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Arzú, tiene razón…

Redacción
14 de diciembre, 2015

Hace unos días, en respuesta a un artículo escrito en la Revista Contrapoder por la periodista María Olga Paiz, el Alcalde Álvaro Arzú indicaba y comentaba que: “la Ciudad Capital es la comunidad indígena más grande del país. El 20 por ciento de los habitantes son indígenas que han emigrado de todas partes en busca de mejores oportunidades”. Si hemos de tener en cuenta las estimaciones de Arzú y considerar que, según el INE, la población de la ciudad de Guatemala para 2,013 era de 992 mil 541 habitantes, significa que en la capital residimos casi 200 mil hermanos indígenas provenientes de diversas partes del país.

Sí, Alcalde Arzú, por ejemplo, yo soy uno de esos 200 mil indígenas que un día, hace ya muchos años, siendo solo un Bachiller en Construcción, agarré, como usted dice, mi chamarra y migré a esta hermosa ciudad que ha sido mi hogar y el espacio en el que he encontrado un sinnúmero de oportunidades tanto académicas, como laborales, profesionales y económicas. La Ciudad de Guatemala, es el espacio y el territorio en el que miles y miles de indígenas hemos tenido que buscar lo que allá en nuestros municipios y departamentos de nacimiento no hemos encontrado, lo cual solo tiene una razón de fondo: El racismo y la discriminación de un sistema y un Estado centralista, que concentra sus inversiones y las oportunidades en el área metropolitana y que ha dejado en el olvido a millones y millones de personas indígenas. Mientras la ciudad capital siga siendo el principal “polo de desarrollo” del país, seguirá existiendo esa migración interna y se repetirán, por miles, historias y casos como el mío; y, entonces, como dice el Alcalde Arzú, seguirá existiendo la presión y mayor demanda por servicios como transporte, agua potable, infraestructura de saneamiento, etc.

Debo decir, sin embargo, que un alto porcentaje de la población indígena que ha hecho de su hogar la ciudad capital, vive en los denominados “asentamientos”. En esos “asentamientos” al Alcalde Arzú, le quieren y le apoyan políticamente; de hecho, yo creo que una parte importante de los 269 mil 161 votos que él obtuvo en las elecciones del pasado 06 de septiembre –equivalentes al 56.09% de votos por la Alcaldía- son precisamente de la población indígena y mestiza/ladina que viven en esos territorios. El Alcalde Arzú, como un líder nacional y referente de otros liderazgos del país, puede ser una voz y un actor importante que ayude al fortalecimiento de la identidad y derechos de los pueblos indígenas que viven el municipio de Guatemala. Con su apoyo y liderazgo, la capital del país se puede convertir en el principal “laboratorio” para lograr la Unidad en la Diversidad y la construcción de un proyecto de identidad nacional, desde lo local, especialmente, a pocos años del Bicentenario de la Independencia en 2021.

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Por otro lado, y teniendo presente que el pueblo indígena siempre ha tenido vocación por el comercio y la actividad empresarial, para el Alcalde no es extraño que la mayoría de locatarios de los diferentes mercados de la capital sean, precisamente, personas indígenas. De hecho, no dudo que desde la Dirección de Mercados de la Municipalidad, no le hayan pasado ya un desglose detallado de los liderazgos indígenas en cada uno de esos mercados o del crecimiento de tiendas de barrios cuyos propietarios son indígenas. En resumen, los pueblos indígenas contribuyen de forma importante a la economía del municipio.

El hecho de ser “indígenas urbanos o capitalinos” no nos ha despojado de nuestra identidad. Un ejemplo de ello, lo constituyen la celebración de tradiciones y manifestaciones artísticas propias del pueblo maya, en diferentes fechas y lugares de la ciudad capital, tales como los “convites”, sin dejar de mencionar el uso del idioma y del traje regional en el caso de las mujeres indígenas. Sin embargo, expresiones artísticas propias del Pueblo Maya aún no han sido apoyadas con intensidad por la Municipalidad de Guatemala. El Alcalde Arzú y su equipo de la Dirección de Desarrollo Social, bien pueden emprender acciones que ayuden a transversalizar el enfoque de pueblos indígenas, en varios aspectos del quehacer de la MuniGuate.

Si de algo no se le puede achacar a Arzú es de falta de liderazgo, carácter y acción, por ello, creo que si el Alcalde lo decide, la municipalidad puede llegar a reflejar con mayor intensidad la perspectiva indígena en toda su institucionalidad. Podría ser, a futuro y si se lo propone, un ejemplo de lo que hay que hacer para eliminar con el Estado racista y monocultural que tiene Guatemala…

@bequerchocooj

Arzú, tiene razón…

Redacción
14 de diciembre, 2015

Hace unos días, en respuesta a un artículo escrito en la Revista Contrapoder por la periodista María Olga Paiz, el Alcalde Álvaro Arzú indicaba y comentaba que: “la Ciudad Capital es la comunidad indígena más grande del país. El 20 por ciento de los habitantes son indígenas que han emigrado de todas partes en busca de mejores oportunidades”. Si hemos de tener en cuenta las estimaciones de Arzú y considerar que, según el INE, la población de la ciudad de Guatemala para 2,013 era de 992 mil 541 habitantes, significa que en la capital residimos casi 200 mil hermanos indígenas provenientes de diversas partes del país.

Sí, Alcalde Arzú, por ejemplo, yo soy uno de esos 200 mil indígenas que un día, hace ya muchos años, siendo solo un Bachiller en Construcción, agarré, como usted dice, mi chamarra y migré a esta hermosa ciudad que ha sido mi hogar y el espacio en el que he encontrado un sinnúmero de oportunidades tanto académicas, como laborales, profesionales y económicas. La Ciudad de Guatemala, es el espacio y el territorio en el que miles y miles de indígenas hemos tenido que buscar lo que allá en nuestros municipios y departamentos de nacimiento no hemos encontrado, lo cual solo tiene una razón de fondo: El racismo y la discriminación de un sistema y un Estado centralista, que concentra sus inversiones y las oportunidades en el área metropolitana y que ha dejado en el olvido a millones y millones de personas indígenas. Mientras la ciudad capital siga siendo el principal “polo de desarrollo” del país, seguirá existiendo esa migración interna y se repetirán, por miles, historias y casos como el mío; y, entonces, como dice el Alcalde Arzú, seguirá existiendo la presión y mayor demanda por servicios como transporte, agua potable, infraestructura de saneamiento, etc.

Debo decir, sin embargo, que un alto porcentaje de la población indígena que ha hecho de su hogar la ciudad capital, vive en los denominados “asentamientos”. En esos “asentamientos” al Alcalde Arzú, le quieren y le apoyan políticamente; de hecho, yo creo que una parte importante de los 269 mil 161 votos que él obtuvo en las elecciones del pasado 06 de septiembre –equivalentes al 56.09% de votos por la Alcaldía- son precisamente de la población indígena y mestiza/ladina que viven en esos territorios. El Alcalde Arzú, como un líder nacional y referente de otros liderazgos del país, puede ser una voz y un actor importante que ayude al fortalecimiento de la identidad y derechos de los pueblos indígenas que viven el municipio de Guatemala. Con su apoyo y liderazgo, la capital del país se puede convertir en el principal “laboratorio” para lograr la Unidad en la Diversidad y la construcción de un proyecto de identidad nacional, desde lo local, especialmente, a pocos años del Bicentenario de la Independencia en 2021.

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Por otro lado, y teniendo presente que el pueblo indígena siempre ha tenido vocación por el comercio y la actividad empresarial, para el Alcalde no es extraño que la mayoría de locatarios de los diferentes mercados de la capital sean, precisamente, personas indígenas. De hecho, no dudo que desde la Dirección de Mercados de la Municipalidad, no le hayan pasado ya un desglose detallado de los liderazgos indígenas en cada uno de esos mercados o del crecimiento de tiendas de barrios cuyos propietarios son indígenas. En resumen, los pueblos indígenas contribuyen de forma importante a la economía del municipio.

El hecho de ser “indígenas urbanos o capitalinos” no nos ha despojado de nuestra identidad. Un ejemplo de ello, lo constituyen la celebración de tradiciones y manifestaciones artísticas propias del pueblo maya, en diferentes fechas y lugares de la ciudad capital, tales como los “convites”, sin dejar de mencionar el uso del idioma y del traje regional en el caso de las mujeres indígenas. Sin embargo, expresiones artísticas propias del Pueblo Maya aún no han sido apoyadas con intensidad por la Municipalidad de Guatemala. El Alcalde Arzú y su equipo de la Dirección de Desarrollo Social, bien pueden emprender acciones que ayuden a transversalizar el enfoque de pueblos indígenas, en varios aspectos del quehacer de la MuniGuate.

Si de algo no se le puede achacar a Arzú es de falta de liderazgo, carácter y acción, por ello, creo que si el Alcalde lo decide, la municipalidad puede llegar a reflejar con mayor intensidad la perspectiva indígena en toda su institucionalidad. Podría ser, a futuro y si se lo propone, un ejemplo de lo que hay que hacer para eliminar con el Estado racista y monocultural que tiene Guatemala…

@bequerchocooj