Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Todo lo que nos hizo así

Adriana Lopez
02 de enero, 2016

Parece que al comienzo de éste año nadie tenía una idea de todo lo que iba a suceder, siendo sinceros ¿Quién la ha tenido alguna vez? Para algunos el 2015 fue sinónimo de éxito, fracaso, felicidad, tristeza, fiesta o depresión. Para mí, este año fue puro desvelo y comprensión; pero… La palabra con la que más me va a gustar recordar éste año es: valentía. Y no porque yo fui valiente, sino porque mi país me enseño a serlo.

Y no, no quiero hablar de lo valiente que fue Guatemala por salir a las calles a protestar, tampoco quiero que se centre todo en eso. En cambio, quiero escribir de cosas más reales y sencillas, de cómo la gente se mantuvo firme y luchando a pesar de todo y para ser sinceros, de cómo se mantuvieron optimistas en medio de tanta porquería.

Nuestro propio presidente nos robó con ayuda de la vicepresidenta mientras nuestros representantes, los diputados, se mantuvieron muy ocupados buscando su beneficio propio. El sistema de salud del cual depende el 50% o más de la población, colapsó. Seguimos manteniendo a la mitad de nuestros niños con desnutrición. El salario mínimo sigue sin ser suficiente, no queda ni rastro de las casas en El Cambray y votamos a tientas el 6 de septiembre. Perdimos por unos cuantos meses a Juan Carlos Monzón, tuvimos hasta hace unas semanas la resolución para el caso Siekavizza, nos deportaron a 105 guatemaltecos y la lista podría seguir y seguir.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Y aun así, uno sigue viendo personas felices por la calle. Es increíble la facilidad con que uno puede intercambiar sonrisas con un guatemalteco. La gente sigue siendo buena, sigue ayudando. Los niños siguen creyendo en que van a obtener un futuro mejor. Las mamás siguen teniendo fe de que sus hijos van a volver con bien a casa. Los muchachos siguen creyendo en su selección nacional y los comerciantes siguen invirtiendo su poco capital en nuevos negocios. Los cansados doctores siguen haciendo el esfuerzo de brindar atención en los hospitales, los policías siguen atendiendo sus eternos turnos, los bomberos siguen contestando llamadas aunque les hayan jugado mil “bromas”. Y cada guatemalteco alberga aún la esperanza de que pronto tendrá una mejor opción, una mejor vida, un mejor trabajo, un mejor año.

La pequeña descripción que yo hice de los sucesos de éste 2015 en Guatemala, es sólo una muestra de todo lo que nos hizo así, como estamos ahora, en ésta fecha y en éste lugar. Porque no somos los mismos, estamos distintos y cambiados. Las brevedades del tiempo se nos han colgado por la espalda y ahora pesan más. De éste 2015, las buenas y las malas noticias, las despedidas y los re-encuentros, las ganancias y las pérdidas, la felicidad, el amor, la desdicha y el odio; todo nos llevó a ser así. Nos hizo ser quiénes somos hoy, dos de enero, mientras estamos sentados leyendo ésta nota. ¿Qué trae el 2016? Digo lo mismo de antes, nadie tiene una idea. Pero lo que si podemos considerar es qué vamos a hacer con todo lo que nos traiga; ojalá terminemos siendo el próximo año aún más valientes de lo que somos hoy. ¡Gracias por leerme éste año y que el 2016 nos traiga por favor muchas cosas sobre las cuales escribir!

Todo lo que nos hizo así

Adriana Lopez
02 de enero, 2016

Parece que al comienzo de éste año nadie tenía una idea de todo lo que iba a suceder, siendo sinceros ¿Quién la ha tenido alguna vez? Para algunos el 2015 fue sinónimo de éxito, fracaso, felicidad, tristeza, fiesta o depresión. Para mí, este año fue puro desvelo y comprensión; pero… La palabra con la que más me va a gustar recordar éste año es: valentía. Y no porque yo fui valiente, sino porque mi país me enseño a serlo.

Y no, no quiero hablar de lo valiente que fue Guatemala por salir a las calles a protestar, tampoco quiero que se centre todo en eso. En cambio, quiero escribir de cosas más reales y sencillas, de cómo la gente se mantuvo firme y luchando a pesar de todo y para ser sinceros, de cómo se mantuvieron optimistas en medio de tanta porquería.

Nuestro propio presidente nos robó con ayuda de la vicepresidenta mientras nuestros representantes, los diputados, se mantuvieron muy ocupados buscando su beneficio propio. El sistema de salud del cual depende el 50% o más de la población, colapsó. Seguimos manteniendo a la mitad de nuestros niños con desnutrición. El salario mínimo sigue sin ser suficiente, no queda ni rastro de las casas en El Cambray y votamos a tientas el 6 de septiembre. Perdimos por unos cuantos meses a Juan Carlos Monzón, tuvimos hasta hace unas semanas la resolución para el caso Siekavizza, nos deportaron a 105 guatemaltecos y la lista podría seguir y seguir.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Y aun así, uno sigue viendo personas felices por la calle. Es increíble la facilidad con que uno puede intercambiar sonrisas con un guatemalteco. La gente sigue siendo buena, sigue ayudando. Los niños siguen creyendo en que van a obtener un futuro mejor. Las mamás siguen teniendo fe de que sus hijos van a volver con bien a casa. Los muchachos siguen creyendo en su selección nacional y los comerciantes siguen invirtiendo su poco capital en nuevos negocios. Los cansados doctores siguen haciendo el esfuerzo de brindar atención en los hospitales, los policías siguen atendiendo sus eternos turnos, los bomberos siguen contestando llamadas aunque les hayan jugado mil “bromas”. Y cada guatemalteco alberga aún la esperanza de que pronto tendrá una mejor opción, una mejor vida, un mejor trabajo, un mejor año.

La pequeña descripción que yo hice de los sucesos de éste 2015 en Guatemala, es sólo una muestra de todo lo que nos hizo así, como estamos ahora, en ésta fecha y en éste lugar. Porque no somos los mismos, estamos distintos y cambiados. Las brevedades del tiempo se nos han colgado por la espalda y ahora pesan más. De éste 2015, las buenas y las malas noticias, las despedidas y los re-encuentros, las ganancias y las pérdidas, la felicidad, el amor, la desdicha y el odio; todo nos llevó a ser así. Nos hizo ser quiénes somos hoy, dos de enero, mientras estamos sentados leyendo ésta nota. ¿Qué trae el 2016? Digo lo mismo de antes, nadie tiene una idea. Pero lo que si podemos considerar es qué vamos a hacer con todo lo que nos traiga; ojalá terminemos siendo el próximo año aún más valientes de lo que somos hoy. ¡Gracias por leerme éste año y que el 2016 nos traiga por favor muchas cosas sobre las cuales escribir!