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Y sí… la corrupción también va al Mundial

Antonio Melgar
07 de diciembre, 2015

En estos últimos días, se destapo una red de corrupción del más alto nivel del fútbol mundial en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), en la que una serie de dirigentes de diferentes países se ven involucrados en actos de corrupción, y no escapa a esto dirigentes de nuestro país, que se presume participaron de la repartición del pastel del deporte más influyente del mundo.

La corrupción ha llegado hasta las instituciones que se han considerados incorruptibles por así llamarlos, desde iglesias y congregaciones hasta Universidades, el mismo Papa Francisco máximo jerarca de la Iglesia Católica, de forma valiente manifestó que en el Vaticano también existe ese flagelo.

La corrupción parece ser el plato suculento de todos y hace pensar que se necesita un entrenamiento de alto nivel para lograrlo, hacerlo sofisticado es el desvelo de algunos para no ser descubiertos, mas parece un futbolista de alto rendimiento que entrena día a día con el afán de volverse el mejor de su generación.

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Es por ello que la pregunta que manifiesto es ¿el hacer corrupción paga?, solo en Guatemala los medios dan a conocer casos de corrupción tan trascendentales que tienen en proceso judicial como sindicados, nada más y nada menos que un ex presidente y una ex vicepresidenta, a magistrados, jueces y trabajadores del Ministerio Público.

Lo que me hace pensar, en una respuesta afirmativa a mi pregunta ya que arriesgar todo, y decir todo me refiero a la reputación, la cual cuando se pierde es como un vaso de agua que se cae es casi imposible recobrarla de nuevo.

Pero también sé que a pesar de los pesares, de lo mal y turbulento que se mire el panorama respecto a la corrupción en todas partes, partiendo de como los investigadores y fiscales internacionales están tratando de demostrar en el caso de la FIFA o bien los indicios que tiene el dirigente del Vaticano, y los casos que en Guatemala son tan mediáticos, se siente un cambio, que puede ser el hecho de cómo si existen personas a quienes si nos importa lo que digan de nosotros o bien si creemos en lo correcto.

El cambio se puede dar al dejar de consumir la azúcar de la corrupción que nos puede volver diabéticos como lo dijo el Papa Francisco, y volvernos en seres saludables y conscientes de que esto tarde o temprano nos afecta a todos.

Al ser conscientes del daño irreparable que nos puede hacer la corrupción en la sociedad, espero que busquemos la manera desde nuestros espacios de combatirla y volvernos defensores de la honestidad y el trabajo bueno y arduo para lograr nuestras metas personales y sociales.

“La corrupción es dulce como el azúcar y puede volver diabética a la sociedad”.

Papa Francisco

Y sí… la corrupción también va al Mundial

Antonio Melgar
07 de diciembre, 2015

En estos últimos días, se destapo una red de corrupción del más alto nivel del fútbol mundial en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), en la que una serie de dirigentes de diferentes países se ven involucrados en actos de corrupción, y no escapa a esto dirigentes de nuestro país, que se presume participaron de la repartición del pastel del deporte más influyente del mundo.

La corrupción ha llegado hasta las instituciones que se han considerados incorruptibles por así llamarlos, desde iglesias y congregaciones hasta Universidades, el mismo Papa Francisco máximo jerarca de la Iglesia Católica, de forma valiente manifestó que en el Vaticano también existe ese flagelo.

La corrupción parece ser el plato suculento de todos y hace pensar que se necesita un entrenamiento de alto nivel para lograrlo, hacerlo sofisticado es el desvelo de algunos para no ser descubiertos, mas parece un futbolista de alto rendimiento que entrena día a día con el afán de volverse el mejor de su generación.

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Es por ello que la pregunta que manifiesto es ¿el hacer corrupción paga?, solo en Guatemala los medios dan a conocer casos de corrupción tan trascendentales que tienen en proceso judicial como sindicados, nada más y nada menos que un ex presidente y una ex vicepresidenta, a magistrados, jueces y trabajadores del Ministerio Público.

Lo que me hace pensar, en una respuesta afirmativa a mi pregunta ya que arriesgar todo, y decir todo me refiero a la reputación, la cual cuando se pierde es como un vaso de agua que se cae es casi imposible recobrarla de nuevo.

Pero también sé que a pesar de los pesares, de lo mal y turbulento que se mire el panorama respecto a la corrupción en todas partes, partiendo de como los investigadores y fiscales internacionales están tratando de demostrar en el caso de la FIFA o bien los indicios que tiene el dirigente del Vaticano, y los casos que en Guatemala son tan mediáticos, se siente un cambio, que puede ser el hecho de cómo si existen personas a quienes si nos importa lo que digan de nosotros o bien si creemos en lo correcto.

El cambio se puede dar al dejar de consumir la azúcar de la corrupción que nos puede volver diabéticos como lo dijo el Papa Francisco, y volvernos en seres saludables y conscientes de que esto tarde o temprano nos afecta a todos.

Al ser conscientes del daño irreparable que nos puede hacer la corrupción en la sociedad, espero que busquemos la manera desde nuestros espacios de combatirla y volvernos defensores de la honestidad y el trabajo bueno y arduo para lograr nuestras metas personales y sociales.

“La corrupción es dulce como el azúcar y puede volver diabética a la sociedad”.

Papa Francisco