competencia en un libre mercado.

En el tema de cómo tratar a los clientes creemos que es acertado que haya una normativa para dar un mejor servicio. Es más, antes de que se aprobara la ley como asociación hemos ido acabando con el acoso a la hora de cobrar. Por eso vemos con buenos ojos lo que dice la ley en este tema, podremos acoplarnos a ella sin complicaciones.

Entonces ¿ven cosas positivas en la nueva ley?

En general, a nivel de industria nosotros estamos de acuerdo que exista una regulación pues así van a haber reglas claras para todos. Pero hay otras que nos afectan mucho y también a la mayoría de usuarios.

Consideramos que solo el 4% de los usuarios (alrededor de unos 40 mil), están en mora. Se está haciendo una regulación para proteger a una minoría pero se perjudica al 96% (unos 960 mil) que están cumpliendo y tienen un buen récord.

¿Creen que quienes tienen problemas no están bien informadas? ¿No saben usar su crédito?

Nosotros al momento de entregar una tarjeta damos la información necesaria sobre cómo funciona. Claro, las personas no siempre leen todo lo que firman, tendríamos que hacer acciones adicionales para capacitarlas. De esa cuenta hay mitos que no son ciertos, como el que se capitaliza la deuda por ejemplo, lo cual hace años no se hace.

Antes de la ley ¿se regían con el Código de comercio?

Así es, pero no se cobraban cosas extravagantes fuera de las prácticas del mercado. El contrato que se entregaba detallaba todo acerca de las condiciones. Una persona informada elegirá el contrato que más le convenga.

¿Hay tarjetas que son mejores que otras?

Dada la competencia que hay hoy en día, hay de todo tipo y para cada necesidad. Cada emisor tiene hasta 15 tarjetas diferentes y cada una tiene sus características. Además hay algunas que tienen una tasa baja, incluso más baja que lo que pide la nueva ley pues hay de 15% y 24%. Claro, esas tarjetas de tasa baja no tienen los mismos productos y beneficios de las demás.

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Tarjetas de crédito: sí a la regulación, no a la intervención

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11 de noviembre, 2015

La iniciativa de Ley 4651 fue aprobada el jueves pasado y empezará a regular la actividad de las tarjetas de crédito en nuestro país en tres meses (ver Artículos relacionados), a menos que haya impugnaciones de algún tipo.

Quienes no están satisfechos con lo aprobado es la Asociación de Emisores de Medios de Pago de Guatemala (AEMPG), entidad que desde hace unos 10 años agrupa a 15 emisores de tarjetas de crédito. Según su presidente, Juan Bernardo Rivera, sólo son un par las empresas que no están afiliadas. Detalla que desde el 2010 el tema de dicha ley se ha venido discutiendo, por lo que no es algo que los haya tomado desprevenidos.

Además de criticar que la ley aprobada no cuenta con las bases técnicas necesarias, la AEMPG considera que bajar la tasa anual hasta 26% tendrá consecuencias pues se podrían quedar sin este servicio 500 mil personas, lo cual representa al menos 1 millón de tarjetas porque cada usuario tiene más de una. Es de anotar que algunos emisores llegan a cobrar hasta 60% anual.

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Rivera habló con RepúblicaGt para ampliar la postura de AEMPG ante este tema.

¿A cuánto asciende el consumo por medio de tarjetas de crédito en Guatemala?

Se calcula que es de Q20 mil millones al año, esto es un 5% del consumo total

¿Por qué sostienen que la ley afectará también a las arcas del Estado?

Si nos vemos obligados a cancelar 1 millón de tarjetas se reducirá el consumo anual en Q10 mil millones, lo cual disminuirá en Q1,500 millones anuales los ingresos del Impuesto al Valor Agregado (IVA), con su consecuente impacto negativo en el Impuesto Sobre la Renta (ISR)”.

¿Cuáles serán sus acciones como asociación ahora?

Habiendo sido aprobada apenas hacer unos días, estamos reuniéndonos con equipos legales para analizar lo que procede. Sí actuaremos legalmente, pero todavía no tenemos detalles.

¿A quiénes se les quitarán las tarjetas?

Hemos hecho cálculos que será a quienes tengan un ingreso menor de Q12 mil al mes pues el costo de servicio a este segmento de usuarios es superior al límite de tasa que se pretende imponer.

Quienes puedan conservarlas ¿tendrán consecuencias también?

Sí, debido a las restricciones aprobadas se podrían eliminar beneficios a los tarjetahabientes, como los programas de lealtad, de millas, puntos y descuentos, así como el pago por cuotas sin intereses (pagos con precios de contado). De hecho, actualmente el 20% de compras con tarjeta de crédito se realizan por cuotas, por lo que también las ventas en los comercios también se verán reducidas.

Cada emisor tendrá que analizar qué va a dejar y qué va a quitar para ser rentables. La tarjeta de crédito hoy en día es un multiproducto, todo eso tiene un costo. Así que si por un lado los usuarios pagarán menos interés esto traerá la reducción de otros beneficios.

¿Por qué tantos cambios?

Porque nuestros costos están arriba de las nuevas tasas. El costo financiero es el 10%, el costo operativo es del 15%, a eso le sumamos el riesgo y se llega incluso al 40%.

¿Podría ampliar acerca de dichos riesgos?

Al darle una tarjeta a alguien se toman riesgos. Una tarjeta de crédito es un producto totalmente diferente a un crédito de consumo, que se le da una vez por un monto establecido y un tiempo estipulado para pagar. Si se quiere otro crédito se hace otro proceso igual.

En cambio en el caso de las tarjetas se evalúan sola una vez a las personas y pueden tener el crédito por más tiempo. Debemos otorgarlas con cuidado, es un crédito fiduciario revolvente abierto pues las personas lo siguen utilizando. Esto hace que suban los costos y los riesgos, y como consecuencia las tasas de interés.

Todos tenemos la posibilidad de quedarnos sin trabajo, sin ingresos, o de enfermarnos, aunque tengamos deudas. Ese es el riesgo que tomamos a darle crédito sin estar verificando cuál es su estatus.

Como ahora se nos pone tope a la tasa, definitivamente seremos más estrictos, por lo que los más afectados serán los comerciantes individuales que usaban la tarjeta como capital de trabajo. Ahora ya no será así, es un retroceso para el país. Eso no ayuda a la formalización ni a la bancarización, vamos a regresar al efectivo.

¿Está conscientes de las numerosas quejas que hay con respecto al servicio?

Sí, lo estamos. Como industria hasta ahora nos hemos autoregulado nosotros mismos, por lo que cada emisor tomaba las decisiones que consideraba más adecuadas ya que es una competencia en un libre mercado.

En el tema de cómo tratar a los clientes creemos que es acertado que haya una normativa para dar un mejor servicio. Es más, antes de que se aprobara la ley como asociación hemos ido acabando con el acoso a la hora de cobrar. Por eso vemos con buenos ojos lo que dice la ley en este tema, podremos acoplarnos a ella sin complicaciones.

Entonces ¿ven cosas positivas en la nueva ley?

En general, a nivel de industria nosotros estamos de acuerdo que exista una regulación pues así van a haber reglas claras para todos. Pero hay otras que nos afectan mucho y también a la mayoría de usuarios.

Consideramos que solo el 4% de los usuarios (alrededor de unos 40 mil), están en mora. Se está haciendo una regulación para proteger a una minoría pero se perjudica al 96% (unos 960 mil) que están cumpliendo y tienen un buen récord.

¿Creen que quienes tienen problemas no están bien informadas? ¿No saben usar su crédito?

Nosotros al momento de entregar una tarjeta damos la información necesaria sobre cómo funciona. Claro, las personas no siempre leen todo lo que firman, tendríamos que hacer acciones adicionales para capacitarlas. De esa cuenta hay mitos que no son ciertos, como el que se capitaliza la deuda por ejemplo, lo cual hace años no se hace.

Antes de la ley ¿se regían con el Código de comercio?

Así es, pero no se cobraban cosas extravagantes fuera de las prácticas del mercado. El contrato que se entregaba detallaba todo acerca de las condiciones. Una persona informada elegirá el contrato que más le convenga.

¿Hay tarjetas que son mejores que otras?

Dada la competencia que hay hoy en día, hay de todo tipo y para cada necesidad. Cada emisor tiene hasta 15 tarjetas diferentes y cada una tiene sus características. Además hay algunas que tienen una tasa baja, incluso más baja que lo que pide la nueva ley pues hay de 15% y 24%. Claro, esas tarjetas de tasa baja no tienen los mismos productos y beneficios de las demás.