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Clamor por justicia y seguridad

José Carlos Ortega
19 de marzo, 2016

Viernes de Dolores, huelga bufonesca, celebración coincidente y asistencia obligatoria, calor, verano de cambios climáticos y de Niños “ischocos” malcriados, sin minifaldas, sin libertades, pero con respuestas salidas de Beelzebú, con videos que ojalá fueran huelga… y el país se cae, cual trabajo de pandilla, a pedazos.

La confesión de un grupo de mareros, “hummies” o batos, desde la prisión, del “ajusticimiento” a otro preso, a quien acusan de haber participado en el ataque terrorista del explosivo contra un bus en San José Pinula, en presencia de sus “diz” que custodios es espeluznante. Confiesan un asesinato justificando solucionar un problema. La víctima, que no puede confesar, ni defenderse, habría planificado, junto con otros, al parecer asesinados también, de forma “independiente”, el trágico hecho delictivo. Habrá algunos que dirán que se maten entre ellos, que si siguen así podrán acabarse y no habrá necesidad de juicios, cuidarlos, mantenerlos en prisión. Que eran maravillosos los días en que sin juicio estos eran eliminados, “haciendo limpieza social”, como si los encargados de los “trabajitos” no fueran los que también ensucian a la sociedad. En el fondo, la verdadera justificación del terrorífico video es simple: “la vez pasada nos acusaron de un hecho parecido y nos fue muy mal…” Pero ahora, si él lo hizo, no lo sabremos porque no puede hablar. Podrá ser un “chivo expiatorio”, un enemigo, un no alineado, un excluido, excomulgado, o un cualquiera, se puede esconder algo…

Es decir, pareciera, si fuera cierto, que la verdadera coerción vino del temor a represalias por parte del Estado. El monopolio del uso de la fuerza y de la justicia penal sí cumple los efectos deseados, crea un incentivo de represión de los actos equivocados.

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Las cárceles son universidades de aprendizaje de todo tipo de crimen. Se ingresa por cualquier delito, y se gradúa en todos, hacen relaciones que les servirán después, comparten “casos”, tienen talleres de experimentación, etc. Liderazgo con tecnología, trabajo en equipo, negociación desde posiciones de extorsión, finanzas, etc. Las cárceles en Guatemala parten de principios equivocados que hacen que los resultados se alejen a lo esperado (como muchas de las leyes y políticas públicas diseñadas alejadas de la acción humana y de la libertad). Las cárceles fueron fundadas con la aspiración de que fueran lugares de rehabilitación, que los reos escogieran algo que hacer, pero en sistemas en que se promueve el “darwinismo” o la supervivencia del más fuerte. Las granjas penales pretendían tener espacios donde lo mejor de las personas surgiera espontáneamente, olvidándose que si estaban allí es porque ellos habían hecho exactamente lo contrario en la vida en libertad. Entonces, no existe autoridad del Estado dentro de las mismas, los reos se gobiernan así mismos, y surgen los grupos y pseudolíderes que ponen orden ante semejante caos, y cobran por seguridad, cobran impuestos, que van desde monetarios a abusos a mujeres, etc.

En Guatemala no existen las cárceles que vemos en televisión, con horarios para salir de las celdas, con pasos a través de detectores, cámaras, trabajos en favor del penal, tiempos definidos, estructuras, y el continuo control de la seguridad del Estado.

Ningún preso podrá rehabilitarse si no encuentra estructura. Estructura que determine incentivos para mejorar por voluntad propia, como herramientas de educación, capacitación, psicológica, terapias, etc. Y sobre todo, coerción para eliminar las acciones y actitudes antisociales teniendo límites, y consecuencias, definidos por la autoridad que supervise directamente sus acciones y actitudes. Las cárceles necesitan tener el control del Estado, que sus autoridades ejerzan su autoridad dentro y no solo en el perímetro, que los presos no puedan hacer lo que les plazca, y muchos menos, bajo la pasiva mirada y casi complacencia de autoridades raquíticas.

Varios

Bélgica captura a varios de los terroristas de los atentados de noviembre pasado en Francia entendiendo la protección de la vida como derecho fundamental de los ciudadanos de la UE. Brasil protesta por justicia, pues en Latino América, populistas corruptos siguen adueñándose de vidas y haciendas y se esconden con artimañas… pero ya estamos cansados de ellos. Turquía y la UE llegan a un acuerdo para buscar una salida al conflicto de migración causada por la infame guerra en Siria y Turquía en un esfuerzo para minimizar el problema humanitario. Mientras tanto en Estados Unidos, en medio de los martes de carnaval, el rey feo republicano amenaza, vocifera, insulta, confunde, miente y en una hipocresía absoluta, se parece más a populista latinoamericano.

Clamor por justicia y seguridad

José Carlos Ortega
19 de marzo, 2016

Viernes de Dolores, huelga bufonesca, celebración coincidente y asistencia obligatoria, calor, verano de cambios climáticos y de Niños “ischocos” malcriados, sin minifaldas, sin libertades, pero con respuestas salidas de Beelzebú, con videos que ojalá fueran huelga… y el país se cae, cual trabajo de pandilla, a pedazos.

La confesión de un grupo de mareros, “hummies” o batos, desde la prisión, del “ajusticimiento” a otro preso, a quien acusan de haber participado en el ataque terrorista del explosivo contra un bus en San José Pinula, en presencia de sus “diz” que custodios es espeluznante. Confiesan un asesinato justificando solucionar un problema. La víctima, que no puede confesar, ni defenderse, habría planificado, junto con otros, al parecer asesinados también, de forma “independiente”, el trágico hecho delictivo. Habrá algunos que dirán que se maten entre ellos, que si siguen así podrán acabarse y no habrá necesidad de juicios, cuidarlos, mantenerlos en prisión. Que eran maravillosos los días en que sin juicio estos eran eliminados, “haciendo limpieza social”, como si los encargados de los “trabajitos” no fueran los que también ensucian a la sociedad. En el fondo, la verdadera justificación del terrorífico video es simple: “la vez pasada nos acusaron de un hecho parecido y nos fue muy mal…” Pero ahora, si él lo hizo, no lo sabremos porque no puede hablar. Podrá ser un “chivo expiatorio”, un enemigo, un no alineado, un excluido, excomulgado, o un cualquiera, se puede esconder algo…

Es decir, pareciera, si fuera cierto, que la verdadera coerción vino del temor a represalias por parte del Estado. El monopolio del uso de la fuerza y de la justicia penal sí cumple los efectos deseados, crea un incentivo de represión de los actos equivocados.

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Las cárceles son universidades de aprendizaje de todo tipo de crimen. Se ingresa por cualquier delito, y se gradúa en todos, hacen relaciones que les servirán después, comparten “casos”, tienen talleres de experimentación, etc. Liderazgo con tecnología, trabajo en equipo, negociación desde posiciones de extorsión, finanzas, etc. Las cárceles en Guatemala parten de principios equivocados que hacen que los resultados se alejen a lo esperado (como muchas de las leyes y políticas públicas diseñadas alejadas de la acción humana y de la libertad). Las cárceles fueron fundadas con la aspiración de que fueran lugares de rehabilitación, que los reos escogieran algo que hacer, pero en sistemas en que se promueve el “darwinismo” o la supervivencia del más fuerte. Las granjas penales pretendían tener espacios donde lo mejor de las personas surgiera espontáneamente, olvidándose que si estaban allí es porque ellos habían hecho exactamente lo contrario en la vida en libertad. Entonces, no existe autoridad del Estado dentro de las mismas, los reos se gobiernan así mismos, y surgen los grupos y pseudolíderes que ponen orden ante semejante caos, y cobran por seguridad, cobran impuestos, que van desde monetarios a abusos a mujeres, etc.

En Guatemala no existen las cárceles que vemos en televisión, con horarios para salir de las celdas, con pasos a través de detectores, cámaras, trabajos en favor del penal, tiempos definidos, estructuras, y el continuo control de la seguridad del Estado.

Ningún preso podrá rehabilitarse si no encuentra estructura. Estructura que determine incentivos para mejorar por voluntad propia, como herramientas de educación, capacitación, psicológica, terapias, etc. Y sobre todo, coerción para eliminar las acciones y actitudes antisociales teniendo límites, y consecuencias, definidos por la autoridad que supervise directamente sus acciones y actitudes. Las cárceles necesitan tener el control del Estado, que sus autoridades ejerzan su autoridad dentro y no solo en el perímetro, que los presos no puedan hacer lo que les plazca, y muchos menos, bajo la pasiva mirada y casi complacencia de autoridades raquíticas.

Varios

Bélgica captura a varios de los terroristas de los atentados de noviembre pasado en Francia entendiendo la protección de la vida como derecho fundamental de los ciudadanos de la UE. Brasil protesta por justicia, pues en Latino América, populistas corruptos siguen adueñándose de vidas y haciendas y se esconden con artimañas… pero ya estamos cansados de ellos. Turquía y la UE llegan a un acuerdo para buscar una salida al conflicto de migración causada por la infame guerra en Siria y Turquía en un esfuerzo para minimizar el problema humanitario. Mientras tanto en Estados Unidos, en medio de los martes de carnaval, el rey feo republicano amenaza, vocifera, insulta, confunde, miente y en una hipocresía absoluta, se parece más a populista latinoamericano.