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La causa equivocada

María Dolores Arias
15 de diciembre, 2015

El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó la Encuesta Nacional para las Condiciones de Vida –Encovi- 2014. Algunos de los resultados de dicha encuesta son: el 59.4% de la población en Guatemala vive en pobreza total, es decir, más de la mitad vive con menos de Q10,218 anuales.

De 2000 al 2014 ha habido un incremento del más del 5%, ahora bien si esto lo comparamos con la medición del 2006, el incremento es de más del 15% ya que en ese año era del 51.2%. Según este informe de los 22 departamentos, 18 aumentaron su porcentaje de pobreza total, sólo 4 disminuyeron este porcentaje entre 2006 y 2014.

El nivel de pobreza extrema se mantuvo en un 15% entre 2000 y 2006, mientras que en 2014 se disparó a 23.4%, es decir, aumentó casi un 53%. Por lo que más de un 23% de la población vive con menos de Q5,750 anuales.

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Según los datos de la encuesta, la pobreza total y extrema afecta a una gran parte de la población, además de que quienes viven en las áreas rurales son los que más probabilidades tienen de vivir en esta situación.

La pobreza en un país, especialmente cuando su nivel es alto- es un tema que preocupa a muchas personas. Cada una de ellas busca la causa y la solución a la misma. Las causas así como las opciones que plantean son variopintas. Los académicos, políticos, activistas ofrecen mecanismos -supongo que con buenas intenciones- para combatir “el flagelo” de la pobreza.

La causa de la pobreza para algunos es la migración interna, para otros es la gestión deficiente de los programas sociales, algunos más indican que el alza en los precios de los productos de la canasta básica han sido altos y hay quienes le echa la culpa al “capitalismo salvaje”.

Pues bien, la pobreza es una condición general con la que nacemos todos, la diferencia radica en la cantidad de riqueza que han logrado crear nuestros padres, abuelos y demás ancestros antes de nuestro nacimiento. Es esta riqueza la que nos sirve de soporte para nuestro desarrollo y a su vez para que la incrementemos si somos lo suficientemente virtuosos para eso.

La pobreza se mantiene con la ausencia de generación de riqueza, es decir, cuando no podemos crear riqueza nos vamos consumiendo la que generamos o hayamos heredado, cuando no es suficiente nos quedamos sin cubrir algunas de nuestras necesidades y empezamos a tener déficit de riqueza.

Ahora bien, ¿por qué no generamos la suficiente riqueza para cubrir –por lo menos- nuestras necesidades básicas? Los factores pueden ser diversos pero los podemos resumir en: falta de libertad para actuar –de manera lícita- para conseguir mis fines o simplemente falta de carácter para hacerlo.

Lo anterior parecería muy simplista pero no lo es. Primero, año con año, miles de migrantes guatemaltecos en EE.UU. mandan riqueza –en forma de remesas- a sus familiares en Guatemala. Sólo el año pasado mandaron más de USD$5.5 millardos, es decir, en un país con mayor libertad que en el propio lograron generar tal cantidad de riqueza. Así que la migración interna o externa no es la causa de la pobreza, es sólo un resultado de las decisiones de miles de guatemaltecos que buscan un mejor futuro, ya sea del área rural a la urbana o de Guatemala hacia EE.UU.

Segundo, la gestión deficiente de los programas sociales tampoco es la causa de la pobreza. Los programas sociales en sí están diseñados para perpetuar la pobreza, es decir, para impedir la creación de riqueza. Los programas sociales son creados por “politiquillos” para uso electorero y de enriquecimiento propio y de allegados. Ningún país ha salido adelante con programas sociales gubernamentales.

Tercero, algunas personas argumentan que si los programas de gobierno no se utilizan de forma clientelar entonces sí serían útiles para combatir la pobreza, algo así como, “si el león fuera vegetariano podríamos ser amigos”. La naturaleza del león no es ser vegetariano, la naturaleza de los programas sociales no es combatir la pobreza, los miles de millones de quetzales que se han malgastado en este rubro y los escasos resultados lo demuestran.

Cuarto, el capitalismo “ni salvaje ni civilizado” ha existido en nuestros países, a lo más que hemos llegado es al “mercantilismo de compadraje”, el cual ha favorecido a unos pocos en detrimento de muchos. El “mercantilismo de compadraje” que lo mismo dificulta el comercio libre como la contratación laboral en libertad son las que nos ahogan en un mar de trabas para la creación de riqueza, así como las alianzas entre “líderes sindicales” y politiquillos de turno son las que expolian nuestros ingresos.

La falta de libertad, la falta de leyes morales o la abundancia de leyes pervertidas y el mercantilismo son algunas de las causas que nos impiden salir adelante. Pongamos atención y descartemos las causas equivocadas, ya que como lo explicó Manuel Ayau “No tenemos que seguir siendo pobres para siempre”.

@Md30

Facebook.com/mda30

La causa equivocada

María Dolores Arias
15 de diciembre, 2015

El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó la Encuesta Nacional para las Condiciones de Vida –Encovi- 2014. Algunos de los resultados de dicha encuesta son: el 59.4% de la población en Guatemala vive en pobreza total, es decir, más de la mitad vive con menos de Q10,218 anuales.

De 2000 al 2014 ha habido un incremento del más del 5%, ahora bien si esto lo comparamos con la medición del 2006, el incremento es de más del 15% ya que en ese año era del 51.2%. Según este informe de los 22 departamentos, 18 aumentaron su porcentaje de pobreza total, sólo 4 disminuyeron este porcentaje entre 2006 y 2014.

El nivel de pobreza extrema se mantuvo en un 15% entre 2000 y 2006, mientras que en 2014 se disparó a 23.4%, es decir, aumentó casi un 53%. Por lo que más de un 23% de la población vive con menos de Q5,750 anuales.

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La pobreza en un país, especialmente cuando su nivel es alto- es un tema que preocupa a muchas personas. Cada una de ellas busca la causa y la solución a la misma. Las causas así como las opciones que plantean son variopintas. Los académicos, políticos, activistas ofrecen mecanismos -supongo que con buenas intenciones- para combatir “el flagelo” de la pobreza.

La causa de la pobreza para algunos es la migración interna, para otros es la gestión deficiente de los programas sociales, algunos más indican que el alza en los precios de los productos de la canasta básica han sido altos y hay quienes le echa la culpa al “capitalismo salvaje”.

Pues bien, la pobreza es una condición general con la que nacemos todos, la diferencia radica en la cantidad de riqueza que han logrado crear nuestros padres, abuelos y demás ancestros antes de nuestro nacimiento. Es esta riqueza la que nos sirve de soporte para nuestro desarrollo y a su vez para que la incrementemos si somos lo suficientemente virtuosos para eso.

La pobreza se mantiene con la ausencia de generación de riqueza, es decir, cuando no podemos crear riqueza nos vamos consumiendo la que generamos o hayamos heredado, cuando no es suficiente nos quedamos sin cubrir algunas de nuestras necesidades y empezamos a tener déficit de riqueza.

Ahora bien, ¿por qué no generamos la suficiente riqueza para cubrir –por lo menos- nuestras necesidades básicas? Los factores pueden ser diversos pero los podemos resumir en: falta de libertad para actuar –de manera lícita- para conseguir mis fines o simplemente falta de carácter para hacerlo.

Lo anterior parecería muy simplista pero no lo es. Primero, año con año, miles de migrantes guatemaltecos en EE.UU. mandan riqueza –en forma de remesas- a sus familiares en Guatemala. Sólo el año pasado mandaron más de USD$5.5 millardos, es decir, en un país con mayor libertad que en el propio lograron generar tal cantidad de riqueza. Así que la migración interna o externa no es la causa de la pobreza, es sólo un resultado de las decisiones de miles de guatemaltecos que buscan un mejor futuro, ya sea del área rural a la urbana o de Guatemala hacia EE.UU.

Segundo, la gestión deficiente de los programas sociales tampoco es la causa de la pobreza. Los programas sociales en sí están diseñados para perpetuar la pobreza, es decir, para impedir la creación de riqueza. Los programas sociales son creados por “politiquillos” para uso electorero y de enriquecimiento propio y de allegados. Ningún país ha salido adelante con programas sociales gubernamentales.

Tercero, algunas personas argumentan que si los programas de gobierno no se utilizan de forma clientelar entonces sí serían útiles para combatir la pobreza, algo así como, “si el león fuera vegetariano podríamos ser amigos”. La naturaleza del león no es ser vegetariano, la naturaleza de los programas sociales no es combatir la pobreza, los miles de millones de quetzales que se han malgastado en este rubro y los escasos resultados lo demuestran.

Cuarto, el capitalismo “ni salvaje ni civilizado” ha existido en nuestros países, a lo más que hemos llegado es al “mercantilismo de compadraje”, el cual ha favorecido a unos pocos en detrimento de muchos. El “mercantilismo de compadraje” que lo mismo dificulta el comercio libre como la contratación laboral en libertad son las que nos ahogan en un mar de trabas para la creación de riqueza, así como las alianzas entre “líderes sindicales” y politiquillos de turno son las que expolian nuestros ingresos.

La falta de libertad, la falta de leyes morales o la abundancia de leyes pervertidas y el mercantilismo son algunas de las causas que nos impiden salir adelante. Pongamos atención y descartemos las causas equivocadas, ya que como lo explicó Manuel Ayau “No tenemos que seguir siendo pobres para siempre”.

@Md30

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