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¿Seguiremos despiertos en el 2016?

Antonio Melgar
29 de diciembre, 2015

El año 2015 se termina y con él deja una serie de situaciones en Guatemala que sorprendieron al mundo, como el aglutinar manifestaciones que dieron con el fin de un gobierno, señalado por la sociedad de una serie de anomalías, malversaciones, enriquecimientos ilícitos, abusos de autoridad, cohecho pasivo, falsedad, hurto, robo, abusos de autoridad, incumplimiento de deberes.

La fiscalía de Delitos Administrativos del Ministerio Público reporta que a noviembre de 2015 a recibido 2 mil 324 denuncias, sobre quienes administran el estado, teniendo presente que la mayoría son de abuso de autoridad e incumplimiento de deberes, esto se refleja en que se han obtenido 62 sentencias, un total de 33 antejuicios presentados, a altos funcionarios que gozan de este.

Entre estos casos por mencionar solo algunos los responsables de venta de plazas fantasmas en el congreso, los casos la SAT que dieron con la captura de los altos dirigente de esa entidad, la venta ilegal de medicamentos en el IGSS.

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Mientras que la fiscalía contra la corrupción menciona que de enero a noviembre de 2015 ha presentado 27 antejuicios de los cuales 5 fueron declarados con lugar, 3 sin lugar, 3 perdieron el beneficio de antejuicio y 16 se encuentran pendientes de resolver, resaltan que los más denunciados fueron los alcaldes y corporaciones municipales, quienes se les acusas de sobrevaloración de obras y el manejo de fondos.

Esto nos da una muestra de un despertar en la sociedad, y sobre todo la responsabilidad del sector justicia quien es la que lleva sobre los hombros el seguir investigando por parte del MP y resolver con apego a la ley en el caso de del Organismo Judicial y la Corte de Constitucionalidad, para que el grito de una sociedad no se quede sin una respuesta a los lamentos que estos actos producen en una sociedad que la hace más desigual y pobre.

Aquellos funcionarios que dejaron una huella que lastimó a la sociedad en lo más profundo, como aquellos alcaldes que no han pagado a sus empleados por diversas razones espurias, solo demuestran que eran políticos de las más baja calaña que solo buscan su enriquecimiento y no el bien común por el cual fueron electos.

Pero este año ya finalizó y empieza el 2016. El inicio de un nuevo año nos trae una serie de esperanzas y buenas intenciones que cumplir, entre ellas a nivel nacional la educación, el primer gran paso del año, esperando que las autoridades tomen nota de esto, que sean capaces de lograr una educación de calidad a quienes gritan por un espacio en las aulas o bien quienes tienen sed de aprender en condiciones dignas, creo que tendría que ser la primera promesa a cumplir por quienes nos administran.

Esperando que los nuevos funcionarios de nuestra Guatemala cumplan con su obligación de transparencia en la administración y aquellos políticos que fueron los triunfadores en diferentes cargos tengan presente que fueron electos para administrar en pos del bien común y no para beneficiarse, deben dejar por un lado la politiquería barata y ponerse a trabajar por los más necesitados y con esto tener un país con mayor igualdad y justicia para todos.

“Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora y hacer un nuevo final”, Carl Bard.

¿Seguiremos despiertos en el 2016?

Antonio Melgar
29 de diciembre, 2015

El año 2015 se termina y con él deja una serie de situaciones en Guatemala que sorprendieron al mundo, como el aglutinar manifestaciones que dieron con el fin de un gobierno, señalado por la sociedad de una serie de anomalías, malversaciones, enriquecimientos ilícitos, abusos de autoridad, cohecho pasivo, falsedad, hurto, robo, abusos de autoridad, incumplimiento de deberes.

La fiscalía de Delitos Administrativos del Ministerio Público reporta que a noviembre de 2015 a recibido 2 mil 324 denuncias, sobre quienes administran el estado, teniendo presente que la mayoría son de abuso de autoridad e incumplimiento de deberes, esto se refleja en que se han obtenido 62 sentencias, un total de 33 antejuicios presentados, a altos funcionarios que gozan de este.

Entre estos casos por mencionar solo algunos los responsables de venta de plazas fantasmas en el congreso, los casos la SAT que dieron con la captura de los altos dirigente de esa entidad, la venta ilegal de medicamentos en el IGSS.

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Mientras que la fiscalía contra la corrupción menciona que de enero a noviembre de 2015 ha presentado 27 antejuicios de los cuales 5 fueron declarados con lugar, 3 sin lugar, 3 perdieron el beneficio de antejuicio y 16 se encuentran pendientes de resolver, resaltan que los más denunciados fueron los alcaldes y corporaciones municipales, quienes se les acusas de sobrevaloración de obras y el manejo de fondos.

Esto nos da una muestra de un despertar en la sociedad, y sobre todo la responsabilidad del sector justicia quien es la que lleva sobre los hombros el seguir investigando por parte del MP y resolver con apego a la ley en el caso de del Organismo Judicial y la Corte de Constitucionalidad, para que el grito de una sociedad no se quede sin una respuesta a los lamentos que estos actos producen en una sociedad que la hace más desigual y pobre.

Aquellos funcionarios que dejaron una huella que lastimó a la sociedad en lo más profundo, como aquellos alcaldes que no han pagado a sus empleados por diversas razones espurias, solo demuestran que eran políticos de las más baja calaña que solo buscan su enriquecimiento y no el bien común por el cual fueron electos.

Pero este año ya finalizó y empieza el 2016. El inicio de un nuevo año nos trae una serie de esperanzas y buenas intenciones que cumplir, entre ellas a nivel nacional la educación, el primer gran paso del año, esperando que las autoridades tomen nota de esto, que sean capaces de lograr una educación de calidad a quienes gritan por un espacio en las aulas o bien quienes tienen sed de aprender en condiciones dignas, creo que tendría que ser la primera promesa a cumplir por quienes nos administran.

Esperando que los nuevos funcionarios de nuestra Guatemala cumplan con su obligación de transparencia en la administración y aquellos políticos que fueron los triunfadores en diferentes cargos tengan presente que fueron electos para administrar en pos del bien común y no para beneficiarse, deben dejar por un lado la politiquería barata y ponerse a trabajar por los más necesitados y con esto tener un país con mayor igualdad y justicia para todos.

“Aunque nadie puede volver atrás y hacer un nuevo comienzo, cualquiera puede comenzar ahora y hacer un nuevo final”, Carl Bard.