“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Nuestro prójimo en Guatemala adopta una multitud de posibilidades. Sin embargo la Biblia no menciona las características que deben tener las personas para amarlas. El mandamiento es explícito: amarlas.
Las personas por nuestra naturaleza estamos más orientados a amarnos a nosotros mismos y aunque muchas veces cometen acciones ilícitas o contrarias a la verdad se aferran a amarse a sí mismas. Para permanecer en ese amor a nosotros mismos no necesitamos de ninguna ley. Por dondequiera encontramos manifestaciones de amor a nosotros mismos. Ahora vivir recta y santamente es otra cosa es un desapego a ese amor por nosotros mismos.
Por eso nuestro Señor Jesucristo para mostrar nuestra relación no coloca como ejemplo vivir recta y santamente sino amarnos a nosotros mismos y que esta sea la regla y el modelo del convivir comunitario.
La fuerza de la expresión es mi mensaje de navidad. Es transferir el amor a nosotros mismos como amor a los demás. De Ahí que el apóstol San Pablo diga que “el amor no busca lo suyo”.
Los abogados entienden siempre que lo regulado siempre tiene menos valor que la regla. Por eso en esta navidad no debemos poner nuestro propio amor como regla sino que el amor a los demás debe residir en el amor que nos tenemos a nosotros mismos.
Por perversa que sea nuestra naturaleza el amor a los demás debe estar constituido en nuestro propio amor a fin de que la alegría y el entusiasmo nos invadan esta navidad.
En esta navidad debemos entender a nuestro prójimo como cualquier persona, no con los que tenemos parentesco o amistad. Debemos amar a las personas sin excepción alguna. A los dignos e indignos, entre amigos y enemigos, porque todos deben ser considerados en Dios y no en nosotros mismos.
Estos no son consejos sino mandamientos a seguir para que nuestra vida oriente la brújula por el sendero del bien. El milagro del perón es el reconocimiento de que hay mal en el mundo y que tarde o temprano toca a cada uno.
La Biblia dice que alimentemos a nuestro amigo cuando tiene hambre, que encaminemos por el buen camino a sus asnos y bueyes cuando estén extraviados. Dios nos manda a no tomar la justicia por nuestra propia mano. Sus palabras son claras “mía es la venganza y la retribución. También dice “no te vengarás, ni guardaras rencor a los hijos de tu pueblo”.
Quiero que los guatemaltecos reflexionemos que debemos amar y estar conscientes de que tarde o temprano la retribución toca a nuestras puertas y estaremos en el mejor ánimo y disposición de enfrentar nuestras acciones en comunidad.
De todo corazón dese una feliz navidad a todos.
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Nuestro prójimo en Guatemala adopta una multitud de posibilidades. Sin embargo la Biblia no menciona las características que deben tener las personas para amarlas. El mandamiento es explícito: amarlas.
Las personas por nuestra naturaleza estamos más orientados a amarnos a nosotros mismos y aunque muchas veces cometen acciones ilícitas o contrarias a la verdad se aferran a amarse a sí mismas. Para permanecer en ese amor a nosotros mismos no necesitamos de ninguna ley. Por dondequiera encontramos manifestaciones de amor a nosotros mismos. Ahora vivir recta y santamente es otra cosa es un desapego a ese amor por nosotros mismos.
Por eso nuestro Señor Jesucristo para mostrar nuestra relación no coloca como ejemplo vivir recta y santamente sino amarnos a nosotros mismos y que esta sea la regla y el modelo del convivir comunitario.
La fuerza de la expresión es mi mensaje de navidad. Es transferir el amor a nosotros mismos como amor a los demás. De Ahí que el apóstol San Pablo diga que “el amor no busca lo suyo”.
Los abogados entienden siempre que lo regulado siempre tiene menos valor que la regla. Por eso en esta navidad no debemos poner nuestro propio amor como regla sino que el amor a los demás debe residir en el amor que nos tenemos a nosotros mismos.
Por perversa que sea nuestra naturaleza el amor a los demás debe estar constituido en nuestro propio amor a fin de que la alegría y el entusiasmo nos invadan esta navidad.
En esta navidad debemos entender a nuestro prójimo como cualquier persona, no con los que tenemos parentesco o amistad. Debemos amar a las personas sin excepción alguna. A los dignos e indignos, entre amigos y enemigos, porque todos deben ser considerados en Dios y no en nosotros mismos.
Estos no son consejos sino mandamientos a seguir para que nuestra vida oriente la brújula por el sendero del bien. El milagro del perón es el reconocimiento de que hay mal en el mundo y que tarde o temprano toca a cada uno.
La Biblia dice que alimentemos a nuestro amigo cuando tiene hambre, que encaminemos por el buen camino a sus asnos y bueyes cuando estén extraviados. Dios nos manda a no tomar la justicia por nuestra propia mano. Sus palabras son claras “mía es la venganza y la retribución. También dice “no te vengarás, ni guardaras rencor a los hijos de tu pueblo”.
Quiero que los guatemaltecos reflexionemos que debemos amar y estar conscientes de que tarde o temprano la retribución toca a nuestras puertas y estaremos en el mejor ánimo y disposición de enfrentar nuestras acciones en comunidad.
De todo corazón dese una feliz navidad a todos.